19. LA VALLA
Creímos que huir de la Tierra iba a ser lo mas difícil, ¡que ingenuos fuimos!. La situación era insostenible, el cielo se cubría de nubes tóxicas, el calor infernal nos asfixiaba y el agua empezaba a escasear. Desesperados por conseguir un futuro para nuestro hijo Eon, Gaea y yo reunimos todos nuestros ahorros y conseguimos plaza en uno de las últimas naves clandestinas que consiguieron huir. El viaje hasta el planeta Aristarco fue peor que la mas horrible pesadilla. Hacinados, sin apenas comida ni agua, los bebés y ancianos fueron los primeros en caer. Eon, mi travieso, mi guerrero, mi fuerte hijo, luchó hasta el final, pero finalmente su cuerpecito exánime quedó flotando en el espacio, expulsado por una inmisericorde escotilla. Gaea, mi dulce amor, simplemente se rindió y le siguió días después. Cuando la nave al fin se posó, solo sobrevivíamos los mas fuertes, aunque muertos por dentro. Ahora, vigilados por los cybersoldados, agrupados como ganado tras esta valla, nos dicen que no somos bienvenidos, que este no es nuestro mundo, que no nos quieren aquí. No necesitamos ni hablarlo, solo hemos cruzado las miradas. Esta noche moriremos o viviremos, pero ninguna valla va a detenernos ya.
«¿A onde irás, boi, que non ares?», dicen en mi tierra. O lo que es lo mismo: en todos partes cuecen habas. ¡Qué pena más bien contada!
Cierto, nunca sabes si algún día te puede tocar estar dentro de la valla. Gracias y un saludo
Impresionante. Es penoso (por supuesto q no me refiero a tu relato), que sintamos más empatía hacia personajes ficticios (en este caso el padre de Eón), q hacia los millones de verdaderas almas q hay tras la valla. Enhorabuena!!
Es penoso, cierto, pero también es cierto que a veces un relato o una fotografía ayudan a ponerse un poco en la piel de los miles de padres de los «Eon» desgraciadamente reales, al menos a mi escribirlo si que me ayuda. Muchas gracias, un saludo.
Un relato desgraciadamente tan actual que me conmueve. Tus cybersoldados parecen incluso más humanos , precioso Manuel, un saludo
Ciertamente triste y tristemente cierto. Muchísimas gracias, un saludo
Fantástico paralelismo. Y espeluznante. Enhorabuena Manuel y mucha suerte.
Gracias Eva, la auténtica suerte es que alguien me lea, muchas gracias por hacerlo y mas aun por tu amable comentario. Un saludo
Un paralelismo muy bien descrito. Te has llevado la situación un montón de años hacia delante, y por supuesto, sigue encogiendo el estómago. Hablar del presente utilizando el futuro. Mucha suerte 🙂
Cambiar para que todo siga igual :-). Muchas gracias, un saludo
Muy buena esa visión trasladada de una realidad muy cruda a un futuro que puede estar más cerca de lo que nos tememos, y muy bien narrado además, con gran humanidad. Enhorabuena y un abrazo, Manuel.
Si, quizás el futuro esté mas cerca de lo que creemos, aunque sigamos cometiendo siempre los mismos errores. Muchísimas gracias y un abrazo, Belén.
Que bien juegas con las imágenes. Un presente que continua en un mundo del futuro. Unas perdidas humanas que duelen, una lucha por conseguir un fin logrado, un niño que flota en el absurdo espacio, una valla que se niega a recibir y abrirse…
Toda una verdad contada de manera acertada.
Un abrazo y suerte Manuel.
Gracias de verdad. A veces el presente y el futuro se confunden, si se siguen cometiendo los errores actuales, temo que el futuro será peor incluso. Un abrazo y de nuevo muchas gracias.
Manuel, tu relato refiere realismo y ambientacion cuidada, en unas vidas, tan parecidas a algunas actuales, dificiles y penosas. Suerte y saludos
Cuando los inocentes tienen nombre siempre impacta mas, ¿verdad?, en cambio las cifras, con ser escalofriantes, siempre son frías. Muchísimas gracias, y un abrazo.
