106. Monstruoso
Monstruoso es, mi vida, despertar en la alborada y no escuchar tu respiración serena a mi lado. Monstruoso es mirar al cielo y no ver estrellas que recuerden el brillo de tus cenicientos ojos y que la luna no vista de plata tu dulce y nívea piel. Monstruoso es observar con los pies húmedos bajo la lluvia, como otro acaricia tus labios mientras limpia en ellos la espuma de mis sueños. Monstruoso es cruzar a nado la laguna Estigia para cerciorarme que Caronte ha zarpado con su barca, para llevarte allí donde no quieres nunca llegar. Monstruoso es, mi vida, buscar a tientas en tu lecho y sólo hallar tu cuerpo yermo, lívido y frío por estas, mis manos errantes por tu cuerpo, que no lograron encontrar en tu corazón ese hueco que me pertenece por derecho. Monstruoso fue oler miedo donde el aroma de tu amor sólo debería embriagarme. Monstruoso fue escuchar de tus labios la palabra mágica antes de lavar mis manos en tu esencia: Monstruo…
Muy romántico tu monstruo, y sobre todo poético.
Muy bueno…
Un abrazo y suerte.
Palabras muy amables para un monstruo…
Muchas gracias y un saludo
Casi poesía. Lo dotas de mucha fuerza sin dejar de apuntar hacia ese monstruo que exigía la consigna. Mucha suerte 🙂