MAR76. (sin título), de Marcos Santander Llona
Estábamos a punto de celebrar cien años desde la Gran Inversión. A 1985 le quedaban pocas fechas en sus adentros, e íbamos a iniciar 1984, origen y previsible final del periodo conocido como Gran Hermandad que los bisabuelos de nuestros tatarabuelos habían desarrollado para bienestar, orden y mejor estructura de aquel caos que decían había reinado en la casi totalidad del siglo XX.1
En los primeros años de aquel periodo hubo de soportarse movimientos contrarios a la Fundación y luchas que, afortunadamente, fueron neutralizadas a pocos años del inicio. A partir de dicha acción se vivió un perfecto, agradable y próspero segundo periodo que constituyó el núcleo central de aquella era prodigiosa. La población prole no había conocido nada mejor desde hacía muchos años. Únicamente, desde apenas diez años, habían comenzado movimientos contrarios a la Gran Hermandad que reivindicaban particiones en las tres vastas zonas en las que se dividía la Tierra, propugnando entrada en otros diferentes periodos de organización social propios del primer paso, ascendente, del siglo XX.
En cuestión de pocos años más entraríamos en aquel periodo que, a decir de los intelectuales proletarios del mundo, habría sido el tiempo de mayor abundancia de ideas distintas y de caos.
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Me he quedado en la palabra caos. Eso sí lo plasmas desde el título. Luego me he puesto a dibujar un esquema para controlar siglos, edades, años, fechas, zonas, períodos etc, etc, y luchas de la prole. Y ha sido mi caos. Me he liado. Sé que eso es lo que pretendías y lo has conseguido. Está claro que no he cambiado mi chip. Pues eso, aquí me tienes pidiéndote un bis.
No se sí has leído la correción que ha hecho JAMS al final del párrafo primero. Es una cuestión de la flecha del tiempo y su reversión. Siglos ascendentes y descendentes. Final de la cuenta del tiempo. Cuenta atrás. Queridísimo.
Presuponiendo que tu crónica hace referencia a algún episodio acontecido en la Constelación del Cangrejo, como es obvio y nadie osaría dudarlo, me dispongo a atravesar este texto pertrechada de todo tipo de sensores y demás artilugios capaces de extraer de su superficie los mínimos detalles que aporten el máximo resultado que me conduzcan a la más inconclusa conclusión. Confieso en el trayecto
haber sufrido un fundido de cables fortuito y alguna que otra interferencia que no me han impedido, de todas formas, la recogida del muestreo que será analizado en nuestro laboratorio de supernovas. Creo haber intuido en el camino una reflexión-denuncia a las que nos tienes tan mal acostumbrados en las que se intuyen crematorios, guerras y demás fetideces que nos resultan por desgracia familiares. Hechos acaecidos en futuros ya pasados aún presentes. Estructuras de espejo,
devenires obsoletos. Y cómo no nos habíamos dado cuenta si sólo con leer el nombre del autor ya estábamos avisados? Para la próxima, si lo vemos, ya sabemos
lo que hemos de hacer. Además… le gusta que seamos libres y pongamos hasta el título . Yo ya se lo he puesto, pero también soy mala (hija del siglo XX.1 ascendente) y por eso no lo voy a decir. Hala!
( Esta vez nos has puesto sujetos y predicados- no sabemos si en su sitio- y hemos de agradecértelo. Pero porfa, para la próxima no nos extiendas el puzzle dosmilpiezas por el suelo, que cuesta) Un abrazo con lengua
😉
Nieves, me has dado una lección. Intentaré meterme en tu inconsciente-consciente-subconsciente y ver la realidad de Marcos bajo tu prisma. Lo intentaré aunque llevo años (siglos) de retraso.
Gracias Nieves, exactamente eso. El tiempo, mujer, es el tiempo, que es único. Somos, precisamente los únicos dioses de carne y sangre que podemos hacer eso que tan bien has expresado en tu comentario, «hechos acaecidos en futuros ya pasados aún presentes», y lo podemos hacer por nuestra condición de dioses. Nada que ver con ese dios mostrenco e inútil que no puede más que dejarse llevar por el tiempo y la estupidez humana. Marcos
Cruda historia de la historia, guerras y revoluciones. Un pasado de tristezas y alegrias intangibles y/o inútiles visto hoy. Por favor, que no sea cierto ese futúro previsto en los relatos de este mes.
Tu visión es más que cierta y esperemos que todos los cerebros vivos lo capten por el bien de las generaciones que lleguen a 2084.
