91. BAJAS PRESIONES (Margarita del Brezo)
La lluvia caía obstinada desde hacía más de seis meses. La gente empezaba a perder la paciencia y miraba al cielo indignada y maldiciendo. Los meteorólogos, confusos, buscaban explicaciones plausibles en sus oxidados apuntes universitarios y trataban de explicar lo que ya se conocía como la anomalía climática del siglo: “Lo único que sabemos hasta ahora es que una masa de aire caliente se ha acoplado con un frente frío que la eleva hasta alturas estratosféricas e incrementa su nivel de humedad; la temperatura sube gradualmente produciendo un cambio de ritmo en la velocidad del viento que…”.
Apagó la radio asustada. Saltó de la cama y cubrió su desnudez con una delicada bata de flores. Todavía jadeante, la primavera le dijo al invierno que su relación tenía que acabar.
Nos llenan la cabeza diciendo que el cambio climático es culpa de los hombres, cuando son las estaciones quienes, llevadas por sus «bajas presiones» y pasiones, lo descontrolan todo. Muy original, Margarita, como siempre; además, creo que el tema de la información meteorológica en la radio aún no se había tratado.
Un abrazo y suerte, Margarita
No es la primera vez que este par de estaciones cogen juntos el mismo tren y los demás nos quedamos, cuando menos, sin sitio.
En fin, visto lo visto, yo no dejaría el paraguas en casa porque me da en la nariz que el invierno no nos lo va a poner fácil con sus lágrimas.
Gracias, Ángel.
Me encanta, sobre todo por su originalidad.
Gracias, Edita. La idea original no es mía sino de este invierno benigno que nos acompaña.
Un saludo
Me rindo a tus pies, Margarita. Beso y suerte.
Nada de rendirse, Eva, que me parece a mí que estos dos van a dar aún mucha guerra y necesitamos todas las manos posibles para sujetar los paraguas.
¡Gracias!
Un beso
El sexo como hacedor y responsable de todo. ¡Incluso del cambio climático!
Buen microrrelato, Margarita. Muchas suerte y un fuerte abrazo. Te mereces ambos. Y también vaya por delante un me gusta (y muchísimo).
Tú sí que sabes cómo tratar a una mujer; bien sabes que con ese «va mi me gusta» me tienes totalmente conquistada 😉
Gracias, José Antonio. Un fuerte abrazo.
Qué bueno es ese giro final que sorprende y encandila a partes iguales. Me ha encantado.
Un beso.
Te confieso que a mí me ocurrió lo mismo; no esperaba que este par de pícaras estaciones terminaran siendo las protagonistas de la historia, pero a veces una se deja llevar y… pasa lo que pasa.
Muchas gracias, Paloma.
Un beso
No soy de comentarios, pero dado el cambio de temperatura que he experimentado al leerlo, creo me ha encantado.
Doblemente agradecida, Urtiaga.
Tengo por aquí una manta… ¿o lo que necesitas es un ventilador?
Saludos
Precioso y primaveral, como tu nombre. He disfrutado mucho leyéndolo. Gracias por compartirlo, Margarita.
Mi nombre está bien, salvo cuando le da por dudar entre «ahora sí, ahora no y después, tampoco» y me pone de los nervios. Por suerte, con tu comentario, hoy los pétalos están más tranquilos.
Gracias, Belén, por comentarlo.
Excelso, original sobre todo en esa relación inesperada e insólita.
Me encantó.
Un abrazo y suerte.
Con tu permiso, voy a guardarme tu «excelso» en un sitio bien visible para los momentos de bajón que, por desgracia, no son ni inesperados ni insólitos.
Llevo poco tiempo por aquí, pero por lo que he visto creo que uno de los adjetivos que mejor combina contigo es generoso.
Muchas gracias, Moli.
Un abrazo
Ay, esta primavera, siempre alocada e inestable.
Y pobre invierno. Con lo bien que se lo estaba pasando.
Me gustó mucho Margarita.
Ton.
