13 – OCEANO…
Ja, me dice que como no tengo vacaciones se va al Océano…, el muy cabrón, ¿a dónde me ha dicho?, ¿Pacífico?, ¿Ártico?, ¿Indonesio?, para colmo me suelta que se va solo, sí, él solo, llevamos 2 años viviendo juntos y no sé cuántas veces se ha escapado, siempre con excusas ingeniosas, únicamente me pica la curiosidad por saber con quién es esta vez: ¿será Reve, la de la voz sensual?, ¿quizás Mar, la de las tetas enormes?, ¿Patricia, la que suda con él en el gym?, o, casi seguro, Anna, la que le envía guasaps a la 1 de la madrugada, hasta aquí hemos llegado, a la vuelta no me encuentra, en cuanto salga de casa, recojo las cosas y adiós, yo ya tengo mi Océano, con él tengo todo lo que quiero, es adorable, tierno, simpático, irónico, dulce, atento, incansable, aquí está en la cama a mi lado, dormido, agotado de toda una noche de sudores eternos, su negra piel brilla como aurora boreal, mi Océano, que así se llama este imponente ejemplar esculpido por los dioses, todo para mí, ahora lo despertaré de nuevo susurrándole, “Océano, Océano, házmelo otra vez, Océano…”.
Pablo, qué bueno el tema y el ritmo narrativo. Quien a hierro mata, dicen, a hierro muere pareces tu decir. Suerte y saludos
Buenas noches nos dé Dios, Pablo.
Simpático relato que juega con el doble sentido que, a veces, tienen las palabras.
Quizá yo hubiese transmitido menos información, para que la frase final fuese más sorprendente, pero sólo es mi maldita opinión.
6,5. Bien.
Hola Pablo.
Las relaciones de pareja agotadas es lo que tiene,, que cada uno se lo acaba montando a su manera. Y en este caso, según nos cuentas, ambos se lo están pasando pero que muy bien.
Enhorabuena y suerte.
Ton.
Caramba, si con 2 años viviendo juntos tiene ya un montón de candidatas para irse de vacaciones, muy bien no les va la relación. Pero tampoco parece que pueda quejarse mucho la protagonista… con su Océano de piel brillante, jeje.
Un abrazo.