ABR140. SEIS EUROS Y UN BOTÓN, de Érika González Leandro
De mayor quiero ser caballero, pero no de los que llevan pesadas armaduras y se pasan la vida luchando encima de un corcel, sino de esos que dan rosas a las niñas y les ruedan la silla al sentarse.
No sé dónde puedo ir para estudiarlo, mi madre dice que me bastará con no hacer las cosas de papá, por eso he decidido practicar con ella y así sacarle la alegría que perdió cuando su barriga se volvió inesperadamente plana.
Al salir del colegio fui a por el ramo más grande de la floristería aunque con los seis euros y el botón de mi bolsillo solo alcancé para unas flores de plástico. Se las entregué acompañadas de una nota “No tienen vida pero se quedarán contigo siempre.” Mamá lloró como nunca, tanto que pensé en retirarme de la caballerosidad hasta que las lágrimas resbalosas de su cara le tejieron de nuevo la sonrisa.
Gracias Ana, un beso 🙂
Precioso relato, Erika, me ha gustado mucho. El amor de un hijo hacia la madre es impagable.
Me he pasado por tu blog y de él se desprende delicadeza y sensibilidad,me ha encantado.
Un abrazo y suerte.
Gracias Ginette por tus palabras, estás invitada a pasarte cuando quieras,un beso 🙂
Muy cercano al Día de la Madre respira ternura.
Suerte guapa! Besicos
Ay mi Bea pues no lo escribí con esa intención pero tienes razón, gracias por tu comentario, siempre estás atenta a todo, eres un amor.
Hola, Erika.
¡Qué emocionante historia! Ese muchachito era ya un auténtico caballero.
Felicidades. Me gustó muchísimo.
Besos.
Me alegra muchísimo que te guste, yo disfruté mucho escribiéndolo. gracias 🙂
Precioso relato,
Qué bonita historia del pequeño caballero. Muy bien escrita y narrada, me ha encantado!
Saludos, Blanca
Qué bien Blanca, gracias, con tantos comentarios tan bonitos como el tuyo me siento muy satisfecha 🙂
Triste coincidencia entre la vida y la muerte, la frescura y el plástico, el ahora y el para siempre…
Tierno relato. Lleno de inocencia, de cariño… y de desamor entre los padres (¿tal vez malos tratos?).
Me ha gustado el punto de vista infantil. Esa mirada que enternece la historia.
Un abrazo, Érika.
Amparo M. A.
Gracias Petra, sin duda el texto puede dar diversas interpretaciones, y me ha encantado saber la tuya, saludos 🙂
¡Qué caballero más tierno, Erika! Es un relato encantador, nos deja con el sabor de esa maravillosa infancia que sabe arrancarnos a los mayores sonrisas y alegrías.
Un abrazo y suerte
🙂 gracias Puri, a mi me dan ganas de que ese niño no crezca. Un beso.
Tierno y crudo. Muy bueno como enganchas las dos realidades con las palabras del niño. Y la madre en su silencio aguantando el tirón por la vida que sí continúa.
Suerte Érika, un abrazo.
Me encanta que hayas visto la parte cruda que quise mostrar sin ponerla, es muy importante para mí tus palabras, gracias Miguel.
Muy emotivo y enternecedor este aspirante a caballero. Felicidades y suerte. Saludos
🙂 eres amor, gracias por tus palabras un beso.
Me ha gustado este micro sobre todo por lo que no cuenta y que tú sugieres muy bien entre líneas. Suerte.
Bien, me alegra haber conseguido esa sensación, muchas gracias por tu comentario. Saludos. 🙂
Tierno. Ojalá esa inocencia no se perdiera nunca.
Enhorabuena por el relato.
Sí, opino lo mismo, no dan ganas de que crezca, 🙂 gracias por tus palabras, un beso.
De premio. Suerte
Wauu!!Me emociona leer eso, muchas gracias, con que solo te lo parezca a ti ya me siento premiada. Un beso muy fuerte.
Precioso. Me ha encantado. Lo veo en la final.
Fuerte abrazo.
🙂 ay muchas gracias de verdad, estoy muy contenta de tantos comentarios bonitos, un beso muy fuerte Yolanda.
Un buen ejercicio de voz narrativa infantil; la conciencia ingenua del niño siempre tras el velo de la «realidad real». Y además enlazas con el tema del mes sin forzar nada. Bien. Saludos.
Gracias Rubén, no tengo palabras, saludos 🙂
Felicidades, es un relato precioso. Abordan la caballerosidad con mucha ternura. Y crudo, por desgracia a la orden del día. Un abrazo.
Lo más que me gusta es haber conseguido tantas emociones en la gente, gracias Marta, saludos.
Manejas la ternura como nadie, ruequita. Me gusta todo, empezando por el título que es maravilloso, pasando por la trama y la mirada de niño, pero lo que más más me gusta es esta expresión: pensé en retirarme de la caballerosidad. : )
Un empujoncito para este, que se merece estar en el podium. Y besazos para ti!
🙂 joo gracias mi niña, no sé que decirte, salvo que esta ruequita no sería igual sin ti. Besos
Precios Érika, muy tierno. Ojalá todos nuestros niños desearan desarrollar la caballerosidad para así mejorar los valores de esta sociedad vacía en que se nos está sumergiendo.
Mucha suerte.
Sí, hay que leerle muchos cuentos para intentarlo, muchas gracias por tu comentario, besos 🙂