12. Cruzar fronteras
Suena una cumbia en la radio arrinconada y polvorienta, como casi todo en el puesto fronterizo. Poca gente cruza. Y es mejor no intimar mucho con los que lo hacen. Porque es fácil dejarse arrastrar por sus sueños rotos y sus futuros tan predecibles e implacables como el sol ardiente que acompaña cada jornada. Por eso Julián permanece día a día en su puesto de trabajo, cumplidor e impasible, mirando a otro lugar y soñando otros sueños. Su vida empezará al terminar su jornada, cuando acalle la radio y deje atrás el polvo de su frontera.
Un trabajo duro, sin duda, que obliga a mirar para otro lado, a ser un poco inhumano, pues de otra forma no se podría cargar en las espaldas tanto sufrimiento y esperanzas en el aire de quienes traspasan las fronteras, normalmente obligados. La radio y la música suavizan esa deshumanización del funcionario, le ayudan a hacer lo que él necesita para poder seguir estando allí cada día: pensar en otra cosa.
Un saludo y suerte
Gracias por comentar. Como siempre has captado la esencia de mi relato. Feliz ano!
Este relato deja un poso polvoriento en la garganta. O en el alma, tal vez…
¡Feliz año, Edita! El polvo no es solo físico, tu lo has captado porque no solo ha afectado a tu garganta, ¡Gracias!
Qué bonita la foto y que bien nos transporta a un lugar en el que acabamos siendo cómplices de un montón de cosas que nos cuentas sin decir. Bravo. Mucha suerte 🙂
Si, hay mucho oculto, y hay polvo en la radio, en la frontera, y en la vida de nuestro protagonista, aunque levemente se quiera resistir
Gracias por comentar
La radio le transportaba a otras realidades, pero cuando ésta enmudecía la suya se impone. Siempre le quedará la libertad de seguir su propia onda y cambiar su destino. Muy bueno. Abrazos.
Me ha gustado tu idea de seguir su propia onda, una manera radiofónica de interpretar el relato. Gracias por tu comentario
Reyes, la radio hace una labor fenomenal, tu lo cuentas muy bien. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Un pequeño aparato polvoriento que forma parte de este cuadro un poco triste, un poco inamovible
Me has trasladado a la frontera mexicana, he visto espaldas mojadas. Quizá todo forma parte de mi imaginación y en realidad no he acertado en nada.
En ese caso, me pongo a rebuznar cual pollino y te pido disculpas.
Lo importante es la capa de frialdad que viste al funcionario y como la música le ayuda a evadirse.
Sí. Me gusta tu relato polvoriento y fronterizo.
Pues creó que mi frontera podría ser muchas fronteras, no sólo geográficas. Pero el relato surgió de una imagen que me quedo grabada en la frontera guatenalteca, así q has estado cerca. Gracias por tu comentario!
Y la vida continua, más allá de el sonido de la radio y todo el que va pasando buscando un mañana del otro lado. Mientras que él solo espera para volver a ser cuando la radio se apague…
Excelente relato.
Un abrazo y suerte.
Si, la radio es la banda sonora que acompaña los caminos polvorientos, más o menos desesperanzados, y de alguna manera marca el principio y final de cada rutina. Gracias por tu comentario
reyes
Me encanta. Tan fílmico, actual, y reivindicativo de demasiadas situaciones injustas.
Suerte,
Ton.
Gracias Ton, me alegra que te guste. El relato surgió de una situación real, como he comentado antes, en la frontera guatemalteca, que me contó este relato
Bonito relato, me ha gustado, aunque deje un gustillo polvoriento en la garganta.
Saludos
Gracias Blanca!
Estupenda la recreación tanto del ambiente como de las emociones del personaje. Me ha parecido una buenísima apuesta. ¡Suerte!
Abrazos
Gracias izaskun, quería transmitir esa amalgama q tu has descrito bien
Curiosa metáfora, no mirar más allá de la radio para no ver.
Es cierto, es algo que parece demasiado simple, pero a menudo buscamos cosas cotidianas para anclarnos y no enfrentar
Gracias por comentar
Abrazos
Sensacional imagen la de esa radio polvorienta que es, al mismo tiempo, bálsamo para soportar la no vida, y recordatorio inmisericorde de que la verdadera vida está al otro lado del dial.
Saludos cordiales, Reyes.
Gracias Carlos por tu comentario,
si, se me mezclaron la radio y el polvo, la desesperanza… me alegra que te haya gustado esta imagen
Saludos
reyes