MAR56. 2Q84, de Miguel Jiménez
Su vocación de huida fue esculpida en su carácter, primero por sus padres que la arrastrarían por los mundos buscando ofrecerle su propio destino. Después ella misma manejaría el cincel escapando tanto de unos como del otro. Con esta certeza como único equipaje Shiroi Tsuki apretó el paso cansada, sintiendo tras de sí, más cerca que nunca, el aliento húmedo y verdoso, como un cazador paciente y sucio, que se sabe ganador y no tiene prisa. La sombra perenne aspirante a sus pies.
Vagaba entonces sin aparente rumbo, repitiendo mecánicamente las rutinas de desorientación aprendidas, sin pensar, todas las calles le parecían una misma letanía de contenedores de vidas a medias, hasta que lo tropezó. Él sobre el tobogán, la mirada fija en la ventana encendida y al pie reflejadas en un charco, dos lunas.
-Te esperamos largo tiempo – dijo la sombra a su espalda.
Miguel, inquietante momento y extraño destino para que te aguarden. Serán cosas normales en 2084. Suerte y saludos.
Gracias Calamanda, el futuro siempre es inquietante, si no que nos empujaría a ir hacia él.
Un abrazo.
Muy inquietante esa atmósfera de huida y esa esperanza de libertad y unión consigo mismo. Esperemos que si algún día volvemos a los totalitarismos alguien mantenga su espíritu de libertad y rebelión. Muy bueno tu micro. Gloría Arcos
Quiero pensar que la vida siempre se abre camino, y tal como van las cosas, lo de los totalitarismos, no me parece tan lejano.
Gracias Gloria, un abrazo.
Miguel parece un fragmento de algo mas largo, esa sensación me ha dejado a mi, así que si dejas con ganas de seguir leyendo supongo que es un gran éxito.
Felicidades. Asun.
Gracias Asun, sí que buscaba un espacio en que fuera importante el pasado y el futuro, tal vez más que el propio momento.
Un abrazo.
Entiendo que es una huída de sí misma y de su pasado, y que avanza sin saber hacia dónde hasta llegar por fin a una meta. Me despista el final: tobogán, ventana encendida, charco y dos lunas. No consigo darle forma.
Un abrazo.
El tema de este mes me cuesta un poquito. Esas lunas en el charco me han dado un podo de repelo. Todos nos planteamos en algún momento lo que podría pasar si nuestro planeta se fuera al garate y da esa inquietud que quizá panteas. No sé Miguel, ya te digo que el tema este mes me resulta inquietante y un menos habitual en mis lecturas.
Besicos muchos.
Las lunas en el charco tienen, al menos, dos explicaciones posibles, y es que hacía días que no me divertía escribiendo y con este me volvió un poco la vena trasto, je je. De una de las explicaciones, si no se reconoce, hay pistas en mi entrada del blog. La otra explicación está en el mismo texto, aunque puede ser más dificil de pillar, je je.
Un abrazo Nani
Ana, tienes un mundo interior de lo más. Un hijo abortado, bueno, esto no lo habría visto yo ni en tres vidas. O igual estoy en otro relato, o no he dormido lo suficiente…
Un abrazo.
En realidad soy yo la que no visualiza el final, Ana, y con este viento sur que se me mete en la cabeza ni siquiera tengo tu capacidad de «extravagar».
Saludos, Ana y Miguel.
Qué bueno tener el viento del sur por visera.
Un abrazo Susana
Ana, Susana, estoy abrumado de las cosas que sacáis del texto, es una pasada, je je.
Yo creo que una vez publicado el relato es de quien lo lee, así que, todas la interpretaciones me parecen fantásticas, en serio.
Un abrazo enorme a las dos, me alegra haber dado pie a esta conversación, je je.
Has escrito un extraño y atrayente texto, con ese sabor Murakami.
Un saludo, M.A.Page
Se lo enviaré por si quisiera empezar así la cuarta entrega, más quisiera, je je.
Gracias Miguel, un saludo.
Y para cuando 2Q84 II ? sabe a poco. No hagas caso a Gran Hermano y pásate de las 200, anda
Qué me lías Nieves, qué me lías, je je.
Un abrazo.