58. INSTINTO DEPORTIVO (GINETTE GILART)
Siempre con un balón entre los pies, pasaba horas chutando contra una pared. Siendo un niño enfermizo de constitución delicada, a menudo tenía que recogerse pronto y antes de las seis de la tarde estaba en su cama escuchando el jolgorio de los demás críos que jugaban en la calle; en esos instantes de soledad, rodeado de libros sobre la vida de grandes futbolistas, soñaba poder llegar a jugar algún día en el equipo de su pueblo, su mayor ilusión. Gracias a los cuidados maternos y a las inyecciones de Don Mariano, el practicante, su salud fue mejorando. Cuando consiguió pertenecer al club regional de primera división y debutar con veinte años frente al FC Barcelona, sintió que su sueño se había realizado y sus expectativas más que cumplidas. Al pisar, por primera vez, el césped del Camp Nou, ver a los miles de espectadores y oír su clamor, pensó que había llegado a lo más alto, que nunca más viviría un momento tan intenso.
No imaginaba que unos años más tarde, en el mismo escenario, ya con la selección española, disputaría el partido ganador de los Juegos Olímpicos, de los mejores de la historia del deporte.
Ginette, me recuerda tu relato la vida de Messi, casi hasta el final. Gran lección. Suerte y saludos
Podría ser, sí. Muchos deportistas de élite han tenido que superar situaciones difíciles y a veces duras. Muchos gracias, Calamanda, por tu comentario.
Un abrazo.
Haces que pase ante nuestros ojos, con unas pocas palabras, toda una vida con sus ilusiones ,desengaños, sacrificios…, terminando con la consecución de aquellos lejanos anhelos. Suerte y un saludo.
Gracias, Jesús, por leerme y comentar.
Un saludo.
Agradezco tu comentario, Ana.
Besos.
Bonita historia de superación, para él y para quien la lee. Suerte.
Historia tierna de superación que tiene su recompensa.
Un abrazo