58. YO LO ESCRIBO A MI MANERA (Margarita del Brezo)
Mi marido es un hombre paciente, bajito y muy ordenado. Le gusta salir a pescar en su viejo bote, cantar en la ducha y los bocadillos de chorizo. Pero de lo que más orgulloso se siente es de su colección de palabras. Las tiene de todos los colores, tamaños, matices y entonaciones que puedas imaginar. Le encanta hacer frases con ellas y, a veces, hasta construye pequeñas historias.
A mí no me importa esa afición suya, es más, me resulta divertida, eso sí, siempre que las palabras estén bien limpitas, que a mí la casa me gusta tenerla como una patena. Cuando él no está, entro en el cuarto y les quito el polvo. A pesar de tener mucho cuidado, a veces se me cae alguna letra que vuelvo a colocar rápidamente en su sitio. Sin embargo, ayer se me enganchó el plumero en una F que sobresalía demasiado y un párrafo entero se desparramó a mis pies. Con los nervios y las prisas coloqué todo como pude confiando en que no se daría cuenta, pero supe que algo había salido mal cuando me preguntó: “Mari, ¿tú no sabrás qué significa “Mi Frak Sin tara, ¡guay!”, verdad?”.
Igual el trapo del polvo se convierte en un medio eficaz para crear literatura novedosa a partir de la existente, el germen de un nuevo movimiento que se estudiará en las escuelas. Yo que tú patentaba de inmediato este invento antes de que vengan alguno y se apropie su autoría.
Este dudoso comentario te lo dedico como autora, pero si alguien más lo lee, que nunca se sabe, he de hacer esta advertencia: ojito con esta chica que escribe, vais a oir hablar de ella a partir de ahora, os fijareis en sus letras y os sumergiréis en imaginativos mundos de los que ya no podréis ni querréis salir.
Un abrazo, Margarita, enhorabuena por tus éxitos recientes y suerte también por aquí.
Dice mi marido, ese hombre paciente, bajito y muy ordenado, que se nota que tú no sufres las embestidas de mi plumero, que sólo le faltaba a él más movimiento y más sesiones de limpieza; pero no te preocupes, le he preparado un buen bocadillo de chorizo y se ha ido feliz y tranquilo a intentar deshacer el desbarajuste del otro día. Mira, creo que lo ha conseguido porque oigo cantar a un señor en inglés…
Y a ti, Ángel, ¿te preparo una tapita de jamón serrano? Te la has ganado. Y mi agradecimiento. Y un cálido abrazo.
Me gustan tus palabras que se enmarañan en el plumero.
¡Guay! Margarita.
Uff, voy a tener que ser un poco más cuidadosa y un poco menos pulcra.
¡Gracias, María!
Un saludo
Ingenioso relato ribeteado de buen humor.
Todo un éxito.
Saludos cordiales, Margarita.
¡Gracias, María Jesús! Intentar ponerle Voz a Frank Sinatra era un reto demasiado grave para mí, así que no me ha quedado otra que darle un tono humorístico.
Saludos cordiales
Qué relato más gracioso. No se por qué…. me resulta familiar.Un saludo.
A ver si vamos a ser cuñadas, María, que mi marido guarda un montón de historias secretas en ese cuarto 😉
¡Gracias!
Un saludo
¡Qué bueno! Un texto que fluye con agilidad. La voz narradora es fresca. Me ha parecido muy original.
Suerte y un saludo.
¡Qué bien, Cristina! Objetivo cumplido.
¿Te apetece un bocata? Me salen de muerte.
¡Muchas gracias!
Un saludo
Me encanta esa palabra: «chulo». En la próxima sesión de limpieza la buscaré con el plumero. Y me encanta tu comentario, Ana. Muchas gracias.
Un saludo
¡Dejen espacio en el podio! Margarita del Brezo llegó a ENTC Y lo ha hecho de una manera muy original y divertida. Un texto muy bueno. ¡Suerte!
Saludos.
¡Hola, Beto!
En realidad llevo por aquí una temporada, este es mi tercer relato. Los otros dos los escribí con más miedo que vergüenza e intenté mantener el recato por aquello de llegar a un sitio nuevo y estar un poco perdida; supongo que ese es el motivo de que no se notara mucho mi presencia.