Demasiado bien está la primavera rodeada de tantas «inclemencias masculinas»; podían haberle puesto una compañera de viaje, pero tiene que apañarse sola en un mundo de hombres y sólo de pensar en que tiene que comprarse los zapatos sola… 😉
Gracias, Ton.
Resulta evidente que de vez en cuando se siguen juntando y eso explica los cambios tan bruscos de temperatura que estamos sufriendo. Me ha encantado. Suerte. Saludos.
Aunque intentan ocultarse, siempre les acabamos pillando. Y los catarros, también porque no sabe uno si abrigarse o broncearse y, ante la duda, suelen ser los virus los que sacan ventaja.
Gracias, María.
Saludos
Margarita, la radio y su labor divulgativa queda patente en tu cuento. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Esperemos que en próximas conexiones los meteorólogos puedan contarnos en qué acaba la cosa. A lo mejor se convierte en un serial radiofónico y que tiemble «Simplemente María».
Saludos
Estupendo Margarita. Super original!!
Que no te oiga la pareja o acabaremos todos con hongos en las orejas.
Gracias, Fer.
Es muy original y por fin da una explicación a los cambios climáticos. Por la zona donde yo vivo, creo que fue el verano quien se ligó al invierno y, a juzgar por las temperaturas, debe de ser un amante absolutamente extraordinario. Besos y suerte.
No sé si la explicación es demasiado científica, pero de momento es la que tenemos.
Y sí, ya me han dicho que el verano quiere meterse en la relación, y lo va a tener fácil, tan bronceadito y ligero de ropa.
Gracias, Ana.
Besos
El cierre del relato justifica todo lo anterior.
Muy bueno, Margarita.
Ahora sólo falta que ellos pongan el punto y final.
Gracias, María Jesús.
Qué buen giro final, Margarita!
Me ha gustado mucho tu relato, muy «tempestuosa» debía de ser la relación estacional, eh??? Je, je…
Ingeniosa personalización!!
Felicidades y suerteee!
Un abrazo
Marta
Y tormentosa, al menos vista desde fuera. 😉
Gracias por tu comentario, Marta.
Un abrazo
Bonita y teatral puesta en escena me gustó y original abrazos y suerte
Una versión del Tenorio atormentada.
Gracias, Manuel.
Abrazos.
Amor y pasión entre las estaciones.
Si de normal ya te vuelven loco, estas vuelven loco al mundo entero. Han de plantearse esa ruptura aunque solo sea durante tres meses para que podamos cobrar la cordura.
Original, encantador y colorido.
Me regusta tu historia, tienes ese matiz que hace que te lea siempre con ganas.
Un beso enorme Margarita.
Estoy de acuerdo contigo, Mª Belén, las bajas presiones te vuelven loco, y las pasiones, sean altas o bajas, y las tensiones; mejor que nos den un poquito de tregua.
Gracias por tus comentarios, siempre generosos.
Un beso grande.
Muy bueno, Margarita; y el cierre, genial.
Suerte y abrazo.
Gracias, Cristina y perdona la tardanza, las carreteras estaban inundadas.
Un abrazo.
Margarita del Brezo. El invierno y la primavera, tan distintos y cercanos, estaban abocados a entenderse, sobre todo si en medio se encontraba el trazo mágico de tu pluma para enlazarlos de una forma tan magistral.
Un besote.
Pablo.
Hola Pablo, que agradable encuentro, un gusto saludarte.
Mi querido Pablo:
Tú mejor que nadie sabes que mi pluma siente un cariño especial por estos personajes, pero nada es comparable al placer que le produce recrearse en tu libreta.
¡Gracias!
Un beso grande.
¡Ajá! Yo siempre había creído que la señorita Primavera era a Don Verano a quien embriagaba con sus dulces fragancias, pero hete aquí que también el Sr. Invierno ha sucumbido a sus encantos y le ha llenado de flores el corazón.
Original y fresco relato, Margarita. Suerte.
