50. SUEÑOS EN LA FRONTERA (TON PEDRAZ)
Asciende coqueta, palideciendo sobre el filo de la montaña. Donde nacimos no hay montañas, ni hace tanto frío. Aquí se me congela el corazón.
No sé por qué algunos soldados refuerzan la alambrada, mientras miran hacia otro lado. Es como si les molestase vernos.
Nos prometió viajar juntos hasta ella, y que nadie podrá detenernos. Debe ser cierto, pues cada noche luce más hermosa a nuestro alcance.
Aquí estoy contenta, sin “el hombre de las bombas”. Aunque, después de tanto tiempo lejos de casa, siga oliendo a miseria, y no se me calme este dolor insoportable en los pies.
Mi hermano pequeño se emboba cuando la espiamos, trenzados bajo la manta, ensimismados por descubrir los secretos de su cara oculta durante nuestra batida sideral. Fantaseando le relato cómo cruzaremos de la mano el firmamento, a base de brincos, acuchillando las nubes, atajando de fulgor en fulgor, engullendo años luz de cosmos desde cada parpadeo.
Su resplandor amortigua el aullido de los perros. Cada vez acuden más.
Anoche elegimos nuestra estrella predilecta, y pretendemos quedarnos a vivir entre su luz. A ver cómo le decimos a papá que no necesitamos continuar hasta la Luna, que ya estamos cansados de tanto viajar.
Bueno, Ton, tu relato es así como la voz de personas que buscan un lugar en el que vivir mejor ¿Refugiados? Su meta es la luna pues ella parece haberles prometido cosas bellas, sin embargo, no son libres y…
En fin, lo he tenido que leer algunas veces e incluso lo he leído de dos formas distintas, no se, quizá esté equivocada.
Para mi es extraña la forma en que lo planteas, pero el resultado es interesante.
Suerte y feliz noche.
Hola Mercedes. Muchas gracias por comentar.
Sí, escribo de lo que ve la protagonista, su realidad, y lo diferencio de aquello con lo que sueña, esa cara oculta, lejana e inalcanzable.
Pero con una salvedad, que se trata de una niña. Para ella y para su hermano todavía todo es posible. Para ellos no existen límites, a pesar de las trabas que se les presentan.
Un abrazo Mercedes.
Ton
Algunas personas han de soñar con la Luna casi por obligación, ya que se les niega el mínimo espacio al que tienen derecho en la Tierra. La visión de los niños puede suavizar hasta la realidad más dura, incluso una expedición con destino incierto, no hace falta surcar galaxias en una nave para que eso suceda.
Que no dejemos nunca de soñar ni las letras de fluir.
Un abrazo, Toni. Suerte
Hola ÁNGEL.
Me produce hasta asco tener que escribir sobre la situación en la que mantenemos a los refugiados, pero me duele tanto la decisión que se quiere tomar, que no me he resistido.
Como seres humanos imagino el sufrimiento, allí aislados, y esos pequeños pasándolo mal.
Tal vez me equivoque y no sean tan siquiera capaces de soñar.
En Europa no podemos ser tan injustos.
Un abrazo fuerte y gracias por leer.
Ton.
Tras la visión tierna y fantasiosa de un niño, subyace una realidad cridísima y de triste actualidad.
Suerte, Ton, y un abrazo.
Hola Cristina.
La realidad la forjamos entre todos. En este mundo que vivimos, la existencia de algunos se balancea sobre el alero de las decisiones, a veces injustas, de los poderosos.
Un abrazo, y mi agradecimiento por haber dejado tu comentario.
Ton.
Hola, Ton.
Propuesta interesante la tuya. La Luna, la guerra, la Tierra. Cuando aquí va mal (¿Cuándo ha dejado en general de hacerlo, de ir mal?) se piensa en la Luna y aun más en la niñez. A lo largo del texto se van deslizando, en cursiva, frases que son como esa cara oculta de la Luna. Viajar con la mente también cansa, como les sucede a los niños. Buen remate del texto por la vía del humor como descarga de lo trágico que con anterioridad se ha intuido, visto como la punta de un iceberg.
