ABR21. EL CABALLERO DE DRAGÓN, de Paloma Casado Marco
Darik llegó desde las Tierras Ígneas, era un Caballero de Dragón. Cuando encontró a Runa vendiendo collares de lluvia en la Plaza Mayor de Alanda, supo que su destino estaba escrito en la pupila de esos ojos grises. Ella no pudo resistirse al magnetismo del pelirrojo extranjero que la observaba.
Fueron días de felicidad, pero pronto, las fiebres amarillas que asolaban el país, consumieron la alegre entereza de ella. El contempló impotente como su amor agonizaba en el lecho compartido.
Desesperado, quiso cambiar el orden del tiempo y a lomos de su dragón, emprendió un viaje alrededor del mundo en sentido inverso a su traslación.
Al regreso de la primera vuelta, encontró a Runa con los primeros síntomas de la enfermedad mortal. Fue en la segunda cuando se encontraron por primera vez en la Plaza Mayor de Alanda. Entonces emprendieron juntos un nuevo y definitivo viaje.
Algunas veces, en las noches de verano, se puede observar una luz que recorre lentamente el cielo. Es el fuego del dragón, sobre el que vuelan los amantes en su eterno tránsito entre las estrellas. Nunca se acercan a la tierra, para que la muerte no pueda alcanzarles.
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No suelo atender a lo que se cuenta, sino a «cómo se nos cuenta» . Y a mí me ha gustado tu ritmo, tus maneras. Una vez más
Gracias Nieves. Dicen que la forma es lo más importante, que los contenidos se repiten (más o menos). Si esto es así, me siento encantada por tus palabras.
Cuando a Darik y a Runa los ven pasar montados en su dragón, algunos les piden un deseo. Me gusta la historia, muy bien contada, suerte.
Saludos.
Esto que dices es el broche de oro del relato. Gracias.
Una historia trepidante, como siempre muy bien narrada, con gran pulso e imágenes sugerentes. Da para casi una novela, los personajes y lugares piden a gritos más cancha…
Fuerte abrazo y enhorabuena!
NACHO RUBIO
Si, Nacho. He pensado en hacer un cuento más largo con estos mimbres, no sé si seré capaz. Gracias por tu comentario, como siempre alentador.
Paloma después de leerte hay que cerrar los ojos para volver a vivirlo. Qué bueeno!
Si he conseguido crear una ilusión que se pueda imaginar, me doy por satisfecha. Muchas gracias Rosa.
Un cuento muy lírico, muy romántico. Por ponerle un pero creo que habria acabado mejor en: «…entre las estrellas.»
Enhorabuena y un abrazo.
Me alegro de que te haya gustado porque el romanticismo es a veces hermano de la ñoñería. En cuanto a (como sugieres) suprimir la última frase, yo quería subrayar la huida de la muerte, que es el tema principal. No obstante, te agradezco la sugerencia.
Paloma, qué romántica te has vuelto con este relato, será la primavera, jajaja.
Un abrazo.
No sé, creo que lo imaginé antes de que llegara la primavera, pero es que este año he querido escribir desde distintos registros cada tema sin atenerme (solo en algunos casos) al libro homenajeado. Tengo dos de ciencia-ficción, otros cómicos, románticos, etc. Es un reto que me impuse y también diferentes inspiraciones que me vienen a la cabeza.
Ya me conoces…
Buenos días, precioso relato Paloma, el final me ha encantado…
Enhorabuena y mucha suerte.
Gracias Nicolás. Me alegro de que te guste porque este tipo de cuentos fantásticos pueden llegar a ser un poco cansinos.
Bonito y romántico, Paloma. Me ha gustado mucho.
Abrazos.
El tema del amor y la muerte están presentes en la mayoría de los cuentos, y siempre nos enganchan. ¿Qué hay fuera de eso? Muchas gracias por tu comentario, me alegro de que te guste.
Me gusta el trabajo léxico y de recreación de ambiente. En cuanto a concepto, me remito a los comentarios que te hice de tus cuentos de otros meses (espero tu réplica). Un beso, Paloma.
Rubén, me gustaría que fueras más explícito en lo referente al concepto, porque he buscado tus comentarios de meses precedentes y no entiendo a qué te refieres. Sobre todo cuando cada relato pertenece a muy distintos registros, o al menos eso pretendí. Me atrevo a pedírtelo porque me parece que te gusta analizar y analizar los textos y a mí me interesa sobremanera la crítica pormenorizada. Y si no llegamos a acuerdos, será una «justa literaria» entre caballeros.
jaja, a ver. Te escribí en «Cubismo», «Vainilla» y «Neptuno». Me refería a la médula de tus creaciones. De esqueleto y de piel andan sobrados: equilibrio, acabado… Pero opino que te arropas demasiado en lo externo y yo no alcanzo a ver el alma de tus cuentos; quizá los temas no son trascendentes, quizá hay poco de ti, no lo sé. Por eso te pedía más carne en el asador, porque lo demás lo tienes. Esto es solo una opinión, que luego alguno se rebota.
Tienes razón en que no hablo nunca de mí, lo «nunca» que es posible cuando lo que escribes lleva inevitablemente tu impronta. Soy más de utilizar el humor socarrón como en Cubismo, o la ternura maternal como en Neptuno, o bucear en los sentimientos infantiles como en Vainilla.
