MAR51. DIARIO INCONCLUSO DE MI ESTANCIA EN DISTOPÍA, de Fran Rubio
Por fin terminaba 1984. La rata daba un mordisco a mi cerebro coincidiendo con cada gong de las campanadas, hasta que completó los doce. Sentí amor por aquella rata, incluso más que por el Gran Distopo. Temiendo que se desvaneciesen los datos en mi cabeza, escribí apresuradamente una especie de diario que sintetizase lo que había significado aquel año tan inaudito:
Frases muertas, ríos estériles, biberones envenenados, avenidas sin final, cielos rotos, tiempo errante, marinos sin norte, recuerdos perpetuos, tormentas hipnóticas, infinita tristeza, suicidas repetidos, embriones hibridados…
Antes de terminar, entraron a la celda y me quitaron el papel. Tatuaron en mi antebrazo el temido “MOVE TO ROOM 101” y me dejaron a solas con la rata, que yacía muerta en el suelo anormalmente hinchada, parecía que el amor llenaba su cuerpo. No recuerdo cuánto tardaron, pero al regresar de mi inconsciencia, estaba dentro de la 101 sentado frente a una pantalla de ordenador donde unas letras explosivas de colores repetían a intervalos muy cortos “Feliz 2084”. La voz del Gran Roedor desde el altavoz del techo dijo: “Eres libre”.
Al salir, mi larga cola quedó atrapada en la puerta. Habré de acostumbrarme a esta nueva morfología, me propuse.
About Post Author
Fran, inquietante este relato de ciencia-ficción y que acaba convirtiéndose en naturalista. Y es que todos somos un poco ratas, pero acabar con cola uff, espero que no.
Muy bueno.
¡Suerte para el concurso!
Abrazos.
Gracias, Nicolás. Inquietante es la palabra clave, la atmósfera que trataba de crear con este micro. Espero que disfrutes esta tarde en el Zurdo con la lectura de tu micro; yo me tomaré un vino en casa a tu salud para celebrarlo. Hasta pronto.
Admirable, Fran. En este micro demuestras una imaginación desbordante. Lo de buen escritor ya lo sabía. Y enhorabuena por la mención de febrero, está clarísimo que te la mereces.
Un abrazo.
Susana, muchas gracias por tus palabras, me dan subidón, subidón. Si me hiciesen un control antidopaje ahora mismo, me cazaban. Se me ha llenado el cuerpo de endorfinas después de leer tu comentario.
Un abrazo.
Pedazo de relato, Fran. Me parece muy difícil compatibilizar la ciencia ficción con la poesía, y más aún en tan pocas líneas, pero tú lo has conseguido, y el resultado es una historia desasosegante y al mismo tiempo hermosa. Enhorabuena por este micro y también por la mención de febrero.
Hola, Ana. Me alegra que hayas visto lo de la parte poética. Esa parte era bastante más extensa en un principio, pero el límite de las 200 hizo que tuviese que recortar (cual Rajoy). Felicidades a ti por tu «Mulata» y, sobre todo, por tu «Arquero».
Un abrazo.
La verdad es logras crear una atmósfera muy inquietante. Enhorabuena. Gloria Arcos.
Gloria, muchas gracias por tu comentario. Es un placer verte por aquí, como lo es leer tus micros. Un abrazo.
Fran, inquietud, parece ser la sensación que más genera el relato. Su planteamiento crea una afmósfera extraña y continua. Suerte y saludos.
Gracias, Calamanda. Es más o menos lo que pretendía con este micro, basado en el desasosiego que te queda cuando lees I984. Un saludo.
No parece fácil compatibilizar esa atmósfera viciada con un relato tan lírico y con un final tan sorprendente. Enhorabuna y un abrazo. Suerte.