Microscopio nº 45 : Agujeros por tapar
Este es el último Microscopio antes de las vacaciones, o no… nunca se sabe qué depara la suerte no?
Volvemos el 6 de Septiembre. Pasad un buen verano
Yiruma con «Kiss the rain» es la acertadísima elección de Gina
Agujeros por tapar
“Qué suerte” –pensó la joven reportera cuando la enviaron a la residencia geriátrica en la que había tocado el Gordo de Navidad–. “Mi primer directo y me verá toda España”.
Seguida del cámara, y con solo un par de empujones, logró alcanzar antes que nadie el salón principal. Sorteó con habilidad la conga improvisada que habían formado las trabajadoras del centro y se acercó hasta una ventana. En aquel punto la luz era perfecta. A su lado había una mujer sentada en una silla de ruedas. Tras lograr el enfoque adecuado, le plantó el micrófono delante de la cara.
– ¡Menudo fiestón se están montando eh, señora! ¡Vaya suerte la suya! Me imagino que debe de estar súper contenta. Adelante, hable, mujer. No me sea tímida.
La anciana alzó la cabeza y miró al objetivo. Sus ojos oscuros eran dos sumideros de lágrimas olvidadas.
– Yo lo que querría es volver a mi casa.
Blanca Oteiza nos ilustra el relato lleno de rostros con y sin caras.
ESTRUCTURA
(=) El relato mantiene una estructura de manual y muy tradicional, en cuanto que es completamente lineal en el tiempo y unidireccional en la historia.
(+) Desde la primera lectura, me sorprendió que casi la totalidad de la narración, se dedica a describir un ambiente, y (++) que, en solo nueve palabras, resuelve la historia, dejando un final definido, nítido y muy sugerente, utilizando tres conceptos clave: Querer, volver, mi casa.
(-) Por poner alguna pega, yo en la última frase, hubiese utilizado el subjuntivo de “querer” en lugar del condicional, o sea: “Yo lo que quisiera es volver a mi casa”
(+) Si bien el título no resulta muy preciso, sí que puede dar una pista y pincelada de color al tratarse de una frase hecha y repetida en el “señalado” día del sorteo navideño, pero no es, casualmente, aplicable a esta historia, pues los agujeros a los que se refiere, suelen ser -como el dinero de la lotería-, más materiales, menos espirituales.
(+) La presentación –en el primer párrafo- es como todo el relato, sencilla, correcta y explícita.
(+) La ambientación -en el segundo párrafo- además de mantener continuidad en el tiempo, historia y estilo, nos describe perfectamente la situación –o yo así la imagino- en la que las trabajadoras, no sin esfuerzo, intentan animar el cotarro, “obligando” a los más capaces, a formar una conga en la que se adivinan cuerpos que apenas moverse pueden, rostros que no quieren, trabajadores acostumbrados que… no se sabe si ríen por no llorar… y todo bajo unas guirnaldas, espumillón, bolas de colores y villancicos tradicionales. Al menos es lo que me sugiere.
ESTILO
(=+) El lenguaje utilizado tanto directo como narrativo, es espontáneo y cotidiano, sin alarde lingüístico y más propio del lenguaje hablado que de la formalidad estructural del escrito, lo que por un lado me agrada (pues me gustan los micros comprensibles a primera lectura), pero por otro lado, aporta poca originalidad y riqueza literaria en cuanto a estructura, estilo y vocabulario sin que ello desmerezca el relato, pues por otra parte, es una correctísima y acorde presentación ya que la propia periodista, cuando habla ante la anciana:– ¡Menudo fiestón se están montando eh, señora! ¡Vaya suerte la suya! Me imagino que debe de estar súper contenta. Adelante, hable, mujer. No me sea tímida.
lo hace en un lenguaje típico y tópico, hasta se intuye expresado que en voz alta, presumiendo una sordera muy frecuente en los ancianos ¿no? (“Por mi puerta pasarás” pensaría otro anciano que merodeaba por la escena –¡digo yo! Con perdón-).
TEMA
(+) A pesar de las parcas palabras destinadas a ello, considero que se lanza un buen mensaje con sutil pero densa carga psicosocial que abre un abanico de preguntas, vivencias, dudas, injusticias, amor, olvido, egoísmo…
(+) No es un tema original, pero en el microrrelato la originalidad no se debe tomar por el tema en cuestión, sino por la forma de abordarlo, de presentarlo y/o de describirlo. En este caso, el tratamiento del tema me resulta bastante conseguido.