Pero siempre desde la ficción, no me gusta contar cosas reales, no sé si por pudor, o porque no me parecen interesantes, o por timidez. El relato más duro que publiqué aquí se titulaba «Mi hermano» y aunque no era nada autobiográfico, si contenía sentimientos fuertes.
Te agradezco el interés y la crítica, de verdad me sirve de mucho para avanzar.
No es cosas reales sino cosas trascendentes, trascendentes para ti. Confío en leerte algo así. Sé que lo haré si te exiges. Si no, avísame y cambio el registro de crítica. Besos.
PD: Y te lo digo yo que si hay algo que me cuesta es precisamente lo que te critico.
Paloma, fluido y de lenguaje sencillo, tu cuento nos lleva a pensar en la inmortalidad que esquiva la muerte, huyendo de ella constantemente. Suerte y saludos.
Gracias Calamanda. Intenté escribir un cuento, casi infantil, casi leyenda, sobre la posibilidad de cambiar el curso del tiempo y de la muerte. Un deseo que todos llevamos a cuestas.
Iba a opinar del texto de Paloma y cometo el error de leer los comentarios de ahí arriba. A mí este no es de los que más me gusten, me encanta cuando escribes más cañera, este es más del estilo poético que no me va mucho.
Pero de ahí a decir que no se ve el alma de tus cuentos, no. Eres, junto con una docena más de microrrelatistas, de los que sabes trasmitir lo que quieres. Con olores a vainilla y rumor del río. Y más detalles que no sé describir.
Un abrazo.
Gracias Susanita. A veces mi lado romántico sale a relucir pero ya sabes que soy más bruja que princesa.
Como sé que lo dices por mí, Susana, te diré que Paloma es buena. Lo sé yo, lo sabes tú y lo sabe ella. Y por eso se le puede exigir. Si no fuera buena, no le exigiría, despacharía sus cuentos rápidamente y daría cualquier opinión que no me comprometiera. «Me gusta, Paloma, que bien tal». Tardo 30 segundos en leer y opinar. Pero no, Paloma me pide más, y yo le doy más, y entonces le pido más. Es un bucle interminable. Qué cosa curiosa esto de la literatura…
A mí me recuerda ese bucle sin fin a la muerte de Loise en Supermán, claro que no terminaba así. Muy bien contado, aunque no haya sido el que más me ha gustado de los tuyos.
Suerte. Un abrazo.
No conozco ese bucle sin fin porque de Supermán he visto poco. Siento que no te haya gustado mucho,a ver si mejoro con el siguiente.
Gracias por todo.
Cuento o leyenda sobre el amor y la inmortalidad, me ha gustado mucho. Sabes transmitir la impronta de esas fábulas que te llegan y seguro que algunas noches de verano cuando miremos al cielo, alguno trataremos de seguir esa estela de quien se atrevió a desafiar a la muerte.
Saludos.
Tu comentario si que es poético. Si alguna noche de verano te acuerdas de mi caballero, mándame un mensaje. Me harás feliz.
Vengo a robar esta frase de Rafa Heredero. Con tu permiso y el de Paloma, me la llevo
Muy bonito, ma’ncantao. Caballera a fin de mes. Solo por los collares de lluvia y el superman dragonero ya merece premio.
Oh Ingenioso Hidalgo, gracias mil por tu amable comentario aunque me averguenza decir que no conocía esa historia de Superman, m’abránplagiao.
A mi me ha gustado la leyenda que has imaginado. Es hermosa y esta bien contada.
Dices por ahí arriba que estas pensando en hacer un relato mas largo. Yo te animo ha que lo escribas porque seguro que con algunas descripciones mas detalladas te quedará genial.
Un saludo.
Paloma, a mí las historias de amor me vuelven loco. Este desde luego sí que lo es. La narración es fantástica. Y es muy fluido con descripciones que parecen pinceladas de un gran pintor. Enhorabuena te deseo mucha suerte, Sotirios.
Maravilloso relato de leyenda. Una preciosidad Paloma. Una historia de amor con fantasía, sensibilidad y dragones incluidos. De mis favoritos este mes. Un beso.
Con este relato-leyenda me quedo: por el léxico, la fluidez y el contenido bellísimo de la historia. No todas las historias románticas son ñoñas, por eso mi enhorabuena. Solo un lunar: al «como» que cierra el primer párrafo le debes una tilde.
Félix Valiente
Preciosa historia Paloma, no quisiera repetir comentarios anteriores, suscribo muchas cosas de las ya dichas. Magia, leyenda, amor… cuento que queda grabado en la mente, que vuelve a la memoria al ver estrellas fugaces, ese es tu mérito.
A mí sí que me importa la historia que se cuente, no sólo el cómo se cuente. Y hay una cosita, a mi me ha chocado, no sé si está hecho adrede o no, así que lo pregunto: ¿seguro que querías decir el movimiento de traslación?, ¿no sería el de rotación? –al menos, Supermán así lo hacía-haciendo girar el mundo en el otro sentido, como hacer girar las agujas del reloj en sentido inverso, hacia el pasado….
Adiós, dama del dragón…