MAR42. MI DÍA A DÍA. DIARIO DE 2084, de Evelyn Pérez
A las 4:30 suena la melodía que despierta al turno DÍA de producción para comenzar su jornada que discurre entre las 06:00 y las 18:00 horas.
A continuación, en tramos de una hora cada una, se realizan consecutivamente las actividades programadas por LA SOCIEDAD para nuestro desarrollo personal: movimientos corporales gimnásticos, aseo y mantenimiento de imagen, alimentación y por último relaciones comunales. Tras esto traslado de vuelta a los habitáculos y toma de la píldora nocturna.
Hasta los 7 años permanecemos en una escuela global donde se recibe, de manos de los delegados sociales, la formación adecuada y suficiente para desempeñar las funciones que al inscribir nuestra adhesión a la sociedad con el trámite del nacimiento nos fueron asignadas.
Iguales, a partir de esa edad, se suceden un día tras otro, en realidad el mismo día 8 de junio repetido una y otra vez, sin apenas variaciones salvo algún fallecimiento que rápidamente se ve reemplazado, pues nadie es ni ha de ser insustituible para el buen funcionamiento de LA SOCIEDAD.
Así hasta que seamos nosotros los prescindidos.
Yo ya he vivido 16.672 días y la melodía me empieza resultar monótona y repetitiva.
Noto que este protagonista les va a salir un poco contestatario. A ver si lo van a convertir en prescindible. Muy inquietante vivir en un futuro tan aburrído y predecible.
Me gusta el planteamiento porque esto no es el futuro, es el presente ideal, llevado al extremo de la perfección. Dura ironía.
Un diario con días calcados unos a otros, del que cualquiera quisiera escapar. Triste futuro, aunque se parezca como dice Irene a algunos presentes.