En resumen, el relato me gusta por su gran mensaje emocional y por la sencillez con que está narrado. Enhorabuena al autor/ra por el relato y por la valentía de someterse al escudriñamiento de unos compañeros con nombre de incógnita de ecuación y que bajo el anonimato, se permiten quitar la piel a tiras a unos pobres e insolentes microrrelatos. Vaya mi felicitación y abrazo para el escritor/a y para el escrito.
Resumen
Una reportera novata y ansiosa de popularidad tiene, a su parecer, la gran suerte de retrasmitir en directo para toda España la euforia y algarabía que se desata en una residencia de ancianos tras haber obtenido el Gordo de Navidad. Pero, para su sorpresa, la primera anciana a la que invita a expresar su alegría a través del micrófono, sólo anhela otro tipo de premio: regresar a su casa.
Título
El título me resulta algo enigmático al principio. Luego me doy cuenta de que es una expresión muy recurrente en las personas a las que les toca la lotería. Cuando los agraciados por un premio de este tipo son entrevistados, suelen manifestar que el premio les vendrá bien para tapar algunos agujeros, generalmente de tipo económico como pagar la hipoteca o cualquier otro tipo de deuda. Entonces comprendo que esos ojos llorosos de la anciana son dos agujeros por tapar, y creo advertir cierta ironía mordaz en el título.
Personajes
El relato cuenta con dos personajes principales y bien perfilados por su conducta y lenguaje que se mueven en un ambiente de celebración y en un escenario que es la residencia de mayores:
1.- la reportera entusiasta que busca celebridad
2.- la anciana que no se ha adaptado a la vida en la residencia y se revuelve contra su destino expresando su deseo de volver a casa.
Lenguaje
El lenguaje es sencillo y preciso, acorde con el relato que también es de trama sencilla y cotidiana. No es preciso releer para entender el mensaje que se resume en la frase final:”Yo lo que querría es volver a mi casa”. Esta frase desbarata el alborozo del momento y las pretensiones de la reportera. Para esa anciana imposibilitada, el premio consistiría en volver a su casa, eso es lo que le haría sentirse afortunada. Y, dadas las circunstancias, no parece cosa fácil.
La estructura
Estructurada en cinco párrafos, se trata de una narración breve y sencilla, pero con una gran significación que tiene introducción, nudo y desenlace. Y que cuenta una historia sin hacer juicios de valor. La escena está muy bien descrita, con pocas palabras, aunque con los detalles precisos para hacerse una idea del momento y de la situación. Se ha dibujado una escena y el lector llega a sus conclusiones.
Todo sucede en un mismo escenario, los sucesos se narran en orden cronológico y no transcurre mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
No hay proliferación de personajes (dos personajes) y el pequeño diálogo nos ayuda a conocerlos. A través de sus palabras descubrimos sus pensamientos, sus deseos inmediatos.
El título forma parte esencial del relato que es rematado con un final imprevisto, la respuesta irrebatible de la anciana es un súbito y conmovedor desenlace para esta pequeña gran historia.
Finalmente, se me ocurre que, tal vez, el autor o autora, de forma premeditada, ha querido realizar un ejercicio práctico—quizá en algún taller de escritura—que reúna las características más importantes del micro-relato. Y sólo puedo añadir que me gusta.
TÍTULO (+/-)
Los títulos que recurren a los tópicos o a las frases hechas me gustan, porque ya sabemos que en un microrrelato todo cuenta, y ese lugar común es una manera de llamar la atención al lector con un recurso que no necesita más explicaciones. Sin embargo en este micro no me acaba de convencer. Quizá no lo veo con una relación causa-efecto en la propia narración de la historia, con la idea del tópico que todos hemos oído por la tele, cuando a los afortunados ganadores de un premio les preguntan a qué piensan destinar el dinero ganado. Ni siquiera esa posible ironía que puede sugerir si atendemos al final del micro.