Pero ya lo dice mi madre, en cuanto cojo confianza, «se me ve el plumero», (una expresión muy española, no sé si por allí…).
Eso sí, prometo portarme bien, o intentarlo al menos.
Muchas gracias por tu comentario. Y por arroparme.
Un cordial saludo
Espléndido debut por estos lares con un divertidísimo relato metaliterario. Te auguro muchos éxitos también por aquí.
Besos y suerte.
¡Gracias, Rafa! Si un artista del humor y de la ironía como tú se ha divertido, pues, pues… Pues eso, que gracias.
Besos
Excelente relato, me gusta la sutileza de tu humor.
¿Me prestarías tu plumero? gracias.
Un abrazo y suerte.
Pues claro, Moli; acabo de limpiar así que en un par de horas no lo necesitaré.
Y siempre que quieras, que para eso está.
Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo
Me encanta esa manera tuya de contar, Margarita. Es como si me sacaras a dar un paseo por el parque un domingo soleado.
Ya en la primera frase me has arrancado una sonrisa, y así he seguido hasta ese final tan bien desordenado.
Besos.
¡Caramba, Carles, vaya símil más bonito! Puedo asegurarte que pocas veces me dice un hombre algo así. Se me ha quedado una sonrisa tonta en la cara que ya veremos cómo me la quito.
¡Gracias!
Un beso
Tienes una manera de contar historias que me fascina.la imaginación vuela por las palabras y tu plumero hace que se ordenen y formen relatos como este. Una mezcla de realidad, fantasía, naturalidad y un toque de sonrisa.
Me encanta esa colección de palabras, creo que voy a empezar con ella, quizás pueda cambiar cromos con tu protagonista y acabe el álbum de relatos.
Un beso preciosa Margarita.
Ay, Belén, nada me gustaría más que cambiar cromos contigo: tú tienes muchos que a mí me faltan.
¿Quedamos en el parque el domingo? Igual aparece Carles y completamos la colección.
Siempre estás, ¡gracias!
Un beso fantástico
¡Qué alegría verte también por aquí, Margarita! Tu relato me parece imaginativo, ingenioso, divertido, ágil, con ese toque (en este caso de plumero)tuyo tan personal… Te ha quedado redondo. ¡Enhorabuena y mucha suerte! Aprovecho para volver a felicitarte por tus éxitos. Un beso.
¡Hola, Juana, la alegría es recíproca!
Con tanta buena gente por aquí me parece a mí que no voy a querer irme.
Un montón de gracias por tu generoso comentario y por la felicitación.
Un beso limpio y reluciente
Precioso relato, con un plumero protagonista que «limpia, fija y da esplendor» y que, además deja una puerta abierta a la imaginación.
Espero tu próximo relato: «Mi Frank sin tara». Un éxito seguro.
¡Qué comentario tan académico, me encanta!
Prometo seguir sacando lustre a la colección de palabras de mi marido mientras el plumero aguante.
Gracias, Ezequiel
Hola, Ezequiel. Leyendo tan buenos comentarios al relato de Margarita me he encontrado con «limpia, fija y da esplendor». Creo que hemos compartido una lectura reciente. Jaja. Abrazos.
Muy original y divertida tu historia; le veo posibilidades de entrar en el libro. Suerte.
Nos «conocemos» hace tiempo, pero creo que esta es la primera vez que hablamos. Me alegra que este accidentado plumero haya servido para romper el hielo.
Gracias, Lorenzo
Debe ser una suerte tener como compañero a un coleccionista de palabras, pero aún más contar con alguien que las ordena y limpia con tanta naturalidad y frescura como tú. Mucha suerte, Margarita.
Tener un compañero como el mío ayuda, María José, y recibir comentarios como el tuyo, también.
¡Muchas gracias!
Un saludo
Bueno, Marga, por lo menos no se te enfadó ese coleccionista tan curioso que nos has recreado en un entorno de palabras sugerente y simpático.