Es muy difícil resistirse al tono colorido y al aroma floral de la Primavera, Carles, y a su tacto suave que te embriaga y te altera. Esta señorita tiene su fama bien ganada.
Y tú también, con las historias que nos cuentas.
¡Gracias!
Margarita!!! que grato encuentro, como estas? hace 50 palabras que no te veía, jajaja.
Genial tu cuento, como todo lo que escribes.
Me imagino que hasta tus cheques son geniales. Me das alguno?
Un beso y saludos.
¡Hola, Jean!
Nuestro sino está escrito ¿en alguna estrella? 😉
Y lo de los cheques… ahí me has pillado porque no sé a qué te refieres 🙁
Saludos con beso.
Así que seis meses nada menos. Quizá con nueve semanas y media hubiesen despertado menos recelos. Qué bien escribes, Margarita. Creo que no tene desperdicio ninguna de tus frases, cada una de ellas, por cierto, rebosante de ingenio, …y de sensualidad. Me parece un relato magnífico, perfecto como aquella tormenta.
Enhorabuena y un abrazo.
Querido Enrique: aquella tormenta de la que hablas salió de esta relación atormentada que no me decidía a sacar a la luz, quizá por esos recelos de los que hablas. Creo que esta idea en otras manos sí que nos trasladaría al séptimo cielo, y nueve semanas y media sería una pura anécdota. Si te animas…
Gracias por tus palabras que siempre aumentan mi temperatura (por aquello de ponerme febrilmente a escribir) 😉
Un abrazo.
Jo, Margarita, con la buena pareja que hacían…
¡Precioso!, aunque creo recordar, ¡que como casi todo lo que te he leído…!
Un beso y suerte.
Pues sí, Rosy, el Invierno se ha quedado helado con esa decisión, aunque vistas, y sentidas, las inclemencias que tenemos estos días, para mí que es un «sí, pero no, bueno, vale».
¡Gracias, Generosa!
Un beso
Esperemos que sea una amor estacional y no eterno, jajaja. Originalísimo. Me ha gustado mucho, Margarita. Abrazos.
Sólo el tiempo lo dirá, Salvador, y los anticiclones.
Muchas gracias, Salvador. Un placer verte por aquí.
Abrazos muchos.
Qué bonito relato y qué bonita relación que va a tener que acabar. Está cclaro que e amor es casi siempre imposible!
Me ha gustado mucho.
Un abrazo Margarita
No sé si imposible, Asunción, pero lo que está claro es que el amor tiene consecuencias que salpican.
¡Muchas gracias!
Un abrazo
Una situación muy original con un cierre muy bueno. Te deseo mucha suerte 🙂
Gracias, Juan Antonio. Hoy no llueve…
Un saludo
Buen relato. El final totalmente encantador.
No sé si habrá un final o tendremos que seguir saltando sobre los charcos.
Gracias, María.
Original y arriesgada relación. Me gusta tu planteamiento como explicación a este invierno primaveral que flota en el aire. U beso
La nieve que se ve desde la ventana hace presagiar que el invierno se ha quedado compuesto y sin novia. En breve veremos cómo le ha afectado a la primavera.
Gracias, Concha.
Un beso
Que original visión de esta meteorología que nos trae locos. Me ha encantado.
Dicen los expertos que la climatología influye en nuestro estado de ánimo así que he pensado que voy a sustituir al psiquiatra por un buen meteorólogo, a ser posible, jovencito. Ya te contaré. 😉
Gracias, Reve Llyn.
Original y divertido. Me has hecho pensar en la mitología griega y romana, las pasiones de los dioses y sus consecuencias para los hombres.
Suerte y abrazos
Todo queda en el cielo. Y nosotros seguimos estando debajo, así que no nos libramos de que nos caiga encima.
¡Gracias, Ana!
Abrazos.
Felicidades. Pensé que lo había comentado ya. Ese final es de traca…
Felicidades. Margarita, ya estás en el libro. Es un premio a lo original. Ya va siendo hora de que en ENTC se premie el sexo de altura. Nos leemos.