DESARROLLO (-)
Este es el apartado donde más me ha costado entrar. Espero saber explicarme. Casi toda la historia parece escrita en función de un personaje, la joven reportera, a la que enseguida identificamos como la protagonista del micro, y aunque está escrito en tercera persona, se inicia incluso con una reflexión en primera persona de ella. Como lector, dada esa premisa, me identifico con la periodista, o pienso que lo que se me va a contar es “su” historia, porque además la forma en la que especula sobre lo que siente da pie para ello, al ser una circunstancia tan especial: su primer directo, el que la vea toda España, el reportaje tan característico que le ha tocado realizar… Todo ello, toda esa expectativa de lo que supone esa experiencia para la periodista, queda diluida, porque el interés del micro, la verdadera protagonista es el personaje entrevistado y sobre todo sus sentimientos. Quiero decir que entonces daría igual que para la reportera fuese su primer directo o que la viera toda España. Por el mismo motivo, poner el énfasis en sus movimientos para alcanzar el objetivo del reportaje o sus habilidades para acceder al salón donde tiene lugar la celebración, sigue creando una falsa expectativa de lo que le va a suceder a ella. Si lo que se va a contar es el sentimiento de soledad de la anciana, todo el proceso de preparación a mí me sobra (con una excepción a la que luego me referiré). Sigo pensando que todo en un micro cuenta, en el sentido de que tiene ser pertinente a la historia que se quiere narrar. Si esa misma historia (es decir, cómo se siente la anciana) se puede contar con menos palabras, todo lo demás, por muy bien escrito que esté, en el micro está de más. Es como si el conflicto se estuviera preparando para la reportera, pero no acabase de resolverse, porque de improviso se plantea otro nuevo sin que sea necesaria su intervención. ¿Y si, por poner un ejemplo, ella reconociese a la anciana como un familiar, y en directo toda España viese su turbación?
IDEA (+)
Es lo que más me ha gustado del micro. El sentimiento de abandono que siente la anciana nos sacude como un puñetazo. Las historias que saben tocar esa fibra de los sentimientos, y más si son tan universales como la soledad, son muy agradecidas. Creo que aquí está muy bien logrado ese contraste (y esa es la excepción a la que me refería antes) entre la alegría que se nos ha hecho ver que reina en la residencia geriátrica y el dolor que siente la anciana. Pero no solo es la euforia; todo en el micro hasta la lapidaria sentencia de la anciana parece perfecto: el entusiamo de la reportera y su manera de conseguir un buen reportaje, la actitud de las trabajadoras, la luz y el enfoque logrados para realizar la entrevista… Por eso el contraste es tan brutal. Quizá pueda parecer contradictorio con lo que he querido expresar en el apartado de “Desarrollo”. Por eso he dicho que no sabría si iba a saber explicarme. Un aspecto es la idea del micro en sí y otra su desarrollo y cómo se cuenta.
Por otra parte, también me parece muy lograda esa forma de hacer ver al lector, sin decirlo expresamente, una vez más, que el dinero no es lo es todo, que por encima siempre deberían estar las personas o sus sentimientos.
LENGUAJE, ORTOGRAFÍA, SINTAXIS (+)
Respecto a estas cuestiones no puedo decir nada especial. Creo que la narración es fluida, sencilla y práctica, y el ritmo adecuado a una lectura tranquila, lo que en mi caso siempre es de agradecer. Incluso me parece muy buena la forma de dirigirse que tiene la reportera a la anciana, ese uso de palabras como “fiestón” o “súper”, más propio de una jovencita (aunque sea periodista) que del lenguaje propio de un reportero curtido que se enfrentase a una situación similar. Esos detalles dan riqueza a un micro a la hora de definir a los personajes sin necesidad de dar más explicaciones.
(-) Y si hay que ponerse en plan corrector, habría que decir que entre el guion de diálogo y el propio diálogo, no tiene que haber separación. Y creo que sería conveniente añadir una coma entre “montando” y “eh”, para señalar de forma inequívoca el vocativo del resto de la frase.
OTRAS CUESTIONES (-)
Para terminar, en un aspecto que no sé cómo definir, para mi gusto hay un exceso de retórica para hacer ver al lector la tristeza de la anciana (que incluso con la última frase con la que concluye el micro ya habría sido suficiente). Creo que la frase Sus ojos oscuros eran dos sumideros de lágrimas olvidadas, tal como se ha desarrollado la narración del micro, se sale del tono empleado del mismo, rompe de alguna manera la forma en la que está construido. Con decir que estaba llorando sin más, o como he mencionado antes, con su última sentencia, ya se nos habría explicado cómo se siente.
Espero que al autor/a le haya servido de ayuda estas consideraciones hechas al calor agotador del verano.
