MAR124. POTENCIALMENTE DAÑINO, de Fernando Sopeña Lopez
Ocurrió allá por el año 2084, entre la población se propago un virus desconocido y muy contagioso cuyos síntomas alarmaron a las autoridades, que esta vez si, actuaron con diligencia declarándolo muy peligroso y potencialmente dañino para la salud. Cuentan que a los pocos días de su introducción los presos aparecían muertos en las celdas sin ninguna causa aparente, como el ave que no resiste el cautiverio, de forma que en apenas unos meses cerró la última penitenciaria del país.
Sin embargo, entre la población, después del desconcierto inicial, sobrevino una etapa de felicidad, creatividad y ganas de vivir como no se recordaban antes. Nadie sabe como llego, los expertos no se pusieron de acuerdo, que si una transmutación genética, un castigo divino… Lo que si consiguieron fue dar con la vacuna, y aunque la gente, no solo los niños, lloraba y pataleaba en los hospitales a la hora de administrársela, la epidemia desapareció. Al virus dudaron en llamarlo Libertad, como la estatua aquella que un día alguien se dio cuenta que ya no estaba.
Y es que los virus son chicos, pero hacen bien su trabajo.
Pues nada, vigilar contra que nos vacunamos.
Tu micro es muy inteligente y con su humor. Felicidades y suerte.
QUÉ, es QUÉ .
🙂
Fernando un micro fluido y descriptivo siempre gusta leerse. Felicidades y suerte
trés bon!
¡Una epidemia de libertad! ¡Qué imaginativo! Y que posible que en el futuro la libertad sea considerada una enfermedad.
Disfrutemos del presente, en este caso…
Un saludo.
Ese comité de expertos ahí, bien atentos a las señales, como tiene que ser… La vacuna tiene un nombre: miedo.
Un abrazo.
Me ha encantado esta metáfora tuya sobre la libertad como enfermedad contagiosas. Muy bueno el detalle de los presos muriendo por falta de ella como pajarillos, y la vacuna impuesta por los expertos. Ya quisieran muchos dirigentes encontrar la manera de vacunarnos a todos contra la libertad de opinión.