ABR61. ¿ELECCIÓN ERRÓNEA?, de Antonio Nieto Díaz
Hace muchos siglos fui un caballero de los de la Tabla Redonda. Me quemaron en la hoguera por mis convicciones contra el misticismo, la reencarnación y mi ateísmo…: eran tiempos difíciles.
Un día desperté en una inmensa sala circular de brillantes baldosas bicolores, repleta de gentes calladas y de extraños y diferentes ropajes. Todos, movidos por una extraña fuerza, nos precipitábamos hacia uno de los lados de la gran sala de donde partían dos grandes cajas metálicas en direcciones opuestas.
En la puerta de una de ellas había un letrero que informaba: “al cielo”, y en la otra, un cartel similar que rezaba: “al infierno”. En medio de las dos había una placa dorada con instrucciones para tomar uno u otro de los extraños artefactos: se dejaba al libre albedrío la decisión del viajero según su propia conciencia; aunque con letras brillantes y luminosas se advertía del castigo eterno, en caso de una elección errónea.
Sin dudarlo elegí el infierno.
Antonino, el libre albedrío es un lujo; cada vez más inalcanzable. Suerte con tu relato fluido y origininal. Saludos.
Inquietante texto, Antonio, más complejo de lo que aparenta en una primera lectura, de los deja unos cuantos huecos para que el lector los complete en su cabeza (la clave de los buenos micros, sí señor!!).
Me gusta cómo tu narrador mueve los hilos de un modo delicado, vaporoso, obligándonos con sutileza a que nos posicionemos.
Como pequeña pega, le pondría alguna repetición de sonidos dentro del texto que se podría evitar (misticismo-ateísmo, informaba-rezaba-dorada en casi la misma línea…)
Buen trabajo, sin duda.
Un abrazo y mucha suerte.
NACHO RUBIO
Nacho, mójate fue buena o no la elección y porqué.
El fin de este relato es dejar al lector opine si la elección fue buena o mala.Si hay varias opiniones daré la mía al final del mes. Confieso que hay algo de provocación en el micro.
O estoy yo de buen humor o este relato me ha parecido de los más simpáticos. Y el broche del cierre, magnífico, Antonio. Creo que has ido tejiendo con sedal de pescar y con un hilo muy fino un relato pachtwork de lo más irónico.
Me ha encantado leerlo.
Como pega, algo falla la puntuación, comas y eso.
Un abrazo.