76. Tetas
Como una anguila, me escurrí entre las piernas de mi madre al nacer. Mi extrema delgadez no le hizo ni cosquillas en el parto. Broté esmirriado, famélico, enclenque; vamos, una birria.
Los pechos de mi madre fueron mi baluarte, dos cántaros de leche inmensos que, frente a todo pronóstico, me sacaron adelante.
Nunca sabré si fueron las mamas opulentas de mi madre, las de aquella mujer que Fellini nos mostró en Amarcord, o las de la Jurado, las que como una ola de espuma blanca y rumor de caracolas, me llevaron desde párvulo a desear siempre a mi lado a una mujer de senos grandes, descomunales; un escarpado y voluptuoso paisaje donde retozar mi menudo cuerpo.
Me casé con tres mujeres: Elisa, Felisa y Basilisa y no, no puedo decir que no fuera feliz. He amado, he reído y llorado, pero sólo ahora lo hago a mi manera. No me asusta el final a pesar de sentirlo cada vez más cerca, creo que al fin he encontrado el sendero; quizá sea por Bárbara, la nueva recepcionista del asilo, quien me aporta suficientes razones para seguir de pie, o al menos dos.
Pues menudo «chupóptero» te ha salido también, Piel.
Me ha gustado. Suerte, y feliz Navidad.
Menudo, muy menudo, si. Je,je.
Gracias. Feliz Navidad
Una manera delicada, elegante, sugerente y divertida de hablar de las tetas. Y una sinopsis perfecta de toda una vida.
He disfrutado con la lectura, y de qué manera.
Saludos navideños, Raquel.
Se habla de «tetas» por todas partes, pero me apetecía hacerlo en un relato porque no me parece tan habitual.
Si he conseguido que disfrutaras, ha merecido la pena.
Saludos de vuelta.
A mí parece un relato muy bueno Raquel, felicidades. El comienzo me recuerda un poco al protagonista de la novela de «El perfume» (te lo digo como un halago porque es una novela que me encanta).El resto del relato sigue una línea humorística que, en mi opinión se acerca a lo esperpéntico, si caer nunca en lo chabacano (que sería lo fácil).
Me ha encantado. Espero que el jurado sepa apreciarlo como se merece.
Besos navideños!
Sandra.
Gracias por tu análisis.No sé si coincido en la similitud con el prota del Perfume, pero sin duda es un halago.
Hablar de tetas sin caer en lo chabacano o en la grosería fácil era un precipicio que me daba vértigo, quizá el humor ha sido un salvavidas.
Feliz Navidad.
Un relato valiente, rompedor y muy simpático, con un protagonista con las cosas muy claras, tocado por la suerte de tener siempre la compañía apropiada para seguir ese rumbo vital suyo de la forma que siempre deseó, disfrutando a su manera. A pesar de ser una birria debe tener un gran atractivo, porque las encandila a todas.
Un abrazo Raquel. Suerte y saludos navideños
El prota es «una birria» en cuanto a tamaño se refiere, pero ya sabes aquello de la buena esencia y los frascos pequeños. Lo que tiene claro es cual es su deseo, objetivo éste que se marca hasta el final de su vida.
Gracias por tus palabras siempre sabias, Ángel
Raquel, tu relato confirma eso de que «sin tetas no hay paraíso». Reconstituyente, además de divertido. Se deduce que las tres esposas, e incluso la recepcionista, eran teutonas, no cabe duda. Una pequeña errata: en la frase «He amado, he reído y llorado» se te ha caído una «m».
Gracias por las risas que nos regalas,
Besos.
Querido Maestro, yo no sé si en el paraíso habrá tetas, pero espero que haya siempre sonrisas, eso sí. Bien grandes.
Quizá no se entienda bien el relato, pero las 3 esposas no son teutonas, de ahí sus nombres acabados en «lisa», es por ello que sigue buscando «su paraíso» hasta el final de sus días. My way.
Besos de vuelta.
Un buen y generoso homenaje a las tetas. Divertido, Rápido y lleno de detalles que tras una segunda lectura ves que han sido trabajos, elegidos y puestos con la idea de realzar la historia,como esos nombres de sus mujeres que todos terminan en «lisa».
Un relato original, diferente. Tienes arte para las letras y aquí hay una muestra.
Un beso grande Piel.
Veo que has sabido cazar los guiños del relato.
Respecto al arte, qué voy a decirte yo a tí…
Besos gigantes.
Un relato ocurrente y bien descrito, que arranca la sonrisa. Buena lectura para esta Navidad.
Suerte, y felicidades, Raquel
Me alegro de que coincidáis la mayoría en la sonrisa. Es sin duda el único objetivo que tenía este relato.
Feliz Navidad.
Muy buen y atractivo relato Raquel, sobre todo los nombres de la teutonas, con esa terminación. Me agrada la sutileza de tu humor.
Un abrazo y suerte.
Que no nos falte nunca el sentido del humor.
Abrazos de vuelta.
Jajajajaja…genio y figura hasta la sepultura el de tu prota. Y claro que si amó a sus tres mujeres, lisa y llanamente, sin sobresalientes.
Un saludo Raquel.
Jajajajaja. No haremos una montaña de un grano de arena, pero tú sí que conoces al prota (me sigo riendo)
Besos, Reve Llyn
Si es que tiran más dos tetas… Genio y figura, este mamoncillo tuyo. Me ha gustado tu ritmo, tu poesía. Muy buen relato, enhorabuena.
Buenísimo y lleno de humor.
Felicidades
Me ha gustado, y es que siempre es mejor dos que una. Viva el humor. Saludos, Antonio Ortuño
Buen humor en este relato que se lee comodamente. Ay, es que dos tetas, ya se dice, que tiran más que dos carretas.
Me has dejado con una gran sonrisa. Muy simpáticas estas retrospectivas de tu personaje, quien sin lugar a dudas, parece saber donde encontrar consuelo. Me ha gustado el relato y me ha gustado leerte de nuevo. Mucha suerte 🙂
La vida de tu personaje gira alrededor de dos buenas tetas y eso se convierte en el eje de su personalidad y de su forma de vivir. Un buen argumento para el «my way» de esta convocatoria.
Suerte y besos