07. Más rápido, más alto, más fuerte (Antonio Bolant)
El gobierno costeó todos los sobrecostes a pesar de la recesión. En política eres lo que aparentas y esta noche el planeta entero contemplaría la fastuosa ceremonia de apertura resplandeciendo en las entrañas del nuevo estadio olímpico. Entre otras sorpresas, miles de pequeños focos situados sobre el público proyectarán las banderas participantes componiendo un manto de unidad multicolor. Tirar de simbolismo siempre fue útil para anestesiar problemas.
En cierto modo, Marcelo cumplirá hoy su sueño de participar en unas olimpiadas. Su hoja de servicios le ha permitido asistir como agente encargado de la seguridad y su capacidad de observación, estar pendiente de una inquieta mujer, aparentemente embarazada, sentada en las gradas próximas al pebetero olímpico que, apenas encendida la antorcha, se levanta mirando al cielo mientras desliza un detonador bajo la manga de su amplio vestido. Sin tiempo, Marcelo descuelga de un disparo el foco que pende justo sobre ella dejándola inconsciente.
Disparar cerca del público no impidió que fuera condecorado por evitar una masacre permitiendo al gobierno sacar tajada más rápido, a los atletas obtener una popularidad más alta y él mismo materializar su sueño de recibir la más fuerte ovación por su primera medalla en unas olimpiadas.
En un acontecimiento deportivo único cada cuatro años, en el que destacar a nivel mundial es el objetivo de muchas personas con un duro trabajo detrás, no sólo deportivo, puede surgir un protagonista inesperado, acreedor de una merecida medalla. En tu relato has logrado que, por una vez, desde un punto de vista sumamente ocurrente y distinto, un personaje anónimo reciba reconocimiento y gloria, un canto al acierto y al trabajo bien hecho, algo que caracteriza tus letras.
Un abrazo, Antonio. Suerte
Antonio, dejas entrever, con acierto por tu parte, la satisfaccion que todos sentimos ante el reconocimiento. Suerte y saludos
Hola, Antonio.
Pues te iba a decir algo similar a lo que comenta el gran Ángel. Es un acontecimiento repetido desde la antigüedad y aunque unos se lleven medallas y todos lo veamos, hay héroes anónimos que vigilan porque todo vaya bien.
Qué buen homenaje, Antonio. Felicidades.
Un abrazo inmenso.
Con una única acción, Marcelo consigue una reacción encadenada de maravillas que favorecen a todo el que pasa por ahí, menos a la falsa preñada. Corrupción económica y política, deporte de élite, terrorismo, casualidades, causalidades, consecución ¿ilegítima? y rápida de fama pasajera…¿queda algo? Suerte y un saludo, Antonio.
«Tirar de simbolismo siempre fue útil para anestesiar problemas». Qué gran verdad, las jodidas banderitas. Muy completo y actual tu relato, con ingredientes que parecen salidos de una crónica periodística. Voto porque no sea profético.
Besos y suerte.
El relato tiene un montón de buenas expresiones. Esos sueños y esos héroes ocasionales que los traspasan… muy bueno. Suerte 🙂
Con el olimpismo como excusa has hecho una crítica certera y genial de nuestro presente: intentar mostrar al mundo una cara maquillada e iluminada de arrogancia para tapar otras realidades, la aparente y superficial unidad de los países, el terrorismo, el afán de protagonismo y la manipulación de los acontecimientos en beneficio propio… Grandísimo relato, Antonio. Abrazos y mucha suerte.
Los pequeños, grandes héroes, que en la sombra cumplen su misión con creces.
Magnífico homenaje a estas personas.
El pebetero está encendido con la mecha de tus letras y luce en un gran relato muy alto, fuerte y con la maravillosa rapidez de tu imaginación y palabras.
Un abrazo Antonio. Mucha suerte.
De una situación que todos hemos imaginado en alguna ocasión (y que espero que no suceda) has conseguido inventar una historia nueva y única, dando, de camino, un repasito a las técnicas de aborregamiento («tirar de simbolismo siempre fue útil para anestesiar problemas»).
Veo también una crítica sutil a las ansias del hombre por destacar…
Tu relato me parece muy bueno, Antonio.
Te deseo mucha suerte.
A tu forma de escribir no le hace falta ir más rápido para llegar cada vez más alto.
Un fuerte abrazo, Antonio.
Una vuelta de tuerca a la participación olímpica, los méritos y el protagonismo. Muy interesante y muy hábil. Bravo, Antonio. Me ha encantado leerte.
Antonio, que buen enfoque le has dado al tema del mes, sin duda es lo que no imaginamos más allá de la competencia y siempre está latente.
Un abrazo y suerte.
Antonio, es triste pero cierto que «En política eres lo que aparentas», o que se quiere mostrar lo que no se es.
Bien por la actuación de Marcelo, y por tu relato.
Un beso.
Carme.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios y os pido disculpas por no poder contestarlos personalmente como se merecen ni comentar vuestros estupendos relatos.
Espero tener más tiempo en el nuevo curso.
Un abrazo