62. REGRESIÓN (Yolanda Nava)
Del pecho derecho de mi madre pasé al izquierdo sin ayuda. Me salté el inútil gateo y coroné el fondo del pasillo dejando en mi haber tan sólo un par de chichones. Más adelante, poseer una bicicleta, facilitó otro de mis retos: subir la pendiente que llevaba a la plaza y mezclarme con los mayores y sus impresionantes bicis sin ruedines.
Crecí. Conquistar el tacto del pelo de Mariana no fue fácil. Esta vez el obstáculo medía diez centímetros más que yo y lucía potentes bíceps. A falta de otros, eché mano de mis recursos literarios. Por fortuna, la pasión por las letras de Mariana superaba su atracción hacia los cuerpos fornidos.
Pero la carrera no había terminado. Me hice adulto y aparecieron metas que pusieron otros. Las fui sorteando y logré un puesto directivo en una multinacional importante, me casé con una mujer enamorada (de mi billetera) y ahora, ya retirado, confinado en una lujosa atalaya con vistas al infinito, cierro los ojos y corro: en pos del aroma del pelo de Mariana, del bullicio de la plaza del pueblo, del calor del pecho materno.
Y aunque tengo experiencia y me las sé todas, no avanzo en mi retroceso.
Nos presentas, Paloma, diversos estadios de la vida del personaje. Interpreto que no puede volver a ellos, mediante la regresión, porque está muerto en su atalaya o ¿quién sabe? porque quizás su mente no le responda de forma adecuada debido a la vejez o a los disgustos que le dio su mujer. Sea así o de otro modo, enhorabuena y suerte. Un saludo.
Me ha gustado la forma de narrar tu historia. Creo entrever el tema de la contradicción vital, que opone lo vivido a lo deseado. Muy bien llevado hacia el final desconcertante y humano. Enhorabuena, me parece excelente.
Yolanda, un relato de superación, de conseguir más y más en la vida, de llegar más lejos con esfuerzo y trabajo. Y reconocer los logros, lo que se ha ido dejando atrás de la «carrera», de la vida.
Me ha encantado el desenlace. Vaya reflexión final!!! Qué fuerza en esas dos palabras contradictorias!!!
Un abrazooo grande, Yolanda.
Yolanda, buen ritmo en tu historia de superacion y vida. Suerte y saludos
Qué viaje por la vida tan olímpico. Eres una campeona, Yolanda
Toda una carrera de obstáculos en la vida que va superando hasta llegar a la meta del retiro, entonces todo es evocar cuando era más joven y todo más sencillo y sincero.
A veces se vive del pasado cuando el presente ya no te aporta nada.
Buen relato Yolanda, tus letras siempre son olímpicas.
Un beso bonita, suerte.
Una olimpiada, así es la vida. La frase de cierre me parece genial. Suerte.
Muchas gracias a todos por leer y opinar. A mí lo único que me gusta es la frase final.
Hummm debí trabajar más el resto.
Besos de verano.
Una continua superación de metas o una sucesión de obstáculos. Lo mires como lo mires, la última frase es la clave de todo «no avanzo en mi retroceso»: yo lo interpreto como «es inútil mirar atrás», sobretodo cuando uno ya descansa en su atalaya.
Suerte y abrazos, Yolanda.
Es triste la historia, pues llega un momento en que sus metas las «pusieron otros» con lo que deja de ser un poco su vida. Incluso le falta el amor, ya que la mujer quiere a su dinero.
No es de extrañar que luego quiera volver atrás, como mínimo en su memoria. Y sí, el retroceso no avanza, buena frase .
Un beso.
Carme.