107. Último round
Una mujer con setenta rulos en la cabeza elabora mayonesa girando continuamente su cuchara de madera. Luego llamará a cenar a su hija que juega en el patio al corro de la patata desde hace horas. En otra casa, un joven rebobina una y otra vez el rostro vuelto hacia atrás de la niña endemoniada, ese deuvedé viene dando unas tres mil vueltas por minuto. En esa misma glorieta, los coches que llegan luchan por descifrar el código ignoto de las rotondas al tiempo que un enamorado pasea buscando verbos, pronombres y conjunciones. Ella se está cansando. En el aula Elcano, un niño pregunta por Pí. Un árbitro pita y el balón echa a rodar. En el estadio, a Mbogo le quedan aún 18 vueltas. En Palacio, el Rey medita sobre otra ronda de contactos mientras lee este relato escuchando a su adorado Jimmy Fontana, gira il mondo gira, cantaba el cabrón.
Fatih Soylan, que, además de astronauta, es un acreditado derviche, se baja en la Tranquilidad y, mientras el cohete se cabrea y se va a rotar y rotar, él cesa poco a poco de girar y sospecha que aquello no nos lleva a ninguna parte.
Me ha gustado este girar, Ignacio. Esos hechos que se van encadenando para no ir a ningún lado… Pero qué bien hilados. Me encantan tus personajes tan dispares y únicos.
Un buen y original relato.
Suerte!!!
En esta historia todo lo que nos relatas gira, y solo tu derviche decide detenerse, sin saber que al hacerlo sigue girando.
Me gustó mucho Ignacio.
Suerte y un abrazo.
Ton.
Hala qué suerte!!! Otra bocanada de aire fresco, ligero, con su carga social, girando sin parar. Un buenísimo y fantástico mareo.
Felicidades!!
Ignacio, buen ritmo en esta historia interminable del mundo y sus pobladores. Suerte y saludos
Una estampa cotidiana, contada con mucha fluidez, y no carente de crítica.
Suerte.
Aunque no creas que me entero del todo, interpreto que es el giro de la Tierra y la vida vista desde el espacio, con un toque de rutina y caos. Suerte.
Es un texto de otra consigna si no recuerdo mal, o se ha colado; o no y está puesto por algo… en cualquier caso el texto es muy bueno. Un saludo 🙂