Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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94. En el centro comercial

Aquel desarrapadillo se sentó en mis rodillas y mientras el fotógrafo disparaba el flash, comentó con desparpajo:

— Hola. Me he portado bien. Estudio y hago los deberes, obedezco a mis papás y quiero mucho a mi hermanita Violeta.

— Muy bien, campeón, ¿cómo te llamas?

— Carlos Martínez. Calle Santander 13, puerta 5.

— ¿Has entregado tu carta al paje?

— No he escrito ninguna; no necesito nada.

Esas palabras me sorprendieron. Dirigí entonces la vista hacia su madre, una mujer ojerosa que al cuidado de un viejo carrito de bebé y con un abrigo que también parecía prestado, nos contemplaba sonriendo.

— ¿Y eso? ¿Por qué no quieres nada, Carlos? Entonces, ¿para qué has venido?

— Soy pequeño, pero no soy tonto, Melchor o como te llames. Sé que el día de Reyes tendré algunos juguetes usados que mi padre habrá sacado de algún sitio. Por eso solo quiero pedirte que a él le consigas una bicicleta. Ayer le robaron la suya y necesita una para ir a trabajar. Júrame que lo harás. Sé que puedes aunque no seas ni rey, ni mago. Júramelo, anda. Tienes cara de buena persona, Melchor o como te llames.

8 Responses

  1. María Jesús Briones

    Leyendo el relato, me ha venido a la cabeza «Ladrón de bicicletas», sólo que narrada desde el punto de vista de un niño pobre.
    Muy emocionante, Rafa

  2. Ángel Saiz Mora

    Al igual que a María Jesús, tu relato me ha recordado la película «Ladrón de bicicletas», todavía la tengo en VHS. Lo difícil va a ser que Melchor o como se llame cumpla el sensato deseo del niño, y de no hacerlo, la consiguiente decepción, aunque, a la vista de su madurez, seguro que no le pilla de susto.
    Suerte y un abrazo, Rafa

  3. Me recordó a las sallidas navideñas en busca de los reyes que se ponían en las puertas de los grandes almacenes.Pero claro tu relato tiene un regusto amargo, al margen de esos nostálgicos recuerdos.
    Saludos.

  4. Javier Palanca

    Listo el niño, por intentarlo que no quede. Agradable lectura aún con ese trasfondo de injusticia social.

    Abrazos

  5. Mª Belén Mateos

    Madurez temprana, realidad triste y desoladora, deseo de un niño que sin caprichos solo espera cumplir con la única linea de su carta no escrita: Una bici para que su padre pueda seguir trabajando.
    Genial Rafa, suerte.

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