33. Y LO HIZO A SU MANERA
Entré en el despacho donde estaba Él, de espaldas, ante dos grandes pantallas. Me invitó a sentarme a su lado mientras “resolvía una situación”.
En una pantalla se observaba a un soldado que portando una bandera, ascendía la ladera de un monte. Con cara compungida, rezaba y pedía a Dios, que pudiera clavar la bandera en lo alto del monte y poder salir vivo de su misión.
En la segunda pantalla, otro soldado del ejército contrario, portaba su bandera y ascendiendo penosamente por la ladera opuesta, rogaba a Dios, que le permitiera izar bandera en la cima y salir ileso de aquella misión.
Ambos soldados se encontraron frente a frente, apuntándose con sus fusiles, las banderas en el suelo y los latidos de corazón casi eran audibles.
“Quiso el azar” que el soldado se fijara en el fular con imagen de los Beatles que su enemigo llevaba asido al cuello y emocionado le confesó que también era fiel admirador de Beatles.
Armas en el suelo, dos banderas izadas y atadas por un fular de Beatles; dos hombres abrazados cantando “All you need is love” y una vez más, Él, Dios había ganado la batalla… y lo hizo a su manera.
IsidroMoreno
No me extraña nada, con ese optimismo que te caracteriza y sabes contagiar, que hayas compuesto un relato en el que los milagros son posibles. También estoy de acuerdo en que utilizar para ello a los cuatro de Liverpool es de lo más apropiado; con todos mis respetos a Sinatra, musicalmente pienso que no hay nadie más milagroso. Una vez más combinas el humor y la sorpresa. También, una vez más, me has hecho disfrutar de tus letras, como el otro día de tu compañía. Eres un fenómeno.
Un abrazo grande, amigo. Suerte
Si no confiamos en los «milagros» ni le damos un poco de chispa y humor a la vida… mal vamos amigo Angel, aunque he de reconocer que tus palabras, siempre generosas, me ayudan mucho a seguir en esa línea de optimismo.
Muchas gracias por dedicarme tu tiempo y halagos porque yo si que te considero un tío grande, como persona y como escritor.
Un fuerte abrazo y espero que nos volvamos a ver en otra quedada.
Muy divertido tu relato Isidro y muy original tu interpretación del tema de esta temporada.
En menuda disyuntiva pusiste a Dios,pero esta vez salió victorioso y la resolvió gracias a la aportación inestimable de la música.
Me encantó el encuentro del sábado para volver a encontrar a compañeros tan especiales como tú y gracias de nuevo por tu tuneado. Un abrazo
Gloria Arcos
Efectivamente el tema principal del relato era «poner en un brete» al mismísimo Dios que recibe tantas solicitudes de ayuda -incluso contradictorias- cuando éstas se le escapan al Hombre y, o las deja al azar, o a la Divina Providencia. Como se supone que Dios puede con casi todo, aquí llegó en modo de… «Quiso el azar» y de esta manera encontró un elemento de unión a dos enemigos que aparentemente estaban separados. Ese elemento de unión fue la música que es un gran sentimiento para el alma y dentro de la música, unos grandes… los cuatro de Liverpool que tanto han marcado en nuestras vidas.
Muchas gracias Gloria por tus palabras. Estuve encantado con tu presencia y la del resto de asistentes. Estas reuniones, también marcan.
Un abrazo.
Lo que no consiga la música, ¿verdad Isidro? Cómo se nota que tú mismo eres un músico virtuoso, así has logrado inspirarte para esta escena de confrontación bélica. Me gusta tu final feliz y tu confianza en el ser humano. Tres hurras por ti y muchos besos.
Jajaja!, gracias Belén por lo de virtuoso. Ya me gustaría a mí serlo. soy un simple aficionado a la música y a otras cosas, más por curiosa inquietud que por otros motivos. Se dice en mi tierra que «quien mucho abarca poco aprieta», pero a mí no me importa pues yo digo que en la variedad está el gusto y así me lo paso bien.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Un fuerte abrazo amiga Belén.
Ojalá la música de The Beatles sirviera para desterrar lo que estamos viviendo estos últimos días. All you need is love. Gran relato Isidro. Un abrazo.
Ojalá los problemas se pudieran dirimir con música. ¡Sería la leche!.
Muchas gracias amigo Angel por comentar y seguirme en FB.
Un fuerte abrazo.
Un relato original y muy agradable de leer en estos tiempos.
La música y la gastronomía hacen milagros. Doy fe de ello.
Abrazos
Me alegra que te haya gustado. Confiemos en que sigan haciendo milagros la música, la gastronomía, la literatura, la pintura… etc.etc. tantas cosas que enriquecen el cuerpo y alma de estos pequeños seres que habitamos el planeta.
Un abrazo.
¡Y vaya si lo hizo, Isidro! Ahora bien, esa frialdad divina de estar impasible viendo dos pantallas a la espera de que se resuelva esa «situación», tiene una parte de cierta maldad… ¡Un Dios omnipotente, omnisciente, entretenido con dos insignificantes humanos! Supongo que por aquella de su «omnisciencia», un atributo exclusivo de Dios, Él ya sabía lo que iba a suceder.
Me gusta particularmente esa construcción paralela de los dos soldados ascendiendo por lados opuestos de la colina para, finalmente, encontrarse en la cima.
Si estuviéramos en otro punto de encuentro, con ciento cincuenta palabras menos, te diría que ahí va mi me gusta. Aquí te puedo confesar que me ha encantado tu historia y sobre todo tu manera de narrarla.