Abrazos
Además de una extensa colección de palabras, el buen hombre tiene grandes dosis de paciencia y un armario lleno de tarros donde guarda todos mis desaguisados, eso sí, perfectamente ordenados.
Muchas gracias, Javier.
Abrazos
Asaz generoso tu comentario, Juan, pero me lo quedo todito, todo.
Y me voy ya a brindar con una perdiz, que estoy feliz.
Saludos agradecidos
Después de todo lo anterior solo decir que me ha parecido una historias mas que divertida. Gracias por el rato que he pasado leyéndola.
LuisCar
Las gracias debo dártelas yo, LuisCar, por pararte a leer, pero sobre todo por decirme que te has divertido. Así dan ganas hasta de cantar cuando tengo que coger el plumero.
Saludos
Poco se puede añadir a lo que ya te han comentado. Tiene un registro que te hace imaginarte muy bien a la dueña de la voz narradora, y eso le aporta naturalidad desde el principio. Me gusta mucho. Besos y suerte.
Es cierto, Mari es una mujer campechana, fresca y sencilla a la que el único doblez que se le conoce es el que le hace a las sábanas recién lavadas con ese olor a lavanda que tanto le gusta.
Muchas gracias, Ana.
Besos
Imaginativo, divertido, ¡genial!
El juego es siempre un recurso al que se le puede sacar mucho. ¡Y si el juego, se juega además con palabras, miel sobre hojuelas!
Enhorabuena y mucha suerte
¡Hola, Patricia!
Bien sabes que no hay nada más dulce y divertido que embadurnar las palabras con miel y amasarlas con fruición hasta conseguir la consistencia adecuada. Después sólo queda darles forma y un toque de horno para que se doren y crujan lo suficiente para que estén deseando hincarles el diente.
¡Gracias!
Un marido encantador, aunque sea un desordenado con las letras. Yo te lo digo como Jesulín: Impre – zionante. Relatazo para quitarse el sombrero. Besos, Margarita.
Dice mi marido que está deseando intercambiar palabras contigo y ampliar así su colección. Ah, y que te traigas el sombrero puesto, que te favorece un montón. (Al final tendré que sacarle los ojos ;-)).
¡Gracias, Belén, y un montón de besos!
Hola, Margarita, me ha encantado tu relato. Original, fresco, bien desarrollado, con un toque de humor final que lo hace genial. Felicidades (y feliz Navidad).
Hola, José Ignacio.
Me gustan los calificativos que le pones a la historia y no puedo por menos, que diría Mari, que darte las gracias. Confío en que nos sigamos divirtiendo.
Un saludo navideño.
Tu microrrelato tiene muchas virtudes pero sin duda la frase final y el nombre de la mujer que cuenta la historia son geniales. Llevo un rato riendo y hacer reir con elegancia en un micro es muy difícil. Un abrazo. Me ha encantado.
Mari, además de limpia, es salada, vitalista y curiosa, y lo que más le gusta, después de su marido, es coger el lapicero que tiene una goma en la punta y hacer los crucigramas del periódico. Pero estoy segura de que, si tú le das unas nociones básicas de escritura, limpiaría con más frecuencia la colección de palabras de su esposo e igual se le pierde una «i».
Muchas gracias, Mar.
Me ha gustado mucho la divertida manera que has tenido de meternos en la vida de ese «palabrero» y la cómica situación a la que arrastras a su buena mujer. Mucha suerte 🙂
Merece la pena hacerles una visita de vez en cuando, te lo aseguro; te gustará tanto como a mí la tuya.
¡Gracias, Juan Antonio!
Un saludo navideño
😀 Pero qué texto más gracioso. Me ha gustado mucho.
¡Qué bien, Edita! Seguro que esta simpática pareja nos hace pasar más ratos agradables con sus historias.
Muchas gracias.
Un saludo navideño
Con tu plumero sacudes las letras liberándolas de su soledad, y así nos regalas historias tan originales y divertidas como esta. Abrazos y felices fiestas.
Hay que darle usos alternativos al plumero; a veces me lo pongo de broche en mi vestido de fiesta y estoy monísima 😉
Un saludo agradecido, Salvador, y felices fiestas.