MAR116. LA PORTERA, de Marcel Gris
Cruzando la puerta giratoria, temblé como un terremoto, cuyo epicentro era ella. Ya no podía escapar. Sólo podía oír su informe de incidencias un día más.
– ¡Buenas, señor Presidente! ¿Un día duro, verdad? Sólo hay que verle. Peor lo ha tenido el del segundo. No sé si lo sabía pero su mujer lo ha dejado por el del cuarto. ¿Sabe que ha llegado la sobrina del Jaime, el que trabaja en el centro de ocupación gracias al enchufe de su suegro? Se llama Julia y los del ático no paran de subir y bajar escaleras sólo para verla. El carpintero del tercero ahora friega la casa del noveno. Lo hacía su madre pero se ha quedado sin trabajo y no quiere recaer en la bebida como ya le ocurría cuando vivía con su ex. Los del bajo siguen sin pagar. Se lo digo porqué se encontrará un fax citándole para el juicio. Por cierto, el tal Labrador, es sobrino del alcalde al que juzgan por corrupción, por el caso Winston. Ese hombre no es trigo limpio.¡ Ah, por cierto, le ha llamado su amante! Ha dejado un mensaje en el contestador. Llámela. Creo que está embarazada.
Menuda Gran Hermana!! Muy bien reflejado el tema, con gracia y salero!!!
Marcel, gracioso y con ritmo frenético; como ella. Vaya día más completo. Suerte y saludos.
Eso son comunicaciones futuristas, con bits, interestelares e instantáneas. Con cámara de infinitos pixeles y con comunicación galáctica. En fin, un lujo de creación.
Muchas felicidades por el relato y el trajín.Me he divertido mucho.
¿Esta señora tiene un master hecho? No se la resisten los tabiques, no. Buen curriculum. Muy gracioso.
Un abrazo.