DIC74. AQUELLAS NAVIDADES, de Luis Molina
La imagen me sobrecoge, la familia reunida alrededor del árbol, la mesa servida y los regalos esperando la hora de ser abiertos.
Cierro los ojos y mi mente se retrotrae al pasado, la vidriera repleta de juguetes, desde la calle sólo quedaba mirarlos, eran inalcanzables para el magro ingreso de mi madre, miraba arrobado aquellos que nunca podrían ser míos, luego regresar soñando que algún día quizás…
Pasar por casa de amigos donde veía largas mesas repletas de delicias, con música y algarabía. Entrar a casa donde dos platos en la mesa me esperan junto a ella que me mira con una sonrisa, no hace falta más. Comemos en silencio…
Suenan campanas anunciando las doce, tras un beso me da un pequeño paquetito, un autito rojo ilumina mi rostro, un abrazo y un beso…
-¡Papá!
Abro los ojos, mi hija me acerca una copa mostrándome el reloj, comienzan a sonar campanadas entre besos, abrazos y saludos.
En un rincón donde sólo yo lo veo, aquel niño me mira sonriendo mientras se encoge de hombros, han pasado tantos años…
¡Querida Ana! que placer que me comentes, tu que ves más allá de la palabras.
Te dejo un gran abrazo y el deseo de felicidad para estas fiestas…
Luís todos volvemos la vista atrás en estas fechas, y recordamos los niños que fuimos. Eran otros tiempos y otro estilo de vida. Cuanta nostalgia.
Me gustó mucho el giro de verse a sí mismo observando la escena.
Un abrazo.
Gracias Asun, fue un momento de nostalgia.
Un abrazo.
Luis, precioso y emotivo relato. Un abrazo.
Gracias Salvador.
Un abrazo.
Luis, en estas fechas la nostalgia llega a casa para quedarse unos días.
Todos echamos de menos algo de nuestra infancia y, a medida que vamos cumpliendo años, la nostalgia crece con ellos.
Muy bello tu relato, lleno de sensibilidad y buen hacer.
Un abrazo.
Gracias Belén, parece que la nostalgia me tocó fuerte.
Un abrazo y muchas felicidades.