45. RAZONES (Beto Monte Ros)
A mi manera destapo las cañerías de mi casa, no soy plomero: también he corrido la distancia de un maratón sin ser un atleta. Cantar en el bar, con mis amigos, no me convierte en Sinatra y dudo que salir cansado del trabajo, llegar al hogar, ponerme el delantal, preparar la cena y fregar los trastos me haga ser un buen marido, si sólo lo hago por una chica que me espera, acomodada en un sofá, con la boca pintada y desnuda; junto a la que, cuando termino, me duermo, abrazado a su cuerpo de hule.
Me gusta este tipo que se esmera aunque se reconoce como un aficionado. No entiendo la metáfora de «cuerpo de hule» a no ser que sea una muñeca inflable.
Hola Paloma, gracias por llegar hasta mis “Razones”. Me complace que le agrade el tipo. Lamento que no entienda lo de “cuerpo de hule”. Si le da sentido que sea una “muñeca inflable”, su interpretación, para mí, es buena y valida.
Saludos.
Para todo existe un motivo, algo que sabe bien tu protagonista, consciente de que hace muchas cosas, al tiempo que no es experto en nada, aunque tiene claro que el motor que motiva todo su proceder es femenino. Al igual que Paloma, dudo de si ella es de carne y hueso, en todo caso, su efecto en él es igual de dinamizador. Dicen que para vivir no sólo hacen falta medios y salud, sino también motivos, en este caso las «razones» del título, cada cual, las suyas, a su manera.
Un abrazo
Así es Ángel, este tipo está consciente de sus limitaciones y sabe reconocer lo que él no es. Quizá su circunstancia particular sea “el motor que motiva su proceder”. Gracias por la lectura y tu juicioso comentario.
Saludos.
Razón bastante explícita, aunque el hule no se asemeja a una piel tibia, pero cada quien tiene sus gustos…
Original.
Un abrazo y suerte.
Cierto Moli, cada quien tendrá sus “razones” para sus gustos, algunas veces extraños. Gracias por tu amable comentario. Te recíproco el abrazo.
Saludos.
Beto, hay tantos motivos para llegar a casa y levantarse todos los días verdad y cada uno lo hacemos a nuestra manera. Suerte y saludos
Cada cual, a su manera, vive la vida que le ha tocado o la que escoge. A este personaje parece que sólo le gusta llegar a la casa por la “chica” que lo espera en el sofá. Gracias Calamanda por llegar hasta mi relato y dejar su comentario.
Saludos.
Un canto a la soledad, muy inspirado. En España tenemos este dicho «Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como». Creo que se adapta perfectamente a lo que nos has transmitido.
Saludos desde allende de los mares, Beto
Gracias María Jesús por profundizar en la historia. Una lectura muy inteligente y que ahonda en la intención de lo que he querido transmitir, la soledad del personaje. Me complace su lectura y comentario.
Saludos desde el Caribe.
Pero hombre… (Jajaja)
Pues sí, José Ignacio, eso mismo. Quería que el relato fuera divertido y cuando lo terminé también yo me reí, me alegro que lo hayas entendido. Gracias por pasar.
Saludos.
Beto, una historia que muestra la soledad del personaje y sus razones de afrontar la vida sin sentirse especialista en nada. Muy bien contado.
Este personaje vive en soledad y reconoce sus limitaciones, me alegra que usted lo note. Gracias Blanca, por acercarse a leer mi relatito.
Saludos.
Un cuento interesante por sí mismo, y que también podría ser el principio de algo mas extenso. A mí me hubiera gustado conocer un poco más de las pensamientos y de la vida del personaje.
Un saludo.
Creo que sí, sería interesante seguir ahondando en las “razones” que tiene el personaje para la vida que lleva, pero por ahora dejaré que el lector haga algunas conjeturas. Gracias andresrubio68, por tu amable comentario.
Saludos.
Las razones son importantes para seguir adelante, y recibir un abrazo, necesario para seguir buscando razones. Quizá algún día tu personaje avance lo necesario para salir de ese círculo.
Un saludo, Beto
¡Hola Margarita! Qué bueno encontrármela en mi relato para ENTC. Me alegra que mencione la referencia al abrazo, para mi esa es una parte importante de la historia, con él, más que lo sexual, quiero destacar la carencia afectiva del personaje. Gracias por llegar hasta aquí y dejarme su comentario.
Saludos.
Un relato que destila soledad. Unas labores en las que en ninguna es experto y no por ello deja de cumplir. Un final del día deseado para abrazar lo que quizás sea el motor y el sentido de su vida.
original planteamiento, nudo y desenlace para la propuesta.
Me encanta tu modo de escribir…»A tu manera»
Un abrazo grande Beto.
Mª Belén, ¡Hay demasiada amabilidad en sus palabras! sólo puedo darle las gracias por tan gene-roso comentario.
Saludos.
A veces sobran las razones y la manera en que uno se conduce en su vida es sólo eso, una manera de hacer que no necesita más justificación. Lo que sí sobra siempre son las sinrazones; y lo que no está nunca de más es leer tus relatos.
Saludos cordiales, Beto.
Siempre que la “manera de ser” de alguien no afecte a los demás, no deberíamos inmiscuirnos ni cuestionar las razones que tiene una persona para conducir su vida de la manera que sea.
Es un gusto encontrarte por aquí y, mucho más, que me regale tu lectura y el comentario, muchas gracias Notincgas.
Saludos.
Cuánta soledad hay en tu relato, Beto. Un tema que seguro que por estas fechas mucha gente se encuentra encima de la mesa, porque aunque hay personas que siempre están solas, hay momentos que parece que todo se los recuerda. Muy acertado ese tono que has utilizado, a mi entender. Mucha suerte 🙂
¡Hola Juan Antonio! Me alegra poder saludarte. Este microrrelato lo pensé, primero, como una historia de navidad para reflejar la soledad del personaje en esta fecha, pero entre los distintos borradores al final salió éste. Me complace que te guste la manera en como cuento la historia, muchas gracias por tu comentario.
Saludos.
No solamente las heroicidades nos convierten en héroes, a veces vivir es ya una gran hazaña. Nuestro protagonista, en soledad y sin la gasolina afectiva que nos mueve en la vida, es consciente de su humanidad y limitaciones. Esa mujer, ya sea imaginaria, estampada en el sofá o real, no es más que un espejismo en su vida. Me ha gustado mucho, Beto. Abrazos y felices fiestas.
Salvador, me satisface que vea todas esas esas posibilidades en el personaje femenino de la historia y, sobre todo, me hace sentir contento que te haya gustado mi relato. Gracias por tu amable comentario y también te deseo felices fiestas.
Saludos.