44. Mamá en domingo (Mar González)
Desde que nació, Marina se queda dormida escuchando mis cuentos e historias. Al principio, mientras la arrullaba entre mis brazos, le contaba los mágicos planes para el día siguiente y la lavadora se convertía en el monstruo de la colada al que no le gustaba comer colores mezclados. Cuando fue creciendo, los duendes de las cosquillas le recorrían el cuerpo buscando un tesoro oculto. Todavía hoy vienen, de noche en noche, antes de acurrucarnos juntas en la cama con algún libro infantil con muchas ilustraciones.
De momento, las letras no importan. Confieso que le narro los cuentos a mi manera, sin princesas cursis, con ranas que prefieren seguir croando en su charca para siempre y brujas de chocolate que hacen unas pócimas riquísimas.
Cada protagonista tiene mil y una historias a las que Marina le ha empezado a sumar las suyas propias. Ayer me dijo que Caperucita es el superman del bosque y, hoy, que la bella durmiente es una mamá en domingo a la que su hija despierta con un beso.
Un relato precioso. Me gusta desde el titulo al punto final.
Abrazos.
Y así es como debería ser siempre. Nuestros propios cuentos, nuestras propias historias, nuestra propia vida.
Muy bonito, Mar, precioso. Suerte y buena tarde.
Echo de menos esa época en la que yo hacía algo parecido con mis hijos; entre mi versión y sus aportaciones la historia original terminaba por parecerse poco a la del autor. Ya están creciditos, pero algún día tendré nietos, espero. No exagero si digo que son momentos por los que merece la pena vivir. Muy entrañable, Mar.
Suerte y un abrazo
Precioso relató el que te has marcado. La historia maravillosa de una infancia plagada de felicidad.
Bello hasta el límite, todo lo que nos narras aquí.
Enhorabuena,
Ton.
Oh qué final tan bonito! Es un cuento sencillo y precioso que nos toca la fibra a todos los que tenemos hijos.
Que puedo decirte Mar? no se si soy un abuelo muy baboso pero la realidad de tu relato me toca muy cerca. El abuelo cuenta cuentos es el premio de juntar flores transformadas en letras durante una vida.
Hermoso.
Un abrazo y suerte.
No sé si será por mi reciente abuelidad y que ya me veo pronto contando cuentos a la nieta, que me parece precioso tu relato. Además es que me gustan las buenas letras, esas que a Marina «de momento» no importan. Si publicas cuentos infantiles no dejes de decírmelo.
Suerte y besos.
Mar yo también me veo reflejada en tu historia. En mi caso yo les preguntaba de que querían que fuese el cuento, ellos me decían una frase y a partir de ahí todo era inventado sobre la marcha. ¡Eran momentos inolvidables!
Hoy ya no sé si he perdido esa capacidad de inventiva. Espero poder recuperarla si algún día me hacen abuela.
Enhorabuena por tu preciosa historia.
Muchos besos de
Gloria
Que tierno relato, preciosos momentos de felicidad diaria, cada noche cuando contámos cuentos a nuestros hijos, es una sensación única de complicidad maravillosa.
Gracias por traernos tan bonito relato.
Besos
¡Qué preciosidad!
Me encanta el tono de todo el relato. Imaginación al poder ens madre e hija! Genial.
Para postres, la guinda : la madre que en domingo es la bella durmiente. Encantador (y te tomo prestada la idea 😉
Un abrazo.
Carme.
Mar, muy tierno y bonito tu cuento, a la vez que cotidiano. Estas pequeñas-grandes cosas nos visten de fiesta. Suerte y saludos
Mar, muy bonito cuento, me ha encantado la última frase, llena de ternura.
Desde el principio al final me ha encantado. Tenemos que sacar esos personajes del mundo cómodo en el que lo hemos metido. Saludos, Antonio
Creo que todos contamos «nuestros cuentos», a nuestra manera. Siempre nos salimos del guión y creamos nuestras propias historias, y no solo a los niños.
Te ha quedado un relato bonito.
Suerte
Qué bonito ese momento de cada noche de contarles un cuento. Me sumo a los comentarios de los compañeros. Bonita historia que a muchos nos toca de cerca, ya seamos padres o abuelos. Mucha suerte 🙂
Bonita costumbre esta de contar cuentos,y dar ese toque personal que hace que se abran de par en par los ojos de los niños. Momentos irrepetibles.Mucha suerte,
Yo quiero seguir siendo rana croando en mi charco. Me ha encantado Mar, precioso. Sobre todo porque mi hija también se llama Marina y me gustaría que siempre creyera en los cuentos. Un beso.
Gracias a todos por vuestras palabras, recuerdos, cuentos… es un placer compartir estas líneas con vosotros. Aprovecho para desearon un feliz 2016 en el que sigamos siendo un poco ranas de charca, viviendo cada cual a su manera y disfrutando de la vida en general y de las letras en particular en este universo ENTC.
Un abrazo!