Seamos optimistas, aunque la realidad no invite a ello, pero quien sabe, quizá cambien las cosas los hijos de nuestros hijos, o los hijos de los hijos de nuestros hijos… Muchas gracias y un saludo.
Qué buena imaginación que tienes, los problemas del hoy y del ayer y, probablemente, del mañana, también en otros planetas. ¡Arrasas!
Amigo Lorenzo, eres mucho más grande que el gigante de tu historia. Un abrazo maestro!
Duro relato el tuyo, Manuel. Un sinsentido trasladado más allá de las fronteras y alambradas terrestres. Deja un poso amargo. Un saludo.
Gracias por el comentario. Me alegra q deje posó, aunque sea amaego, ojalá la realidad sea distinta en el futuro. Un saludo.
Cojonudo Manuel. No tengo más palabras. Ni ciencia ficción ni nada. Dejas desnuda la verdad frente a una valla.
Gracias por el gozo de leerte.
Yo si que solo tengo una palabra: GRACIAS. Un comentario como el tuyo recompensa mas que cualquier premio, galardón o reconocimiento literario que pueda inventarse. De corazón GRACIAS A TI.
Una forma extraordinaria de exponer una realidad que es tan absurda que parece de ciencia ficción, y lamentablemente no lo es. Es de ciencia realidad. Y avergüenza. Enhorabuena por llevar tu viaje espacial a un sitio tan cercano
Muchísimas gracias Patricia. Lo escribí hace apenas dos semanas, y cada día que pasa es un relato menos de ficción y mas docudrama o drama a secas. Ojalá pudiera decirte que creo que las cosas mejoraran algún día pero eso si que sería ciencia ficción. Muchísimas gracias por comentarlo y sobre todo por compartir vergüenza, a lo mejor al final los buenos somos mas y tenemos una esperanza, no lo sé… Un abrazo.
Me da a mi que para ese viaje no se necesitan esas alforjas, que se dice. Que no hace falta exterrarse par encontrarse muerte y vallas.
Bien entrelazado el tema espacial con la actualidad terrenal, Manuel.
Saludos cordiales.
Gracias Carles, no, no hace falta alejarse mucho, ese es el problema, que el futuro temo que esté lleno de vallas, sea donde sea. Saludos y gracias
¡Plas, plas! Para mí es un micro que se debería colgar cerca de todos esos jóvenes que son tan aficionados a los relatos futuristas y ante la que está cayendo no mueven ni un dedo. Si los jóvenes (en general) no rompen las calles allá esos, es su futuro. Felicidades por tu sensibilidad. Suerte.
Muchísimas gracias por tu comentario. Está claro que los jóvenes son el futuro, para bien o para mal, pero el presente no es muy esperanzador, lamentablemente. Un saludo.
Hola, Manuel.
Creí que te había comentado hace unos días, pero se ve que no se marcó el comentario.
Me gusta la historia que narras y la historia que entiendo que narras. Hay muchas vallas y hay muchas personas que siempre tendrán muros impuestos por otros.
Uf, los pelillos de punta. Felicidades!!
Muchísimas gracias, de verdad. La realidad nos pone desgraciadamente los pelos de punta demasiado a menudo, pero por otro lado es bueno que aun tengamos esa sensibilidad de emocionarnos, significa que aun queda una esperanza. Un saludo
Me encantó Manuel. La proyección del presente más crudo e injusto, sobre el aura futura, virgen, todavía por llegar, sin escribir. Y me temo que acertarás de pleno, por cómo se vienen desarrollando los acontecimientos últimamente.
Muy bien contada tanta injusticia legal.
Enhorabuena y suerte,
Ton.
Yo también lo temo, la injusticia puede ser legal, pero siempre será inmoral. Muchísimas gracias por tu amable comentario, un saludo.
Enhorabuena, Manuel. ¡Qué bien planteado está tu relato! Una de esas situaciones en la que las personas llegan al borde, tal que después no importa lo que suceda. Me agradó mucho. Saludos.
Muchas gracias, de verdad. Un saludo.
Un relato estupendo de un futuro tan cotidiano. ¡Qué dolor!
Felicidades.
Muchísimas gracias por leer
lo y por tu amable comentario. Un saludo.