BOY22. EL SECRETO DE BLANCANIEVES, de Juan Igarreta
El corazón de Blancanieves ya tenía dueño antes de caer dormida bajo los efectos narcóticos de la manzana. El afortunado era uno de los enanitos, el llamado Sabio. Blancanieves nunca había conocido a nadie que como Sabio tuviera respuesta para todo. Ella lo admiraba profundamente y se quedaba todas las noches embelesada escuchando sus apasionantes relatos. Sabio solía decir que a él ya nada le sorprendía porque era conocedor de todos los secretos. Blancanieves, que por el contrario se sorprendía por todo, quedó hechizada por Sabio desde el primer momento. Pero ella, sabiéndose muy querida también por los otros seis enanitos, no encontraba el momento para declarar su amor a Sabio. Y mantuvo en riguroso secreto sus sentimientos durante mucho tiempo.
Y fue aquel día, en el que Blancanieves despertó del eterno sueño con el apasionado beso del apuesto príncipe, cuando abriendo los ojos y ante el asombro de todos, exclamó: – Sabio, ¿quién te enseñó a besar?
Ante estas palabras y viendo que Blancanieves solo tenía ojos para Sabio, el príncipe se marchó desconcertado. Y Sabio, que creía conocerlo todo y que nunca nada más podría sorprenderle, comprendió, perplejo y ruborizado, que del amor lo ignoraba todo.
Este es genial. Otro de mis votados, por supuesto. Felicidades a quien lo haya escrito.
me ha gustado muchísimo porque ya esta uno harto de príncipe tan «bello» y probablemente tan «caballero»…
Qué romántica historia, y qué bien contado. Enhorabuena al autor/a.
Bajo una apariencia de cuento dulce, su significado es más que un secreto. Irónico. Bien trazado.
Buenísimo de principio a fin ,sin desperdicio, felicitaciones- A SU AUTOR Héctor