Apreciado Marcos, suerte y abrazo.
Gracias, Ricardo. A quién le importa una mierda lo que le pase a cualquiera. Eso, estemos en el 984, 1984 y todos la serie de 84 que pongamos. Gracias por la comprensión.
Marcos, el tiempo es inexorable. Estás hablando de una época en la que tenías la edad de Cristo. Es lógico que la añores y que en estos momentos, tan transcendentales para ti, en el dintel de la prejubilación, trates de buscar des-horizontes. Cuidado con la esquizofrenia; puedes subirte a tu gran inversión y acabar en el útero donde se guardan las almas, pero tu cuerpo no te va a acompañar. Será divertido verte.
Un abrazo y sigue haciéndonos pensar, imaginar, etc…
Ze kabroia, es verdad! Cómo se nota que sabes de cuentas. Reivindico, si no la esquizofrenia, sí, al menos, la esqui, la quizo, la zofre, la frenia. No total, solo una parte, que hace menos daño. Pero es verdad, no sé si estoy en este siglo ascendente o descendentemente. Es que tengo un problema con el anemómetro. Te quiero.
Me parece una interesante vesrsión de cuatro corazones con freno y marcha atrás, de Jardiel Poncela, eso si, aplicado a toda la humanidad. Es cierto que la lectura me resultado difícil, y al final tampoco he comprendido si este recurso de conseguir que la historia se dirija hacía su génesis sirve para enmendar errores o seguimos cayendo, como buenos humanos, una y otra vez en las mismas equivocaciones. Pero la idea central del relato me parece brillante. Mucha suerte y un abrazo.
Seguimos cayendo, Juancho, seguimos cayendo. Muchas gracias y el mismo abrazo.
Pues muy bien. Un relato que da mucho en que pensar, Marcos. Cuando llegues a 1885 -ya solo te quedan 100 años de inversión- puedes acercarte a Cevico Navero y saludar a los tatarabuelos de nuestro amigo Jesús.
Por cierto, espero que si sigo leyendo micros como este, termine aprendiendo a decir así de bien. Gracias.
A los tatarabuelos de Jesús, y a sus bisabuelos, y a los etcéterabuelos, les saludo cada vez que puedo comprobar los ojos, la sonrisa y la retranca de nuestro amigo Jesús. Cómo se llama eso de la hélice? Salud, Aurora.
Sabe Dios que ocurrió por accidente. Ascendí y ascendí y ascendí a través de siglo XXI y por efecto de la ley de Snell, el ángulo se desvió y aquí estoy de nuevo de vuelta en 2013. Vengo pues del 2084. Y traigo informe: Cambios los ha habido, pero pocos:
– Sigue habiendo varios diosverdaderos insobornables, los de siempre.
– Continúan prevaleciendo las ideologías sobre la ideas.La fiebre de los «ismos» se ha multiplicado a medida que el individuo necesita reconocerse en otros.
– La mujer, laboriosa, persiste en su eterno gerundio incomprendido
– Los hombres insisten en que no saben planchar y siguen desconociendo el display de la lavadora
– Venecia ha desaparecido y tanto Gran Bretaña como las costas europeas, han quedado reducidas a un campanario
– Siguen privando la tortilla de patata y el chorizo de pueblo, tras prohibir el Slow Food los países en vías de desarrollo.
– Los políticos han proliferado y gobiernan (?¿?¿), se reparten la atomización topogeográficopolítica de los reinos de taifas.
– Estuvimos al borde de la talibanización.
– En las librerías se venden cosas que prefiero no contar para que no os asustéis ( el libro, lo que se dice libro-libro y que entendemos como tal, no existe)Se habla de un grupo numeroso de personas que se extiende por todo el planeta y que amenaza plaga. Se hacen llamar EneTeCeros. No son peligrosos. Pero son muchos.
– Los músicos están protegidos y los mantiene el Estado casi tanto como a los cineastas y escritores. No así a los pintores y otros artistas plásticos que sufren campaña de desratización permanente.
– novedad: las hordas de desahuciados patrullan por las noches para que los banqueros y acaldes no «OKUPEN» sus puestos de trabajo, perdón, sus «codiciados puestos de trabajo». (Algo hemos adelantado, digo yo)seguiremos informando. fDO: Enésima(rtínez)
Gracias,autor, por prestarme este espacio. Pasaba por aquí, he visto esto en blanco y soy grafitera literaria incontinente. Yo siempre pinto por las noches