ABR146.GUERRERO DE LUZ, de Miguel Ángel Page
Desde el día que el caballero se percató de la supremacía que podía ejercer con la Espada de la Verdad, no dejó de servirse de ella en ninguna de las contiendas. La fuerza de esta era tal, que podía partir en dos a muchos de sus enemigos con un único impacto. Blandía el arma con tal destreza que el desconcierto entre sus rivales iba en aumento, y su leyenda no tardó en extenderse lejos de su tierra.
Los combates empezaron a resultarle demasiado desiguales, y cada vez se enfrentaba a más adversarios él solo. A pesar de ello, siempre habría pueblos que conquistar y órdenes que restaurar.
Mas llegó una jornada funesta en la que tuvo que librar batalla contra lo que consideraba como carne de su carne.
Su mano, aún convulsa, contrastaba con la firmeza del acero que, inflexible ante la traición, se hundió en el pecho de su hermano.
El ocaso fue testigo mudo de cómo el caballero enterró para siempre la Espada, junto con aquel que tanto había venerado.
Entonces se halló tan triste que no supo siquiera qué hacer
Del ejercicio de la responsabilidad del poder, muchos podrían apuntarse al cuento, mucho mensaje de fondo Miguel Ángel.
Suerte, un abrazo.
Me alegra que hayas sido capaz de ver uno de esos mensajes de fondo.
Un abrazo, tocayo.
Una historia muy bien narrada en la que deja lo principal oculto para que el lector lo interprete a su manera. Para mí las claves se aportan en el título, el nombre de la espada, la traición y el descubrimiento de la falsedad de su ídolo, su referente. A partir de aquí me quedo con cualquier desengaño que recibimos en la vida, descubrir que tu dios no lo es, tu padre no es tan fantástico como pensabas, o tus ideas políticas. En fin, Miguel, buena propuesta. Suerte.
Has dado con la clave: el desengaño, y la libertad para que el lector lo aplique a su gusto (amén de la historia caballeresca).
Un abrazo entre vallecanos
Miguel Ángel, el dolor de los tuyos, a veces te hace reaccionar y otras te deja así, sin saber que hacer. Tu cuento de guerreros tiene corte clásico y un ritmo continuo y bien ambientado. Suerte y saludos.
El estado de shock fue el que más me inspiró. Gracias por tu comentario/análisis.
¡Un saludo!
La espada de la Verdad y las ansias de poder, hacen, por lo que nos cuentas mala pareja: se llevan por delante cualquier cosa. Aleccionadora tu historia Miguel Ángel, mucha suerte.
La ambición -ojito cuando el personal se deja llevar por ella y olvida lo demás- es otro de esos temas que me dan que pensar siempre.
Gracias por tu comentario Paloma.
Un abrazo.
Guerreros iluminados es lo que sobra. Esa luz la paralelizo con el ansia de poder y dominio, pasando por el cuchillo a tus congéneres para conseguir una mierda de tributo en forma de moneda brillante.
Relato para reflexionar.
Un abrazo.
Sí da para que pienses esa clave, yo ya me doy por satisfecho. Gracias por reflexionarlo.
Un abrazo.
Miguel Ängel, eres rapidísimo en contestar. El cuento es siniestro, me encanta lo bien que describes al hijo de puta que se la suda todo. Por supuesto de gran actualidad. Pero tú lo cuentas con mucho estilo. ¿Eres periodista?
Sí me pilla conectado, pues inmediata, jeje. Esos héroes también tienen puntos negros. En este país, además, somos especialistas en encumbrar a gente enseguida, y luego…
Aunque aquí la traición/desengaño fue mi idea de partida ya he ido desgranando algunas otra ideas que tan acertadamente habéis visto: responsabilidad, ambición desmedida, rutina, dolor provocado por los tuyos, etc.
Ah, respecto a la profesión, lo mío es la docencia.
Lo haces muy bien, Miguel Ängel, para mi gusto muy bien. Escribir. Y el cuento lo cierras con un muy mejor punto. Podría haber más finales, más abiertos, este me gusta.
Un abrazo.