26. LA MALDICIÓN DE LA PERLA NEGRA – EPÍFISIS
Mishishi, mi mujer, era pescadora Ama y mientras yo salía a faenar al Pacífico Norte, bajaba a 25 metros en inmersión libre como apneísta a recoger ostras perlíferas.
La recuerdo a la entrada de la cabaña, con su cesto de mimbre entre las piernas, desnuda y con su cuchillo abriéndolas y haciendo una incisión en el molusco, rebuscar en su interior y la sonrisa en su cara de porcelana al extraer una perla, que se introducía en la boca para limpiarla.
Separaba en un cuenco las vendibles y en otro las negras para su collar.
Las enhebró con un hilo de seda largo y varias vueltas y solo con el collar, caminaba por la casa, rápida, sutil, invitándome a poseerla.
Cuando hacíamos el amor, me encantaba chupar a la vez perlas y pezones, igual de negros.
A veces para llegar al orgasmo entraba en apnea, me gustaba y su cara pasaba de un cutis nacarado a un rojo pasión.
Aquel día, su rostro pasó a cerúleo y al intentar revivirla, el hilo se rompió y las perlas cayeron al futón y de ahí al tatami y cuando el tintineo y el rodar cesaron, se hizo un silencio sepulcral.
Alejandro, me gusta tu relato por su fluidez y las imagenes tan claras que describe. Suerte y saludos
Calamanda, gracias, pero es que para estos temas tan fluidos, voy como pez en el agua.
BESOS
En el mar, como en la vida, hay cabida para pequeños tesoros y para maldiciones. Esta pescadora a pulmón tuvo tiempo para gozar de los primeros, pero fue prematuramente alcanzada por el infortunio, todo ello narrado, como ni puede ni debe ser de otra forma, con tu buen y sugerente estilo.
Veo que volviste para quedarte, cosa de la que me alegro.
Un abrazo y suerte, Epi.
Ángel, me fascinó la vida de las pescadoras Ama japonesas, están datadas desde 2000 a.de J.
Hasta dentro de dos años no vuelvo a opositar, así que pasaré por aquí con más frecuencia.
Abrazos
Con lo bien que estaba recreado al principio, yo la ví buceando por los arrecifes, al final vaya.Cést la vie supongo, y pasa lo que pasa,jeje.
Saludos
Ángel el océano proceloso es peligroso y la perla negra más.
Un saludo
Ana, encantado de que pases por aquí y coincidir en la buena historia del Imperio. Hace mucho de ella, pero creo recordar, que más que la apnea, era llegar al placer con la sección del pene y que con la profusa hemorragia se provocara más orgasmo.
De todas maneras es una película de culto y de nuestra juventud.
Han muerto varias personas por usar bolsas de plástico en la cabeza para aumentar el placer.
Ojo, Yo uso las del Corte Inglés, que tienen agujeritos, ja ja.
Un beso
Ana, como los japoneses(en el metro), para el registro me pondré guantes blancos, pero con agujeros, los mitones o mutones o futones ja ja.
Epi: Da gustito leer las insinuantes imágenes que describes, y reproducirlas en el cerebelo ¿Se dice así, cerebelo?.
Molta suerte.
María Jesús, es más complicado, no es de extrañar la enorme variedad de comportamientos que tenemos los humanos ante hechos parecidos. Todo comienza en el sistema Límbico, donde mensajeros químicos del Hipotálamo(el órgano más primitivo) y de la glándula Pituitaria estimulan a mujeres y hombres. Cuatro zonas del cerebro se activan: la cíngula anterior, la ínsula media, los núcleos Putamen y Caudado.
Qué decir, de la vista, olfato, oído, gusto y del tacto.
Hay que seguir practicando, lo que no se usa se atrofia.
Un beso
Tétrico y sensual.
8. Notable.
Me encanta tu estilo, y me parece de maestro cómo nos enredas en tus historias. Son tan visuales las descripciones que dejas, que te imagino medio pintor, medio escritor.
Aunque me quedan muchos por leer, le pongo una cruz de favorito. Yo le daría premio. Suerte,
Ton.
Me gusta Japón, lo oriental me atrae…, total, que he caído rendida al erotismo encantador de tu relato. Aunque hubiera preferido un final menos amargo.
Un abrazo y mucha suerte.
Vaya relato amigo, muy sensual y trágico, pero sin duda una joyita.
Excelso.
Un abrazo y suerte.