ABR134. ESPECIALISTAS, de Ángeles Sánchez Gandarillas
– Cuánto me cuesta ponerme la armadura, me hago viejo, o es que esta hundida por la zona del estómago. -Subió trabajosamente al rocín y oyó que su dama le llamaba.
– ¡Esperad Arturo!, debo coser la trabilla de vuestras calzas, descabalgad.
– Huy, cariño, ahora no puedo quitarme el arnés porque llegaría retrasado a la batalla de las 10.
– Andad, mi rey, que si no a la vuelta oleréis a caballo y además, tengo cita con el psicólogo.
– ¿El psicólogo?, no sabía que existiera ese gremio.
– Vos le conocisteis en aquella reunión de la mesa redonda, ya sabéis, esa “juerguecita”, que duró una temporada y de la que regresasteis tan descompuesto que no podíais con vuestra espada Excalibur. Me referisteis algo sobre una batalla sangrienta o no sé qué, y hube de asearos. ¡Tanto vos como Lancelot, traíais tufillo…!
– No caigo.
– Es Merlín, y no disimuléis, que de tanto brindar celebrando aquella victoria con Lancelot llegasteis “guapos” al castillo.
– ¡Ah, sí, sí…! -Arturo intentaba zafarse de la conversación y los reproches de Ginebra-. Disculpadme “fermosura”, tengo prisa; oigo la última llamada de trompeta y he partir al campo de batalla.
http://susurrosbarquerenos.
Ese psicólogo que solo sale un momento me parece el personaje más interesante. ¿Se puede saber qué pasó luego en la consulta? ¿O no?
Un abrazo para ti Lines, otro pal psicólogo.
Hola Susana, gracias por leer el cuentucu.
Merlín hacía de todo y ella, pobre, debía estar quemada con las idas y venidas de Arturo con Lancelot; en fin, que se encontraba casi siempre sola y necesitaba que Merlín le curara la tentación de soltar su trenza desde la torre donde quedaba esperando a su «rey», a ver si atrapaba a un aprendiz de caballero que la consolara. Pues el spicólogo la escuchó y lamentó ser viejo, jejejjejeje.
Abrazo GRANDE.
Lines
Huy, no desesperes mujer, que si somos, sobre todo cuando hay elecciones nos convertimos en algo muy especial, ¡un voto! Quizá llegarán buenos tiempos y los sepamos apreciar en todo su valor. No importa como nos llamen, eso da lo mismo, me conformaría con tener la posibilidad de la educación y el trabajo, etc. Clases sociales las habrá siempre. Nadie ha conseguido el equilibrio porque no existe. Es una quimera. Ni siquiera la naturaleza le tiene, ni la salud ni las estadísticas… Fíjate, cuando los pescadores están en una misma zona, recogen capturas en cantidades muy diferentes. Ni siquiera tienen esa equidad los padres con los hijos, porque son diferentes y porque les aman, así que la cosa nace de nosotros mismos. Solución: Vivir lo que nos depare nuestro sino y tratar de mejorarle.
Nacer tiene un costo y es que acabaremos con la vida, además alguien dijo que según pasamos ese humbral de nacer, comienza la cuenta atrás;no sé tú, pero yo pretendo pasar de la centena de años, o hasta que me aburra, conste que tampoco pretendo llegar a la edad de Noé que pasó de los 900 años, así que no me imagino los que vivió Matusalén, jejejejeje. Dime si me equivoco cuando te digo que la vida puede ser hasta divertida, aunque sea por unos segundos de sonrisa y bienestar que nos revitalice, ¿a que sí? Conste, que como todos, tengo problemas de todo tipo y hasta relacionados con la injusticia de la muerte a destiempo.
En fin, cada uno de nosotros tendremos una filosofía de la vida, todas valen; trato de buscar la positiva, porque me van a dar igual, y porque al menos podré exponerla y sonreir con alguien como tú.
Abrazo al cuadrado. Lines
¡Ah!, y soy feliz porque me preparé preparé unos churros congelados, sin azúcar, con chocolate, sin azúcar, calentito, con leche desnatada y con un edulcorante, porque a falta de azúcar buenas son 3 gotas de sacarina.
¡Qué ricos!, me estoy abrasando la boca…
Un abrazo sin manos, es que las tengo ocupadas. Lines
Ja, ja, ja, aj, Pero toa, toa, toa. ¡»QuépringueporDios»!, este apretamiento es consecuencia del beso que envías.
Dije una vez que: La memoria juega al escondite con nosotros y trae recuerdos, y es verdad de la buena. Por eso, de vez en cuando me refugio en la parte mejor de mi presente, pillo la pluma, unos papeles, me calzo y llego corriendo hasta la atalaya, que de tanto como la visito, creo que van a poner una placa con mi nombre, o en su defecto, una hamaca. Desde allí, me empacho de viento de nordeste y respiro. Oye, y no sé si será el aire, o que estoy entre el cielo y la tierra, sola -aunque alguien pulule por allí-, que me limpia «toa» de los pensamientos enmohecidos. También paseo por tierra adentro y busco el eco entre las montañas para insultar a estos pensamientos repetidamente con esa reverberación incansable, pporque no tengo ganas de perder el tiempo con ellos.
El viento es mi caballero andante, aunque yo sea una Aldonza venida a menos, jejejjeje, y me defiende de todo los pensares incómodos y me dice en ese «shissss» que suena al rozarme las orejas, que tranquila, que todo pasará; tanto me salva y me lava que me hace llorar, pero comparado con la inmensidad del mar son cuatro gotas, y ya que estoy tan cerca de ese mar, asumo ese dicho de «pelillos a la mar», y es que me así depilo el alma de las velludas ideas malsanas. Me hago una trenza con lo que me queda y regreso al hogar con una sonrisa de luna creciente que ya, ya.
Y si tengo que beber o comer algo, que sea rico y con ese toque de prohibido a mis problemillas, porque no me arrepiento de haberlo comido-bebido, (ocurre cada muchos meses), sé que no debo, sé que me sentará mal, pero como es algo que «eleva» el espíritu, disfruto de ese momento o de otras alternativas de risas, o de contacto con gentes, que todos tenemos buenas energías y el que no, es porque se le olvidaron en casa y otro día vendrá con ellas. Qué no me río, bailo; qué no, converso; qué no, pienso, siempre busco la manera de llenar los adentros de algo o alguien positivo.
Ay, mira tú por donde, la hemos liado vía ondas, hum, ondas-olas, mira tú, un mar internauta, ¿oyes como suenan los embates del agua en la playa de tu casilla de comentario? Ten en cuenta que lo que te llega es una marejada de «senti-verdad», de «senti-alma», no de senti-miento ni de senti-mental, jejejejjej.
Espero que uses toallitas para limpiarte de mi chocolate “morril”. Jajjjajajaja, eres la monda en bicicleta; por cierto, el otro día en esa atalaya, había un árbol con un fruto que nunca había visto, porque esto del cambio climático tiene su cosa, tenía colgada de sus ramas ¡una bicicleta!, y tengo fotos, dos. Dioses, si me hubieran pillado riéndome sola a mandíbula batiente, me enchironan o algo.
Aún tengo el paladar por pelar del abrase chocolatero.
Un abrazo apretujado, de ese que da el agua cuando sube la marea, rodeando poco a poco, delicadamente…
Lines