43. Siete
El siete es un número mágico. Es la suma del sagrado tres y el terrenal cuatro. Según Hipócrates, es además el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios. Y por si no fuera suficiente, Dios creó el mundo al séptimo día, ese mismo Dios al que no había dejado de implorar en las últimas seis lunas. El océano le parecía cada vez más inmenso, el sol una estufa y las noches inciertas, oscuras y estrelladas. El futuro no iba más allá del próximo trago de agua, y los sueños eran pequeños puntos suspendidos sobre la línea del horizonte.
Dos meses después de su rescate coincidimos en un vuelo cuyo destino no recuerdo. Nos presentamos y mantuvimos una agradable conversación. Recuerdo que citó aquella frase de John Lennon, la vida es aquello que nos pasa mientras hacemos otros planes, y acto seguido me habló de aquél lunes en que su barco fue a la deriva, un lunes que, según me confesó, no fue en nada distinto a todos los lunes de su vida.
El siete es mágico, coincido, muy buena historia, me ha encantado, suerte y un abrazo.
Muchas gracias, Cristobal. Un abrazo
Antonio, ese final intranquiliza y envuelve la historia de un misterio añadido. Suerte y saludos
Muchas gracias por tu comentario, Calamanda. Un abrazo.
Un lunes como cualquier otro, que acabó no siéndolo. Siempre es así, la realidad no avisa; sin embargo, al decirlo, abres un misterio, pareces indicar que hay algo más, que no cuentas. ¿No es curioso?
Muchas gracias por tus interesantes apreciaciones, Luisa. Un abrazo.
Muy suferente desde la sencillez. Me ha gustado.Enhorabuena
Muchas gracias, Antonio. Un abrazo.
Sugerente, quise decir.
Hola Antonio.
Nos describes muy bien el ciclo en el que nos encontramos mientras perduramos en este mundo.
Me gustó mucho. Suerte,
Ton.
Muchas gracias por tu comentario, Ton. Un abrazo.