FEB105. LA FOTO PARA EL NOVIO DEL PUEBLO, de Elena Duce Pastor
Sabina caminaba resuelta por la calle Alcalá. Caminaba con paso seguro aunque se miraba los pies cada dos pasos. La razón de prestarse tanta atención es que estrenaba zapatos nuevos. Y no se los miraba porque fuesen bonitos, sino porque le hacían un daño terrible. Desde que llegó a Madrid del pueblo se había tenido que acostumbrar a los zapatos de señorita, frente a las tradicionales alpargatas que se usaban en su pueblo y que eran mucho más cómodas.
Subió al estudio del fotógrafo y se repintó los labios en el espejo de la entradita. Quería salir guapa en la foto porque era la que le iba a mandar a su novio del pueblo, que la esperaba desde hacía un año allí. Se carteaban y se decían cosas bonitas, siempre dentro de la decencia, claro está. A ella le costaba mucho escribir y leer, por eso le ayudaba la hija de la señora donde trabajaba.
El fotógrafo la colocó frente a un papel pintado que representaba un palacio, la sentó en un banco y preparó la foto. Sabina sonrió pese al dolor de pies y a las ganas de que esto acabase pronto para poder echar la carta al correo.
Los palacios, los príncipes azules y los zapatos, siempre acarrean problemas, a veces callos.Quizás debió hacerse la foto de medio cuerpo, o ponerse los zapatos en el último momento, pero son cosas que a veces no se piensan.
Espero que ya los haya ensanchado.
Un relato muy simpático y naturalista.
Saludos y suerte.
Elena, los zapatos no pueden dejarnos, a las mujeres, tiradas bajo ninguna circunstancia. Suerte y saludos.
Hola Elena,
Me ha gustado mucho cómo lo cuentas y me has puesto en situación perfectamente. Ahora, esta «moza» saludaría a su novio en plan natural, desde casa con su webcam, sin zapatos.. = ) Buff después de estar sentada para la foto, sus pies estarían peor…
Me encantó leerte. Enhorabuena.
Cualquiera que haya padecido ampollas y rozaduras por unos zapatos nuevos, entiende perfectamente que Sabina no disfrute de su momento «foto» y esté deseando llegar a casa para quitárselos. Muy creíble, vamos, y bien ambientado.
Un abrazo.
Bonita princesa en el país de las maravillas. Muy sutil.
Muchas gracias por vuestro ánimo, me alegro mucho que os haya gustado
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Me ha encantado, Elena. Una vez más demuestra los sacrificios que una mujer hace para gustar al hombre que quiere. Posiblemente, su novio reciba esa carta, la abra con las manos terrosas y la deje aparcada en un cajón, sin saber cuánto cariño y sufrimiento hay en esa foto.