DIC35. CRISTALES ROTOS, de Mª Belén Mateos Galán
Una brisa de viento y nieve, entraba por la ventana del cuarto de Juan, bajaba por las escaleras y rodeaba de una manera nada cálida los motivos navideños que adornaban su casa, hasta salir por la puerta que de par en par mostraba su abandono. Las luces brillantes, alegres y coloristas del árbol, contrastaban con la tenue y amarillenta luz del pesebre. Al fondo se ponía percibir el sonido reiterado de un villancico que amortiguaba las campanadas de aquel reloj de cuco, que entre hora y hora arrastraba un cúmulo de malos y decadentes días. Creo que la llamaron la noche de los cristales rotos. Él no entendía nada y acurrucado en un rincón del baño rezaba para que aquellas personas de uniforme gris devolvieran a sus padres, que a golpes y gritos de: La resistencia…_ Se los llevaron. Desde entonces solo ese acompasado tictac del cuco le hacía compañía en su silencio.
Has dejado un retazo de algo que nunca debió suceder, pero lamentablemente fue así.
Suerte
BEsos,
Gracias María. Las navidades son unas fechas gratas para muchos pero tristes y solitarias para otros. Un beso.
Da escalofrío…
Ya encenderemos una chimenea… Jajajaja…. Gracias por tu comentario Carmen. Un beso.
Tocaya, tu relato me reafirma en que no todo es tan bonito como lo pintan, incluida y sobre todo, la Navidad.
Tu relato, aunque duro, susurra en la conciencia.
Me ha gustado.
Un abrazo.
Gracias Belén. Cierto es, la navidad para algunos son días que desea que pasen rápido. Un beso.
Para mí uno de los favoritos de este mes. Grande la imagen del viento entrando por los cristales rotos. Este tipo de micros deberían pertenecer al subgénero ‘microrrelatos históricos’.
Gracias Lorenzo por considerar mi microrrelato como uno de tus favoritos.Un beso grande.
Belén, triste relato, me ha gustado mucho. Un abrazo.
Gracias Salvador. No siempre la navidad es tan colorista ni yo escribiendo tan triste. Un abrazo,
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