MAR101. LOS NIÑOS DE SAN ILDEFONSO, de Elena Casero
¡El dos¡
¡El cero¡
¡El ocho¡
¡El cuatro¡
Unos niños con uniforme levantan los cartones. En ellos se leen los números recién cantados. El sonsonete de su cantinela me machaca el cerebro desde hace noches. Un sueño recurrente que me persigue hasta llegar al Ministerio del Pensamiento. Es algo del pasado, un recuerdo de mi infancia, quizás, pero que muere en cuanto atravieso el umbral y los inhibidores hacen mella en las neuronas. El número me resulta indiferente. Sin embargo, ese sonsonete…
En los Dos Minutos del Odio he cruzado mi mirada con una mujer, una de esas de la Liga Juvenil Antisexo. Y el recuerdo ha regresado como un flash. Puede que haya sido un fallo del inhibidor. He intentado mantener la compostura ante la telepantalla y canalizar mi desconcierto, en forma de odio, hacia el rostro de Goldstein, el traidor.
Al finalizar los dos minutos, tras la frase de La Ignorancia es la Fuerza, la mujer se ha detenido un instante junto a mí. Ha cantado la cifra en mi oído y ha añadido algo sobre unos niños. La he mirado sorprendido porque ya no sé qué ha querido decir.
Elena, vecina de cuento, me ha gustado mucho el relato, muy Orwueliano. Dos Minutos de Odio…Liga Juvenil Antisexo… Felicidades . Un abrazo
He vuelto al mundo de Orwell otra vez, el ojo del Gran Hermano persiguiéndome, entre cantos de lotería. buen homenaje, Elena. Besos
Si hay un recuerdo imborrable seguro que es esa cantinela, je je.
Muy bueno Elena.
Un abrazo.