57. EL HOMBRE PEZ (Homenaje a Eric Moussambani)
Le contaron cosas extraordinarias de héroes guineanos, coleccionaba postales y cromos de las olimpiadas, soñó que algún día sería campeón.
Le gustaba correr por la selva, saltar obstáculos y trepar. Sin embargo, le asustaba el agua, creía que un dios malvado dormía en el lecho del río al acecho de los nadadores.
Un día llegaron unos hombres a su aldea, hablaron de las olimpiadas Sidney 2000. Pensó que podría ser su momento de gloria. En las pruebas las cosas no salieron bien y no le seleccionaron para correr. Entonces, temerario, propuso participar en natación, no había nadadores en su país. Fue aceptado y, aunque no sabía nadar, marchó para tierras australianas.
Llegó el día del debut, solo se había preparado en una pequeña piscina de hotel. La casualidad hizo que no tuviera en la previa ningún rival, habían sido descalificados. Se tiró al agua pensando en el malvado dios acuático. El trayecto era interminable, le faltaba el aire, sintió la mano del dios tirando de él, pero la multitud le gritaba. Entonces notó que le salían aletas y nadó, nadó en pos de la victoria. Al llegar exhausto subió al podio invisible de los héroes anónimos. Había nacido una leyenda.
Si la hazaña de este deportista se produjera en estos últimos años sería trending topic, sin ninguna duda, durante unas cuantas horas. Luego, como pasa con casi todo lo que nos hacen creer que es la pera , se olvidaría para siempre. Dieciseis años más tarde, sobre todo cuando llegan unas nuevas olimpiadas, aún nos acordamos de Eric. Él, como otros, consiguió dar visibilidad a personas que tienen mucho mérito, aunque, quizás, no el apoyo económico y de otro tipo para ayudarle a alcanzar la excelencia. Larga vida a todos los Eric. Saludos.
¡Ah!Gracias por contar la historia.
Esta historia es el claro ejemplo de que las cosas que se desean, se consiguen. Es cuestión de confianza y de humildad. Enhorabuena Antonio por traer historias con corazón.
Casos como el de este hombre nos demuestran que con ganas y entusiasmo se consiguen las cosas.
Un ejemplo de voluntad que muchos querrían tener.
Suerte en la convocatoria.
Saludos
ANTONIO, bonita lectura para cualquiera repleta de metaforas. Suerte y saludos
Buen homenaje a ese hombre sencillo y meritorio.
Abrazos marinos.
Hay países donde practicar deportes «en condiciones» es un lujo que no se pueden permitir, con lo que no compiten en igualdad de condiciones.
Sin llegar a ese extremo, en los Juegos de Barcelona fui voluntaria asistente de la delegación de las Islas Maldivas, con dos nadadores que allí competían en el mar, con lo que aquí tenían que entrenar especialmente la salida.
Un abrazo.
Carme.