ABR118. COTA DE MALLA Y HORMIGAS, de Jordi Llorens
Tengo un amo de lo más distraído. Un despistado puro. Además, es parco a la hora de pagar mi trabajo, tanto en monedas, como en palabras de agradecimiento. Por lo tanto mis esfuerzos por complacerle están marcados por la indolencia. Ahora está terminando de colocarse el yelmo, pero de mi brazo derecho cuelga todavía su camisón de lino. Como casi siempre que hay batalla y esta tenso, se le ha olvidado pedírmela. Y a mí no me han instruido para tener iniciativa. Espero que las hormigas,que se me han colado sin querer en su camisón,no tarden demasiado en cosquillear su noble espalda,porque es el mejor en el arte del baile de San Vito. Como se menea! Y yo merezco una recompensa en forma de diversión!. Ya reconozco ya, que es difícil rascarse vestido con una cota de malla de 20 Kilos. Pero él es el caballero. Su destino está escrito con letras doradas. Le esperan grandes gestas. Aunque la de hoy se limitará a que consiga rascarse. Para mí, será un día más de vida. En el campo de batalla, los escuderos podemos rascarnos, pero somos blanco fácil para las espadas y las lanzas.
Interesante relato, entretenido.
Albert l.
muy visual esto de una armadura bailando y rascándose…
jajajajajajajaa… Muy entretenido.
Suerte. Un saludo.