¡Enhorabuena y muchísima suerte! Cuentas ya con una ayuda muy estimada: la de Él.
Un fuerte abrazo.
Bueno, no es tanta la frialdad de Dios. Al escribir este relato, me iba a más de 500 palabras que lamentablemente tuve que reducir a 200, las máximas que permite este maravilloso concurso de ENTC, pero en él describía todo un sistema de enjuiciamiento por operarios -ángeles- de dios de todas las razas y con cientos de puestos -pantallas- de observación y que las decisiones más complicadas se las pasaban -informáticamente- a Él. Este es uno de los dilemas que le pasan sus colaboradores y que Él, con su sabiduría y veteranía, soluciona para ambos, buscando y encontrando un punto de encuentro con el que evitar la pérdida de ninguno de sus fieles seguidores y para que no se viera su mano -que nunca se ve- se dice «quiso el azar»
Mil gracias por comentar amigo José Antonio. Ah! ya no creo que pudiera reducir a 50 palabras este relato. ¡Demasiado!
Un fuerte abrazo. (Te echamos de menos en la quedada relatista)
En esta ocasión, Él sabía la debilidad de ambos. Por algo era Dios.
Muchas gracias por comentar.
Un abrazo, Juan.
Se dice que la música domestica las fieras y tu lo has demostrado con tu relato.
Muy bueno.
Un abrazo y suerte.
Creo que la música podría ser el elemento más unificador existente entre las gentes de todo el planeta.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo.
¡PABERNOSMATAO!
Sí. Claro que entiendo y agradezco tu comentario, de hecho el relato en mi blog tiene la fotografía a la que creo que te refieres, pero me sorprendió el larguísimo comentario de google que me anexaste, pues yo pensaba que estaba limitado el espacio de comentar.
Nuevamente gracias, Ana.
La música no solo calma a las fieras, también une a los hombres. y en tu caso, para guerras.
Una apuesta muy tierna, Isidro, me ha gustado mucho.
Un abrazo y ¡mucha suerte!
Yo creo que no solamente la música tiene la facultad de amansar, sino cualquier otro sentimiento que una a las partes. En mi relato era, básicamente, la búsqueda del sentimiento común entre ambos soldados -en este caso- y que Dios, encontró y le sirvió para solucionar el dilema, o el «brete» que comentaba antes, en que le quise poner ante dos seres que mediante la fé en Él, le ruegan, pero lógicamente, los intereses son opuestos, o el uno, o el otro. y Él dictamina que se salven los dos.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Besos.
Bonita imagen de paz, Isidro. Un abrazo.
Solución salomónica sin derramar gota de sangre. Ojalá siempre se pudiera aplicar a los conflictos.
Muchas gracias por pasarte por aquí.
Un beso.
Wow! Qué manera de ser optimista y de contarlo… Ojalá Dios fuera como lo describes Isidro. Ojalá. La música maravillosa siempre aporta paz y felicidad. De eso no hay duda y tu linda historia lo certifica. Un abrazo!
Lo acertado de Dios ahí, fue encontrar el punto en común ante dos seres que en principio, se creen completamente opuestos.
El optimismo está en, al menos, querer encontrar los puntos que unen entre las partes. Creo que solamente la búsqueda de esos nexos, merece la pena y ya se está en el camino de la paz.
Me alegro que te haya gustado.
Un beso, María.
isidro, además de cuerpos somos almas y a ella le llegan detalles imperceptibles como el que cuentas. Suerte y saludos
Muchas gracias por leerme y comentar. Un beso Calamanda.
Una buena banda sonora hace milagros, y nunca mejor dicho con este guión que le has escrito.
Un saludo, Isidro
La verdad es que yo también estoy convencido de que la música puede hacer milagros.
Muchas gracias Margarita por tu gentil comentario. Un beso.
Has sabido combinar a la perfección la música, con las naciones, el alma, el corazón humano y la gran sabiduría Divina.
Como músico y relatista de afición y convicción te has marcado un gran relato donde nos dejas impresa la emoción de querer una paz y abrazarla con un sencillo símbolo como es un fular que une dos mismos gustos.
Un placer leerte y otro mayor haber compartido contigo ese maravilloso día en Madrid.
Un beso grande Isidro.
Me alegro que te haya gustado, pero más me alegra haberte conocido en persona. Muchas gracias por tu generoso comentario.
Un beso.
Pues mira, Isidro, me has arrancado una sonrisa, y me ha costado cero imaginarme a ese Dios melómano, dirigiendo la vida de los hombres con una batuta en la mano.
Abrazo.
Me alegro por la sonrisa. De cualquier forma, no es nada fácil sostener la batuta, dirigir, resolver, decidir, ejecutar… son acciones que muchas veces «escuece», pues optar por una u otra opción no siempre es fácil. Qué harías tú si ambos soldados, enemigos entre sí, con creencia en el mismo Dios, al que cada uno, le imploran ser el vencedor… ¿A cuál te cargas? a uno, al otro, a los dos, a ninguno? Solución: buscar lo mejor de cada alma y lo comun entre ambas.
¡Que digo yo!
Gracias y un abrazo Carles.
Un relato muy original, y una imagen muy bonita. Está lleno de simpatía y me encanta como has resuelto ese momento que a medida que iba leyendo intuía trágico. Me alegra haberme equivocado. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias por tu simpático comentario.
Un fuerte abrazo Juan Antonio.