MAR155. SU MAYOR DILEMA, de Alfonso Carabias Antunez
El aura de calma y concentración de la sala se interrumpió por el ahogado lamento de uno de los científicos.
El maestro, preocupado, se acercó a él.
– ¿Qué es lo que perturba tu mente, estimado colega?
– Disculpe maestro – respondió el científico pesaroso – es este algoritmo, soy incapaz de resolverlo correctamente.
– Revisa el planteamiento y la solución saldrá sola – respondió el maestro.
– Eso intento señor – contesto nervioso – pero al desarrollarlo siempre llego a una cifra en la que no puedo seguir.
– ¿Y cuál es? – preguntó el maestro intrigado.
– 2084 Señor – fue su respuesta.
El maestro, después de mirarlo a los ojos, encontró la raíz del problema.
– No creo equivocarme al decirte que hay una variable externa que nubla tus planteamientos, que probablemente te haya acelerado dos veces el corazón al recordarla, que mantiene a cero tu concentración desde que la conoces, que te habrá venido al menos ocho veces a la cabeza en el día de hoy y la hayas nombrado no menos de cuatro. Yo tuve ese dilema hace tiempo.
– ¿Y lo resolvió maestro?
– Entonces tomé la solución que entendí más racional, aunque no hay día en que no me arrepienta.
Un texto en ecuación con sus variables matemáticas bien planteadas y una solución que tiende al infinito. Original final abierto.
Un abrazo.
Gracias por el comentario Susana. Escribiendo es relativamente fácil conjugar ciencia y sentimientos, en la vida real es algo más conejo.
A mí también me gustó mucho. Muy decimonónico en medio de todo este ambiente futurista: las historias de maestros y alumnos me tienen una ternura íntima, y más me gustan cuando van trabando tan bien como esta.
Un abrazo y suerte!
Luz Leira.
Gracias por tu comentario Alba. La verdad es que no he leido muchos relatos pero mi intencion es ponerme a ello en cuanto acaben las vacaciones; seguro que los relatos son buenos en general.
Un saludo.
Gracias por el comentario Ana. A veces la vida te obliga a elegir y en este caso una mala elección puede ser obice para que otra salga mejor.
Un saludo.
Buen relato hecho con el corazón.
Suerte. María Rojas
Gracias María.
Un abrazo.
Joder, con las variables externas. Se arrepiente uno de intentas despejarlas, y también -generalmente- de haberlas despejado. Muy bien montado. Un abrazo