ABR106. VOLVER A EMPEZAR, de Esperanza Temprano
Lleva días vigilando la mazmorra a la espera de que llegue el momento de liberar a su dama. Cada noche aposta su caballería a la sombra de la luna y espera a que el dragón se duerma, entonces se acerca todo lo que la prudencia le permite y oye sollozar a su amada. Aprieta los dientes y los puños y se jura a sí mismo que la rescatará aunque le vaya la vida en ello. Mañana cuando amanezca y el dragón parta para la fábrica, trepará hasta su balcón y la buscará entre un montón de ropa para lavar y una pila de cacharros que fregar, la tomará en brazos y sorteando las ollas que burbujean al fuego, acariciará su pómulo quemado por la llamarada de la bestia y calmará con besos sus labios calcinados. Luego partirán sin demora hacia el hogar que no llegaron a formar… allí donde no les pueda alcanzar la maldita historia que nunca debió suceder.
El pudo ser y no fue de esta historia me ha atrapado. Todo me gusta en el relato, todo. Muy bien intercalados los elementos de la realidad con los de la ficción. Y triste argumento.
Un abrazo.
Gracias Susana, triste argumento, tienes razón, pero más habitual de lo que quisiera desear. Ojalá que todas las pobres mujeres que sufren violencia de género se encontraran con un caballero así que las rescatara.
Un abrazo,
Hay dragones de dos patas. Muy bien llevado tu relato y con otra mirada a una realidad dura.Juegas muy bien con los personajes y engañas con maestría al lector.
Dicho esto, las damas no deben esperar que ningún caballero la salve de dragones. Deben buscar también ellas la puerta de salida, decir adiós al dragón y empezar una vida libre y digna.
Tu lenguaje poético y tierno y como siempre de placentera lectura. Un abrazo y felicidades.
Gracias por tu comentario, Antonia.
Tienes razón en que las damas no deben esperar que ningún caballero las salve de los dragones, pero cuando están secuestradas en sus mazmorras pierden su dignidad y su autoestima y son incapaces de liberarse sin ayuda.
Un abrazo,
Triste historia, muy bien llevada mediante comparaciones y metáforas de seres fantásticos, que endurece, si cabe, el maltrato que sufre la protagonista (otra cenicienta infeliz). Ese partir hacia «un futuro pasado donde no les alcance la historia que nunca sucedió» es, para mí, la joya de la corona narrativa de tu relato.
Un abrazo, Esperanza.
Gracias por tu comentario, Petra. Otra cenicienta infeliz y eso que afortunadamente fue rescatada de su infierno.
Un abrazo,
Me parece fenomenal el tono y el ritmo de la historia. La aparición de «fábrica» es clave para comprender el peso y la esclavitud de lo cotidiano, pero nos sugiere también que el final no será fantástico y feliz sino real y triste. Y con qué sutilidad lo sostienes… me ha gustado mucho.
Abrazos
Gracias Ana por tu comentario.
Un beso
Gracias Susana, me alegra que te haya gustado y que hayas captado el peso de la palabra «fábrica». Un placer tu comentario.
Abrazos,
Esperanza, muy buen trabajo. Es muy profundo y didáctico. Te deseo mucha suerte, Sotirios.
Gracias, Sotirios, por tu comentario. No pensé en darle un sentido didáctico, está de más tener que enseñar a la gente a no maltratar a los demás.
ESPERANZA, tu cuento es el ideal de todos los cuentos; dama enamorada que espera a su amado, hasta que este pueda ocuparse de su destino. Ritmico y con ese final abierto se lee muy bien. Suerte y saludos.
Gracias Calamanda, el rescate es el ideal pero el estado en que la rescata, deja mucho que desear.
Saludos,
esta es una historia que cala muy hondo, es doloroso lo que contás pero tan real esa vivencia de desprotección y desamparo de muchas mujeres. Como decís, ojolá hubiese más príncipes al rescate. Sin embargo, es posible salir de esta situación sin príncipes. Sin clavos que saquen otros clavos!! Un abrazo y gracias.
Miquita, es cierto que muchas mujeres viven en esa situación de desamparo, pero no es nada fácil, para ellas, salir solas de ese infierno.
Saludos,
Un rescate de lo más real, ojalá cada una de esas damas maltratadas, encontraran un caballero que fuera a rescatarlas. Quizás el rescate llega un poco tarde, se reflejan daños no reparables, pero el afán y la lucha por salvar a la dama hacen del caballero esa persona que daría cualquier cosa por vivir la historia que le negaron y olvidar la realidad, demasiado dura.
Genial Esperanza. Un abrazo y suerte.
Gracias Yashira, por eso se titula «Volver a empezar» por la necesidad de vivir la historia que le negaron.
Un abrazo,
Ingenio te sobra, Esperanza. Me ha gustado mucho ese enfoque tan actual del maltrato. Un giro en la historia para dejar de ser cuento y empezar a ser realismo. Te veo bien situada a fin de mes.
Gracias Ximens, no te creas, las musas me abandonan con mucha más frecuencia que la que me gustaría. Lo de la posición de salida es imponderable, ya lo sabes.
Un abrazo,
Muy bien ambientado y con un mensaje duro en el que se abre paso la ternura.
Me sumo a la opinión de Ximens.
Suerte.
Gracias Yolanda, qué bien que hayas percibido la ternura.
Saludos
Esperanza, ya el título prometía y el microrrelato se adentra, con literatura fina, en ese drama que son los malos tratos. Muy buena esta historia en que los dragones son unos angelitos comparados con esos maltratadores de mano caliente.
¡Suerte para el concurso!
Besos, Escritora.
Nicolás, los dragones siempre serán dragones, aunque se disfracen de príncipes.
Gracias y un beso
Qué bonito Esperanza, qué bien llevado y qué tierno. Felicidades.
Un beso
Gracias Paloma por tu cariñoso comentario.
Un beso,
Triste pero muy bonito. Me ha gustado mucho.
Suerte.
Un abrazo.
Excelente relato, Esperanza. Me gusta mucho el modo en que la historia va trenzándose desde ese cuento inicial de princesas, dragones y caballeros al rescate hasta esa otra crónica del maltrato de la mujer, tan actual y por desgracia aún frecuente en nuestros días. Enhorabuena.
Un abrazo.