CICATRIZ de Sara Mesa
Quiero inaugurar mi entrada en este blog para recomendar un libro ajeno a los éxitos entecianos del que se nutre. Se trata de “Cicatriz”, la última novela de Sara Mesa.
Supe de esta autora por un artículo del Babelia y como hago en ocasiones, compré para el e-book una novela anterior: “Cuatro por cuatro”. Me gustó su historia inquietante, el ambiente que creó para su internado de lujo, sus personajes…y decidí comprar, ya en papel, la siguiente.
Cicatriz trata de una relación, casi siempre epistolar, entre dos personas muy diferentes: Ella es una joven de origen humilde aburrida de sus roles de trabajadora, hija, nieta, esposa y madre. Él un nihilista obsesivo que vive al margen de la sociedad y ha hecho del robo en grandes almacenes, un arte. Una relación tóxica relatada desde el punto de vista de la mujer en la que se siente fascinada, motivada, presionada, agobiada, harta, pero a la que le cuesta decir definitivamente adiós, porque es difícil renunciar a alguien que nos ha convertido en el centro de su vida.
En la historia subyacen otras muchas cuestiones: la huída de una vida prosaica hacia otra realidad fantasiosa, la impostura de convertirse en alguien más interesante, la dependencia o sumisión ante la argumentación exigente del otro, las fantasías inconfesables, la atracción ante lo que repugna, la asunción del delito…
Escrita en tiempo presente, la narradora teje la trama a través de los sentimientos y pensamientos de la protagonista y transcribiendo los párrafos que él le escribe, consiguiendo un relato ágil y perturbador a la vez.
“Echar de menos un instante es echar de menos a aquel que éramos entonces” sirva como broche final.
Guauuuu…Paloma. ¡Que bueno!
Estrené 2016 leyendo bajo la mantita Cicatriz de Sara Mesa. Un par de tardes fabulosas entre los fastos de año nuevo y los de Reyes.
…y es todo eso que tú -tan bien- comentas… y más…es el misterio que nos une a las personas, aunque no sean las más «adecuadas» para nosotros (¿o lo son pero no son lo políticamente correcto esperable?); es el conocimiento de nosotros mismos, de nuestro auténtico yo, no el que es madre, hija, esposa, amiga, trabajadora si no el que subyace bajo todos ellos; es la soledad del ser humano en su devenir vital y los escasos destellos en los que otro ser humano roza o entra en nuestra órbita. Es todo eso y más: amor (¿enfermizo y tóxico o generoso y auténtico? No me queda claro, tampoco me importa), interiores de personas (vaaaaale, de personajes), visiones de la vida actual muy particulares, pero tan válidas como las comunes. Es todo eso y mucho más que seguro se me escapa. Seguro ha sido, para mi al menos, una lectura disfrutadísima. Gracias por traerla aquí.
Estoy de acuerdo contigo. Te recomiendo que leas el anterior: «Cuatro por cuatro» que es aún más perturbador aunque para mi gusto, deja cosas sin resolver o quizá no importase su resolución. Si lo lees me comentas, ¿vale?
Lo tengo apuntado, pero son tantos…
En cuanto lo lea te comento. Un abrazo.
Acabo de teminarlo. Tengo calientes todavía los dedos, la retina y el poema…¡Joder Paloma!(perdona la expresión) … ¡que historia, que forma de narrar, que temas, que PEDAZO de escritora!
Buffff…volveré en unos días para decirte más (si logro digerirlo).
Hoy, Benjamín Prado, en la Ventana, ha recomendado un libro de relatos de esta misma autora, Mala letra. Ha comentado la trama de dos de ellos y me han parecido muy atractivos. Hay que seguirle la pista.
Yo, si no recuerdo mal, la encontré en una lista de la medicina de tongoy, la saqué de la biblioteca, pero con otros libros y al final, mecachis, no me dio tiempo, pero la tengo en el punto de mira…
Me gusta como comentas los libros. Siempre se agradece una buena lectura, así que síguenos contando sobre libro.
Abrazos, aunque fríos, jajaja.