56. El último viaje
La veo.
Sé que ella también.
Y
recuerdo los sueños que compartimos. Las ilusiones que imaginé cumplir alguna vez: Volar por encima de los árboles, escondiendo en su cesta un ser de otro planeta, ganar un Tour, pedalear por carreteras y calle que nos llevaran a nuestra incierta adolescencia, coronar un puerto de montaña animado por un manantial de voces desconocidas, buscar una aventura sobre los raíles de una vía muerta.
Me mira a través del escaparate.
Sé que me mira.
Pero
he de desprenderme de ella. He de hacerlo si quiero seguir viviendo. Si quiero seguir soñando. No debo dejarme arrastrar por las facturas impagadas y por el alejado futuro de un trabajo cercano. Debo cambiar mi presente con el dinero del que se compone mi pasado. Debo ser lo que nunca he sido: práctico.
Adiós, bicicleta de sueños anaranjados.
Adiós.
Y
me voy sin mirar atrás. Sin querer ni poder mirar atrás. Sé que ella tampoco puede hacerlo. Sé que sólo observa mi marcha y no puede repasar las caídas, las marcas e historias que surgieron y los recuerdos que ahora invaden mis lagrimales.
Y que me impiden volver atrás y recuperarla.
Ella quiere.
Yo no debo.
Me ha gustado tanto más cómo has contado la historia que ella en sí y creo que en esas pausas y cambios de párrafos es donde has logrado captar mi interés. También es verdad que la historia es muy tierna, como cualquier despedida. Felicidades
Hola Esther!!!
Gracias por tus palabras, gracias por quedarte y opinar. La verdad es que lo que más me costó fue encontrar una forma para esta despedida especial. Rodaron muchas posibilidades en mi cabeza hasta que quedó está.
Un abrazo y gracias por tus palabras,
Marcel
Tú lo acabas de contar a la perfección. Dos seres hechos el uno para el otro.
Me ha encantado la forma en que lo has relatado. Te deseo suerte.
Ton.
Hola, Ton!!!
Gracias por detenerte y opinar. La forma es lo que más me costó de realizar ya que quería encontrar una forma diferente y poco convencional para describir la despedida. Quería lograr una emoción, un algo.
Gracias por tus palabras y tus deseos,
Marcel
El cambio es la ley de la vida. Y aquellos que sólo miran al pasado o presente definitivamente perder el futuro.
Hola Oban!!!
Gracias por tus palabras y tu reflexión. Es cierto que hay que mirar hacia adelante y no quedar atrapado en el ahora ni en el pasado.
Un abrazo,
Marcel
Marcel. buena historia llena de descripciones. Suerte y saludos
Hola Calamanda!!!
Gracias por tus palabras. Gracias por dejarlas prestadas. Buscaba una manera diferente de contar la historia y buscaba descripciones que pudieran emocionar o permitir el recuerdo de algo soñado o querido.
Gracias por los deseos. Un abrazo,
Marcel
Excelente descripción con mucho sentimiento, ser práctico por necesidad pero dentro queda esa espina que nos hiere.
Muy bueno!
Un abrazo y suerte.
Hola El Molí!!!
Gracias por tus palabras. Gracias por tu opinión. Pero la verdad es que en el mundo hay gente poco práctica, que vive de sueños y que, en el momento de enfrentarse a la vida real, le cuesta. Ya que le toca desprenderse de sus sueños.
Un abrazo y gracias por los deseos,
Marcel
Desprenderse de un sueño siempre es difícil, tu protagonista tiene que ser práctico para avanzar. Qué dura la lucha entre el «deseo» y el «debo». Mucha suerte Marcel.
La dureza de desprenderse de algo querido que forma parte de nuestra historia no es algo irreal en estos tiempos. Las necesidades primarias contra las ilusiones.
Un abrazo