MAR131. ESCALERA DE VIDA, de Mercedes Marín del Valle
“Se cumplieron los predicciones y el hielo de los polos se fundió. El sol, más que luz, emitía fuego. Los cementerios quedaron sepultados por el agua. Las aridez dominó el grueso de los paisajes y las mariposas desaparecieron”
En Marzo…2084
Los siete amigos secando su cuerpo tumbados sobre la ardiente arena, jugaban a elevar sus piernas al unísono formando una torre de igualado voladizo. Una niña menuda de pelo encrespado, trepó ágilmente y acostándose sobre la construcción humana se abandonó al sueño.
No soportando por mucho tiempo el calor que despedía la arena, corrieron al agua sin reparar en que la estabilidad de la pequeña dependía de ellos. Miraron hacia el lugar donde la huella de sus cuerpos aún permanecía y la vieron suspendida aún del aire.
Se abrieron sus ojos grandes y asombrados, al ver como ella descendía lentamente, sin perder la posición horizontal. Cuando estuvo cerca del suelo puso sus pies sobre la arena, se calzó unas sandalias minúsculas y caminó hacia ellos sonriéndoles. Luego agitó su mano en señal de despedida y desapareció.
Eliora apartó la sábana, el cielo ardía. Un salto inconsciente en la cama, la salvó de caer del voladizo de una torre humana.
No entiendo la necesidad del entrecomillado del inicio, salvo que sea para armonizar el relato -muy bueno por sí solo- con el lema del mes.
Saludos.
Santi
El entrecomillado quiere retratar la situación del momento, marzo de 2084. A pesar de la desolación impuesta por las circunstancias climáticas, las personas siempre juegan y sueñan. Eso trataba de reflejar. Gracias por tus palabras.
Saludos.
Corinaquin
El primer párrafo, sencillamente, nos pone en situación.
Felicidades a la autora, me ha gustado mucho.
J. Ignacio
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gRACIAS POR EL APOYO.
Bonito sueño el de Eliora. Un sueño de invierno tórrido.
Gracias Pacojavi