33. Ahora nada (Esperanza Tirado Jiménez)
El accidente dejó un gran hueco negro en su vida. Cuando salió del hospital, le dijeron que se había recuperado satisfactoriamente. Pero sin piernas, con una silla, y sin expectativas de futuro, nada era satisfactorio. Se sentía un estorbo, instalado en una nada grumosa y oscura.
Noches en vela, días eternos contando segundos, insufribles dolores, inútiles sesiones en el centro de terapia, escuchando el runrun de la voz de su psicóloga.
–Si no haces nada por ti, nunca serás nada.
Aquellas palabras le sonaron a la cantinela de siempre. Pero quien las decía no era alguien de siempre. Se miraron a la cara y a sus falsas piernas inmóviles, apoyadas en estribos metálicos.
– ¿Y tú? ¿Qué haces? No puedes ir muy lejos…
–Sin esto –dio un toque cariñoso a su silla– voy todo lo lejos que quiero. Hasta he ganado medallas. Acompáñame a comprobarlo.
Escéptico, sin nada que perder, siguió sus ruedas, rampa abajo, hacia la piscina del centro.
Asombrado, lo vio quitarse la camiseta, colocarse el gorro, saltar de la silla y moverse en el agua como si le hubieran colocado un motor invisible.
– ¿Lo ves? Es fácil. Prueba y verás.
Ahora, él también nada.
La nada absoluta no existe si uno no lo permite, cualquier cosa antes de dejar caer los brazos en señal de derrota, renegar siempre de ese «no puedes ir muy lejos».
Un relato fantástico, que habla de superación, de sacar lo máximo de lo que parece perdido, de no rendirse nunca.
Un abrazo y suerte, Esperanza
A veces no sé que es peor: Si eso de que te digan ‘¿A dónde vas…? ¿Cómo se te ocurre probar eso…?’ o decírselo uno mismo.
Gracias Ángel por lo de fantástico. Viniendo de un superganador, eso ya es un premio.
Suerte para ti.
Una historia muy bonita. Que nos habña de superación, y que además hace buena la frase de que nadie está derrotado hasta que se da por vencido. Me ha gustado la puesta en escena que has tramado. Mucha suerte !!
Lo peor es dejarse llevar por el pesimismo. Te lo dice una gran negativa.
Me ha gustado eso de ‘puesta en escena’, me ha sonado a/de cine 🙂
Muchas gracias Juan Antonio.
Suerte para ti también.
Esperanza, fenomenal la ambientacion de tu relato y la moraleja. Suerte y saludos
Ya tengo dos menciones honoríficas por el ‘decorado’ de mi historia 🙂 🙂 Gracias Calamanda.
Saludos y suerte
Me gusta cómo enlazas el título con el final y el doble sentido que le atribuyes: ahora que nada, entonces, también todo.
Un saludo, Esperanza, y suerte.
Muy buen resumen, sí señora. Gracias Margarita. Mucha suerte para tu historia.
Magnífica muestra de cómo cuando el ejemplo de alguien nos llega al corazón y a las entrañas, podemos ser capaces de cambiar, aún teniendo interiorizados los peores pensamientos. Suerte y un saludo.
Eso es lo más difícil: luchar contra los pensamientos negros que nos absorben y a veces nos ciegan.
Gracias Jesús.
Suerte para ti.
Saludos
Pues sí, Ana. Los ‘deberías hacer’, ‘Por qué no pruebas a…’ muchas veces no son de ninguna ayuda. Hasta que no estás en el pellejo del otro no ves la solución del problema.
Gracias y Suerte.
Un abrazo
La grandeza del ser humano es poder sobreponerse a la más terrible de las tragedias (o de las carencias). Muchas veces necesitamos de otros para que nos abran los ojos, para que nos empujen a buscar nuestra propia salida al problema. Me ha gustado mucho tu relato, Esperanza.
Un fuerte abrazo.
María José
Cuatro ojos ven más que dos, siempre. Y en casos complicados mucho más.
Muchas gracias María José. Que te haya gustado mi relato ya es un premio.
Abrazos
Jo, Esperanza, me has puesto los pelos de punta. Has tocado la fibra sensible de la superación, la valentía, el optimismo, la fuerza de voluntad… Esas actitudes tan difíciles de alcanzar en los momentos malos de la vida, cuando todo te impulsa a desinflarte, cuando lo que deseas es desaparecer, rebelarte contra tu mala suerte.
Gracias por tu relato.
Un abrazo fuerte!!!
Me acabas de subir la moral hasta el escalón más alto. No sé si algún día entraré en el libro entciano, pero de verdad que comentarios como el tuyo animan que da gusto.
Me encanta que hayas visto y sentido todo eso en/con mi relato.
Gracias miles a tí Amparo.
Besos y abrazos 🙂
El relato impregna una dureza extraordinaria, hasta el final. ese «Nada», ambiguo entre el verbo y lo absoluto, es un escalofrío.
Me ha impresionado y gustado muchísimo, Esperanza.
Eres una campeona.
Besito virtual.
Me impresiona y me encanta ese análisis que haces de mi historia.
Gracias mil María Jesús, por lo de campeona. Eso aún está por demostrar. Sigo en la carrera.
Besos y mucha suerte para tí.
A veces los fantasmas de la «nada» están en uno mismo y te bloquean hasta que decides por ti mismo salir a flote.
Suerte
Muy cierto. La sábana es tan tupida que te ahoga. Hasta que no se recorta un agujerito no se ve salida.
Gracias Blanca
Claro que sí, que nade, que reme, que pruebe algo que le haga sentir vivo. Muy cierta esa frase: «Si no haces nada por ti…»
Un relato de una historia dura, una situación difícil, pero nos trae un espíritu muy positivo. En realidad, aquellos que se enfrentan a un panorama más negro son los que más batallan y se superan para salir de ello (aunque a veces necesiten a alguien que empiece a tirar de ellos).
Un abrazo.
Carme.
Perdón por la tardanza.
A veces no hacen falta grandes gestos para abrir el camino a quien lo ve todo negro. Con un abrazo, un café, un paseo para despejar, ya es suficiente para volver a ponerse las pilas. Pero hay que estar al lado de quien necesita enchufarse la batería de nuevo.
Gracias M. Carme por la visita y tu comentario.
Abrazos