100. A DOS PATAS (Ignacio J. Borraz)
El pequeño de la familia se comportaba de manera extraña. Hacía días que no salía de su habitáculo y su natural dicharachero se había transformado en gestos y estridulaciones llenos de altivez y desprecio. Miraba con sorna a sus padres y hermanos y les decía que no se le había perdido nada en el campo, que allí tenía todo cuanto necesitaba. Cada vez hablaba más y decía menos. Sus padres observaron aterrados la metamorfosis hasta que le sostuvieron solo dos patas.
Con una de ellas, un sonrosado pie humano, pisó sin contemplaciones a su coleoptera familia cuando la guarida se le quedó pequeña.
Molt Bo!!!!
A dos velas nos vas a dejar al resto con relatos tan buenos. Pisas fuerte 😉
La retromorfosis. Interesante punto de vista. Suerte.
Abracísimos.
Monstruo, sin lugar a dudas, para los pobres coleópteros.
Muy bueno.
Suerte,
Ton.
Muy buenooo. La metamorfosis y el poder. Suerte.
El coleoptero, se transformó en humano. Peligroso, muy peligroso,..
Estupendísima puesta en escena por tu parte, Ignacio.
Mucha suerte.
Que sepas que me ha pillado por sorpresa esa metamorfosis a la inversa.
Suerte.
Las metamorfosis son patrimonio de todos. Y si no que se lo digan a tu relato. Mucha suerte 🙂