Un abrazote. Suerte.
Eduardo muchas gracias por haberte devanado el cerebro con la lectura.
La has desgranado y sintetizado muy bien.
Ya sé que esto no servirá para nada, pero el cuerpo me pedía denunciar algo que creo injustificado.
Te devuelvo ese abrazote tuyo que casi me ha espachurrado.
Gracias Eduardo,
Ton
La Luna siempre es una fiel compañera. Creo que cuando se es niño se la mira más, y cuando te haces mayor un poco menos. Pero estoy seguro que de su influjo siempre queda algo dentro de nosotros. Mucha suerte Ton. 🙂
Muchas gracias Juan Antonio por comentar.
La luna siempre me ha encantado. De niño, y ahora.
Abrazos,
Ton.
Hola, Ton.
Un relato que te pone los pelos de punta por lo reales y cotidianas en que se han convertido muchas situaciones.
Un abrazo y suerte.
Hola Towanda. Muchas gracias por pasarte a comentar.
Yo solo creo que somos injustos e indignos con esos hermanos.
Un fuerte abrazo,
Ton.
Dejar d emirar la luna es dejar de mirar el futuro…o al menos las ilusiones. Tristemente es así. Me encanta tu modo de relatarlo rozando esa herida tan dolorosamente abierta que hace que tantos miren hacia otro lado. Un abrazo y mucha suerte.
Hola Eva. Muchas gracias por tu comentario.
Yo seguiré haciendo un esfuerzo por no mirar nunca hacia otro lado.
Otro fuerte abrazo.
Ton.
Cuando la realidad que nos rodea no nos gusta solemos hacer lo que sea para evadirnos de ella. Esos niños que andan un largo camino a no se sabe dónde, desean encontrar un sitio seguro en el que parar y vivir tranquilos, y que mejor sitio podría ser ese que entre las estrellas. Un relato muy bueno, Ton. Felicidades y un saludo.
Hola Matrioska. Muchas gracias por pasarte a comentar.
Tal vez encontrarían un trato más humano del que les estamos dispensando en cualquier rinconcito del universo.
Un abrazo,
Ton.
Ton, costruyues tu cuento con tintes de actualidad y nos dejas interrogantes dificiles de resolver, buen planteamiento. Suerte y saludos
Voluntad Calamanda. Creo que con un poquito más de algo tan barato como la voluntad, todo esto podría ir mucho mejor para aquellos que lo están pasando tan mal.
Graciñas Calamanda por tu comentario.
Abrazos,
Ton.
Empieza muy poético y te esperas una historia bonita. Pero te acuerdas de las imágenes que salen en los telediarios todos los días y la poesía se va de un plumazo. Y después de verlas una y otra vez a veces nos hacemos un poco insensibles.
Y a veces miras de nuevo esas caras asustadas y te ayudarles para que no se sientan perdidos en mitad de ninguna parte. Es una situación muy complicada que a nadie gusta.
Tu relato sí me ha gustado.
Mucha suerte.
Me veo obligado a pensar que todavía no es tarde, que estamos a tiempo de rectificar como sociedad.
Aún nos queda aquello que representa tu precioso nombre.
Un abrazo, y gracias por comentar ESPERANZA.
Ton.
Hola, Ton. No puedo leer con agrado el relato por las imágenes que consigues que me vengan a la cabeza.
Ojala cambiemos y la Luna y las estrellas estén cada vez más cerca para tus protagonistas.
Abrazotes
Javier, muchas gracias por tu comentario.
Me gusta ese deseo de nos dejas. Ojalá cambiemos, por el bien de todos los que sufren.
Otro abrazo.
Ton.
Me encanta la Luna, me atrae, me conquista…, tanto como las hermosas palabras con que la has engalanado.
