56. El sueño de Blanca
Blanca se duerme siempre escuchando testimonios por la radio, confesiones de los oyentes. Hoy está a punto de zambullirse en el sueño, cuando una voz la sacude, la saca a flote y le abre los ojos en medio de lo oscuro. Es la suya. Es su voz. Es ella la que está hablando por antena. Cuenta que va a morir, que ya no quiere seguir viviendo. La locutora le pide tiempo, que no corte, que le hable. Su voz dice lo siento. Y es ella, aún aturdida, tras encender la lamparilla, la que ahora ruega que no cuelgue, que por favor no cuelgue y escuche. Pero tras un “gracias por todo” llega la desconexión. A Blanca le da tiempo de oír a la presentadora tranquilizando a la audiencia: han localizado la llamada y una ambulancia está llegando a la vivienda.
Cuando entran en el piso, hallan el cuerpo inmóvil sobre la cama y la radio todavía encendida. Justo al tomarle el pulso, Blanca abre los ojos, grita y se repliega en una esquina de la cama. Aterrada pregunta que cómo puede ser, que quién les ha abierto la puerta, que cómo han logrado traspasar el sueño.
Que grande Miguelángel. Un relato al mejor estilo Hooper. Tu Poltergeist particular.
Enhorabuena,
Ton.
Miguelángel, muy buena tu historia y la forma de contarla. Suerte y saludos
Una historia que engancha.
Muy buen relato, al estilo de los grandes. Saludos
Un relato magnífico. Y el final » que cómo han logrado traspasar el sueño», cierra con broche de oro.
Feliz año y salud.
Muy bueno, tocayo!! 😉
Buen ritmo narrativo!!!
Un saludo!
Gracias, Ton, Calamanda, Edita, Isidro, María, Miguel Ángel.
Soy consciente de que jugar con el sueño y la realidad es poco atractivo por manido, pero me atraía mucho en este caso y he intentado darle otra vuelta. Otra cosa es que haya salido bien.
Gracias, de verdad, por vuestros comentarios, compañeros.
Un abrazo. No, seis.
Inquietante a más no poder. Ya sabemos que es ficción, pero ese difuminarse la frontera entre sueño y realidad tiene algo que parece hacerlo posible, con la radio como medio intimista y la noche como cómplice.
Un saludo y suerte
Qué maravilla.
Tus ondas enganchan.
Genial.
Me encanta el hecho de que se escuche a sí misma, pero por desgracia no soy capaz de entender el final snif… ojalá lo entendiera, porque la escena me parece una genialidad : (
Luz, pues ahora me preocupas. Pensaba que se entendía perfectamente. Pero, vaya, que si aún así te parece genial… Yo creo que a la próxima lectura lo verás claro. De verdad que no tiene mucho secreto. Si es así, me lo cuentas.
Un besazo y gracias, hermosa.
Gracias, Ángel, Sergi también, por vuestros comentarios. Ángel, por ese análisis-resumen tan certero.
Abrazos.
Ya está, ya está, que andaba yo lerda buscando una explicación a lo que no requería explicación alguna. Yo como siempre, preguntando antes de pensar un poco, la curiosidad me puede. ¡Besazos, Miguelángel!
Miguelángel, me alegra un montón leerte. Me pasa siempre, que al conocerte en persona, los leo con tu voz, y me encanta. Mucha suerte 🙂
Que bien narras una situación que no podemos imaginar como sueño.
Muy efectiva la frase final.
Un abrazo y suerte.
Hay momentos mágicos, al despertar o coger el sueño, en que las ensoñaciones se apoderan de la realidad.
Enhorabuena y suerte.
Casi es el último sueño. Flores sbrazos y suerte
Misterioso relato sobre el desdoblamiento, y sobre el difuso velo que separa el sueño de la vigilia. Muy bien escrito, Miguelangel.
Una agradable lectura, bien pensada y descrita.
Abraotes
Mezcla de realidad y sueños en una historia por la que te dejas llevar… quieres dejarte llevar.
Consigues que estemos inquietos, sufriendo y deseemos saber el desenlace.
Fantástico Miguelángel. Abrazos.
Me ha inquietado el texto, oiga. Ese final es redondo. Muy bueno, sí señor.
Un abrazo. Y suerte, of course.
Esas vigilias entre el sueño y la realidad siempre pueden provocar buenos relatos.
Suerte
Una apuesta arriesgada, pero sacada adelante con maestría. Me parece dificilísimo conseguir intercalar realidad y sueño sin perder al lector por el camino y dejando el margen como para que cada uno piense e interprete dónde empieza y termina cada cosa. ¡Enhorabuena, Miguelángel!
Como bien dices, un tema manido, pero que muy pocos saben sacar adelante con la frescura y el ritmo que tú le imprimes a la historia desde el principio.
Has conseguido que me muera de miedo y que disfrute.
Un saludo, Migelángel, y suerte
¡Ah, qué angustia! Así como la chica se ve a sí misma y no puede ayudarse, también el lector es un mero espectador impotente.
Saludos, Miguelángel.
¡Qué bueno ese círculo entre realidad y ficción, entre la vida y la muerte, Miguelangel!Y con la radio como médium…¡Genial!
Un abrazo y mucha suerte
Pues mira que a mí me ha parecido muy cortazariano. Lo primero que me ha venido a la cabeza ha sido esos relatos de personajes desdoblados, que son ellos y en un momento dado transmigran, como en Lejana o Axolotl, aunque aquí en realidad no es eso. Muy inquietante. Besos y suerte.
Gracias a todos, que llevaba tiempo sin poderme parar.
Me alegra que se haya entendido, que guste, que se valore. Uno se queda como requete a gusto después de haberse quedado solamente a gusto cuando lo escribió. Bueno, ya sabéis todos a qué sensación me refiero. Gracias, de verdad, por comentarlo.
Abrazos.