14. REGRESO A MUNDAKA (GINETTE GILART)
No fue por casualidad que le gustara tanto el mar; a su madre le encantaba pasear por la playa y bañarse en las aguas frescas del Cantábrico. Nadie se extrañó el día que dio a luz sobre la arena.
El chaval aprendió a nadar a la vez que a caminar y al poco tiempo se mantenía erguido en una tabla de surf. Ese pedazo de madera le iba a acompañar gran parte de su vida en su periplo alrededor del mundo, buscando olas gigantes y compitiendo en distintos torneos, desde Hawái, pasando por California, Australia y Sudáfrica donde el Atlántico planta cara al océano Índico.
Su sueño era no llegar a viejo y, a poder ser, que una supertubo fuera su sepultura. Pero no siempre los sueños se hacen realidad; allí le tenéis detrás de la barra del chiringuito, pelo cano y barba blanca, rostro curtido de viejo marino.
No fue una ola que le aparto del surf, un simple accidente de coche le dejó fuera de circuito.
Ginette, bien contada esta historia oceanica. Suele pasar esto que le ocurrio a tu prota. Suerte y saludos
Un personaje que logra sus retos, excepto el de no llegar a viejo, para no tener que contemplar, quizá, su propia senectud. En el fondo no es tan malo que no se haya cumplido ese sueño. Sigue vivo, al lado del mar, rebosante, seguro, de historias que contar.
Un abrazo Ginette. Suerte.
Con este relato, Ginette, muestras las vueltas que da la vida, a cualquier persona y a sus sueños de juventud. Me ha gustado mucho. Enhorabuena y suerte.
Gina, querida Gina, siempre es un placer comprobar que, a pesar del
tiempo que te roba ser la líder de The Bangles, aún sacas momentos para escribir en esta maravillosa casa.
Tu relato tiene la fuerza y el dramatismo de los sueños que jamás se convierten en realidad.
Prosa clara, limpia, precisa.
Y, al final, un regusto amargo.
Como tiene que ser, tras la historia narrada.
7,5. Notable.
A veces los sueños se quiebran, los deseos se hacen agua y las expectativas son aparcadas en algún chiringuito de playa.
Buen relato, marcado por una realidad que has dejado muy bien plasmada.
Un beso bella Ginette. Suerte.
Mundaka, y el surf. Qué buenos ingredientes para esta historia trágica sobre una ilusión rota por un maldito accidente. Un besazo y enhorabuena, Gina.
Hola Ginette. ¿Y quién no ha visto truncado alguno de sus sueños a lo largo de la vida?
Preciosa historia de libertad, pero además de tragedia.
Me gustó mucho tu propuesta. Te deseo suerte.
Ton
Muchos sueños se quedan en el camino, pero lo importante es seguir soñando.
Un abrazo
Gran historia, Ginette. Creo que conozco un camarero que encaja bastante con el personaje. O por lo menos, cuando le veo mirar las olas con esa cara, eso es lo que parece.
Besos.
Bonito relato. Una cosa es lo el hombre propone y otro lo que la vida dispone.
abrazos marinos y suerte.