Muchas gracias por comentar Edita. Me temo que esa luna, ese sueño, se habrá de convertir en una quimera para la mayoría de ellos. Y poco, o nada, podremos hacer para solucionarlo.
Un fuerte abrazo.
Ton.
Triste relato y actual, contado a dos voces, como vasos comunicantes, los sueños y la realidad. Creo que los escritores debéis estar ahí, recordando estas miserias, a ver si reaccionamos. Suerte.
Gracias por tu comentario bien intencionado Javier. Resultará complicado. La solución está en la mano de aquellos que son insensibles.
Un fuerte abrazo,
Ton.
Pienso que desde nuestros orígenes siempre hemos mirado hacia arriba en nuestros peores momentos, unas veces pidiendo ayuda y otras simplemente para soñar en realidades mejores. La luz de tu firmamento, brillando en los ojillos de esos niños, parece cubrir con un dulce velo sus calamidades.
Enhorabuena, Ton, por este bello y bien intencionado relato.
Un abrazo.
Gracias Enrique, por tu lectura y por el comentario.
Un abrazo fuerte.
Ton.
Me gusta que hayas tomado un tema tan cruel, porque así se está tratando a los refugiados, desde la mirada de una niña, cuya imaginación sobrevuela y mitiga el sufrimiento.
Me parece un relato muy bien escrito, con esas pausas en letra cursiva que a la vez que dejan bellos mensajes, también van dando paso de una forma muy elegante a la continuación de la historia.
En resumidas cuentas, me ha encantado, Ton.
Un abrazo.
Muchas gracias Pablo. Eres muy amable con tus palabras.
Un fuerte abrazo.
Mientras miramos al espacio intentando conquistarlo no vemos la ignominia a la que abocamos a las personas que solo intentan alcanzar su luna; poder vivir sin miedo. Enhorabuena, Ton, por este gran relato que nos hace reflexionar sobre la condición humana. Abrazos y muchas suerte.
Muchas gracias Salvador, por haberte pasado. Gracias por comentar.
Un saludo y fuerte abrazo.
Ton.
Buen relato. Tierno y a la vez durísimo. Antiguo como el amor a la Luna y actual como las penurias de los refugiados de guerra.
Abrazos.
Hola María. Gracias por leer y comentar. Habrá que seguir luchando, tener esperanza, y pensar que las cosas solo pueden ir a mejor para ellos.
Abrazos también para ti.
Ton.
Un crudo relato, Ton. La inocencia salva a los niños, lo más triste es que en el transcurso del sufrimiento la van perdiendo… Mucha suerte y saludos.
Hola Ana. Gracias por estar ahí y comentar.
Un fuerte abrazo.
Ton.
Un tema muy actual y que lo manejas con soltura porque te llega al corazón, y esos son los mejores relatos: los que logramos ponerles emoción y sentimiento, porque nos identificamos con ellos.
Dos niños que deben seguir la luna como la guía de su ruta de escape. Y tienen que avanzar más y más sin llegar a un destino hasta que le suplican al padre quedarse debajo de su estrella para ya no saltar más vallas y alambradas.
Un abrazo, Ton.
Por cierto, soy Patricia M.
Hola Patricia. También has acertado de pleno con la interpretación del relato. Muchas gracias por pasarte y comentar. Esperemos que la situación cambie cuanto antes para todos estos pobres refugiados. Ojalá despertemos de nuestro letargo.
Abrazos.
Ton.
Hola Ton.
Después de leer tu relato creo que esos niños son más conscientes de la realidad de lo que nos haces ver.
Viven con el (engaño) del padre de ir a la luna (conseguir lo imposible)
pero al final la niña cansada de lo inútil que resulta perseguir estrellas decide (quedarse en la tierra)
Es como un desencanto. Como aceptar la realidad
Un abrazo. Suerte.
Debo decirte que parece que me hubieses leído el pensamiento. Un abrazo Virtudes y gracias por comentar.
Ton.