De carteros
Paloma Casado ha querido, con su relato Los mensajeros, rendir homenaje a todos aquellos carteros que recorrían los pueblos a bicicletas repartiendo el correo. Para acompañarlo he pensado en este pequeño fragmento de la obra maestra de Jacques Tati, Día de fiesta (Jour de fête, 1949), su primer largometraje.
«Cuando los bárbaros invadieron el país, apresaron a todos los carteros. Entonces nos preguntamos sobrecogidos por qué habrían elegido a esos civiles, inocentes como las aves del cielo. Qué peligrosa resistencia podían oponer armados con sus bolsones de cuero. Solo eran los encargados de comunicar las novedades de las cosechas, las bodas, defunciones y nacimientos a los ausentes, los que transportaban los abrazos de las madres, los que confortaban a las familias de los soldados que sobrevivían en las trincheras, los mensajeros de los besos de los amantes.
Nos gustaba salir a su encuentro cuando oíamos sus silbidos, esperar anhelantes los sobres que rasgábamos satisfechos y leer, primero con urgencia y luego paladeando cada frase, las cartas que nos entregaban.
Así, sin las noticias de nuestros seres queridos, fuimos sucumbiendo al desaliento y un pueblo que ha perdido la esperanza, es un pueblo fácil de vencer.
Por todas las cunetas quedaron abandonadas cientos de bicicletas herrumbrosas bajo el sol y la lluvia de una tierra baldía.»
Gracias Gina. Ese gran Jacques Tati!
Me gusta todo, el texto de Paloma y el acompañamiento del gran Tati, bien elegido por Ginette.