13. La maleta de la señora Tillmore
— Todavía no están preparados—ha dicho la señora Tillmore bajando la tapa y echando el cierre.
Y eso que fue tajante en ese sentido, advirtiendo a los empleados de la empresa de mudanzas:
— Bajo ningún concepto, repito, bajo ningún concepto debéis abrir esta maleta, y mucho menos mirar su contenido.
Pero eso aquí, en pleno corazón del condado de Kildare, y casi en cualquier lugar del mundo, es una provocación, una incitación, un órdago al niño desobediente que el ser humano lleva dentro.
Así que, ahora, la señora Tillmore arrastra pesadamente sus cadáveres por el suelo hacia la bañera, donde ha preparado una mezcla de hidróxido de potasio y agua que los hará desaparecer en unos días. Y, como en otras ocasiones, tiene que darse discretamente a la fuga.
Pero la suerte, esta vez, no la ha acompañado. Ha acabado con el cuello partido al caer escaleras abajo. A pocos centímetros ha quedado su maleta, semiabierta tras el accidente.
Abstraído por el delicado haz de luz que entra desde el exterior me debato entre intentar escapar y esconderme o esperar a que alguien me encuentre.
“Todavía no están preparados”, decía la señora Tillmore.
Muy bueno, Jesús. ¡Saludos!
¡Gracias!
Esta claro que es un pedazo de relato. Buenísimo, qué miedo dan las criaturas de la maleta.
Normal, es que todavía no estamos preparados…
Un abrazo.
Buena historia. Esta señora se deshace de los cadáveres, pero conserva a sus fantasmas en esa maleta tenebrosa. Muy bueno Urtiaga.
Saludos.
Gracias Beto. Me alegro de que te haya gustado.
Una señora de armas tomar y una maleta sumamente inquietante, como el ambiente de este cuidado relato, poblado de convincentes monstruos.
Un abrazo, Jesús
Es cierto, Ángel, hay muchos ‘monstruos’ en este relato.
Me da a mi que en tu relato los peores monstruos no son los que están en la maleta. Un acierto el nombre de la señora y la frase que abre y cierra. Sumamente evocadores.
Cada uno puede valorar quién es el ‘más’ monstruo, claro. Gracias por comentar.
Inquietante de principio a fin y cargado de una atmósfera hecha a medida para recuperar esa perdida costumbre de taparse con la sábana hasta las orejas. Muy bueno. Mucha suerte 🙂
Hola, Ignacio.
Este mes está dando mucho juego para imaginar historias.
En esta, me gusta la atmósfera que creas en el relato.
Creo que el montruo no está donde se presupone.
Felicidades, me ha parecido un gran cuento.
Abrazos.
Jesús, nos dejas con tantas preguntas que ya tenemos deberes para todo el mes. Acertadas descripciones y ambientacion fenomenal. suerte y saludos
Una maleta llena de misterio. Creas un espacio que apetece descubrir más de la historia aunque «no estemos preparados»
Un abrazo. Suerte.
De niña me habría encantado ver la película de tu relato ( eso sí, muertita de miedo escondida detrás de un cojín y luego sin pegar ojo toda la noche). Ahora soy incapaz de querer saber más.