Pues vaya relatazo, seguro que detrás hay algún enteciano con muchas letras a sus espaldas. Me encanta, me encanta, espero que me dé permiso para leerlo en clase y donde haga falta.
Es un relato de mi entero gusto. ¡Vaya final! El título no me llena.
Bien a la ilustradora y a Gina por su selección musical.
Buen verano.
Esto…, hola.
Soy el autor de los “agujeros por tapar”. Encantado de saludaros, X Y y Z, muy agradecido por vuestros análisis y orgulloso, cómo no, por las buenas críticas recibidas.
En cuanto a lo malo, no me duelen prendas en admitir que el título era mejorable, pues aun cuando me preocupé de que guardara relación con el texto, pero sin que revelara el desenlace en una primera lectura, admito que no me quedó muy “literario”.
En cuanto a la crítica de Z sobre el hecho de que el relato centre su atención en la reportera y no descubra hasta el final que la verdadera protagonista es la anciana, tengo que comentar que fue algo deliberado con el propósito de acentuar la desolación de la mujer. Me explico: El texto muestra cómo un mismo hecho (que toque la lotería) puede ser vivido de distinto modo por distintas personas. Así, la reportera lo vive como una oportunidad profesional, lo cual le provoca una gran excitación; las trabajadoras del centro, a gusto del consumidor, pueden vivirlo con una muestra de alegría compartida y divertida, o bien en clave de animadoras. El modo de vivirlo de la anciana es un lamento.
Por otro lado, la presencia de la reportera sí era necesaria para que la anciana pudiera comunicar (públicamente) su pesar. La descripción de su ambición no era necesaria en este sentido, pero sí para mostrar, como antes he dicho, que un mismo hecho puede ser vivido de muy distintos modos.
No quiero despedirme sin agradecer a Blanca Oteiza su magnífica ilustración, que recoge estupendamente la esencia del relato; a Gina DJ su sentida elección musical; y a los comentaristas que han tenido a bien compartir su opinión.
Capítulo aparte en el capítulo de agradecimientos para Mel. Realmente su labor (y la de JAMS, por extensión) es encomiable. No sabéis cuánto tiempo llega a dedicar a cada microscopio y con qué cariño lo hace. Gracias, Mel. Un beso.
Que paséis todos unas buenas vacaciones.
Carles Quílez
¡Hola! Soy la Y. Quiero deciros que ha sido un placer volver a colaborar en este blog porque además de exponer mi humilde opinión, siempre aprendo un montón. Felicito al autor por este relato sencillo y tan conmovedor a la vez y que, a pesar de su brevedad, ha dado mucho de sí. Suelo visitar una residencia de ancianos varias veces a la semana y por esa razón he podido visualizar con mucha facilidad la situación, y el acierto mayor del texto es que no hace ningún juicio de valor: las circunstancias mandan y la felicidad es subjetiva.¡Enhorabuena, Carles!
Gracias, Mel, Gina y Blanca. Una abrazo y feliz verano. María José Escudero
Hola. Soy X
Antes de nada quisiera decir que he estado a punto varias veces, de haber escrito un comentario que resumidamente dijera que con la perspectiva del tiempo, el relato me gusta más. Creo que será una de esas historias que no se borran de tus recuerdos. Me suele pasar con las películas, pasados unos 15 días, realmente la valoro mejor que al salir de la sala. (tanto para bueno como para malo)
Una vez que ya nos destapamos tanto autor como comentaristas, digo sinceramente que me parece un magnífico relato digno de florilegio.
Me alegra mucho saber que es de autoría de mi amigo Carles Quílez. Enhorabuena, aunque nunca sospeché que fuera tuyo. En realidad esa literatura aparentemente tan llana, pero tan difícil de conseguir, me despistaba mucho en cuanto al posible autor/a.
Encantado de haber participado -por primera vez- en el Microscopio y felicidades tanto a Mel como al resto de los compañeros que se lo curran un montón y hacen posible este interesantísimo blog.
A mi amigo Carles un fuerte abrazo y enhorabuena por su relato.
Hola, Carles. Faltaba la Z para desvelar la ecuación. No he podido antes porque estaba de vacaciones totales. Ahora ya puedo presentarme. Y además felicitarte por tu valentía al presentar un texto al Microscopio, y también a Gina, Blanca, Paloma y Mel. Un conjunto muy completo.