92. La bicicleta de la señora Carmen. (Asunción Buendía)
En cuanto supo que tenía nueva vecina, doña Carmen llamó a mi puerta para presentarse. Era una mujer preciosa, a sus ochenta años largos conservaba un distinguido porte y me sorprendió comprobar cómo congeniamos de inmediato.
Tanto que decidimos adoptarnos. Al fin y al cabo a mí me faltaba una abuela, ya que no había conocido a la mía materna y ella decía no tener hijos y añoraba la compañía de algún nieto.
Sin embargo, mi madre no entendía esta complicidad.
Mi madre era adusta y desconfiada, quizá porque perdió a la suya cuando era muy niña en traumáticas circunstancias.
Una tarde Carmen me regaló uno de sus mayores y mejor conservados tesoros: su bicicleta. Una reliquia de los años 40, pero tan limpia y dispuesta, como si nunca hubiera dejado de usarse.
Como no me cabía en casa me convenció para que la guardara mi madre. Aunque precisamente ella aborrecía, sin saber exactamente por qué, las bicicletas. Carmen insistió: “Tú dile que venga, que esta le va a gustar”.
Cuando la vio, dudó unos segundos pero pasó su mano por el lomo metálico, acariciándolo, como si ya conociera ese tacto. Luego miró a Carmen y temblando dijo: “¿eres tú?”
Hola Asun, qué casualidad, la madre de tu protagonista aborrece las bicis igual que el prota de mi relato, y ninguno de los dos sabe por qué.
Me gusta la forma tan bonita de encontrarse con su abuela… aunque me dejas con las ganas de conocer que relación tuvo con esa bici.
Un beso y mucha suerte.
Ya leí tu relato, es verdad que coincidimos en esos secretos alrededor de una bicicleta. En mi caso la madre debió de abandonar a su hija y quizá lo hizo usando esa bici. De ahí su odio a ellas. Luego el destino une a estas tres generaciones de esta familia y el nexo es la bici.
Un beso y también suerte para ti.
Mª Asunción, bonita historia y fenomenal final. Suerte y saludos
Gracias, son enredos de familia, con bici de por medio.
Un beso.
Una propuesta muy tierna, donde una anciana señora y una anciana bicicleta forman un «tándem».
Mis felicitaciones, Asunción
Si Mª Jesús, y el tándem se completa completa las piezas del rompecabezas familiar.
Besos
Una anciana que conserva una belleza digna, al igual que conserva una bicicleta única, que ha sido algo más que un objeto.
Suerte y un saludo
Gracias Ángel. A veces las casualidades y los objetos se alían para reunir familias, como en este caso.
Un abrazo.
Muy tierno, Asun, y un final que te hace abrir los ojos y releer para degustarlo mejor. ¡Suerte!
Lorenzo, quise dar una vuelta de tuerca al destino de tres generaciones y darle a la bicicleta un significado especial.
Un abrazo
¡Vaya historia! Un círculo generacional completo, un poner orden en este sistema familiar roto. Una bicicleta da la posibilidad del reencuentro.
Buen fin has imaginado para tu bici!
Besos
Así es Isabel, había imaginado mil historias alrededor de una bicicleta, pero finalmente fue esta la que se vino a ENTC.
Un beso.
Está muy bien está historia de secretos familiares que siguen escondidos tras el relato.
Bien hilado y agradable.
Abrazos
Gracias Javier, son asuntos de familia muy corrientes aunque no lo parezca.
Un abrazo.
El circulo de tres vidas que se cierra con la bicicleta. Un objeto que las une y desvela secretos.
Magnifico relato Asunción. Suerte.
Gracias Belén, como bien dices es un círculo que de manera casual y en «bicicleta» se ha cerrado.
Un beso.