83. Alter filia (Mel)
Cuando te despojan del título de la mejor del mundo supones que la rival será más joven, más guapa o más simpática. Pero no. Nadie te prepara para descubrir una maleta en el felpudo y preguntarte cómo es que nunca la viste fuera del armario. Como la diferencia entre oír y escuchar que tú ahora no comprendes. Solo sabes que estás tan repudiada como la alianza abandonada en su mesilla. Y se va, y te mueres. No hay mayor dolor que el silencioso. Quizás por eso pones la tele, para que entre el sonido y rellene los huecos. Al otro lado de la pantalla, y del mundo, sonríe Lidia Valentín con sus labios rosas mientras besa el bronce tras haber levantado 141 kilos, vosotros dos juntos, si es que estuvieseis juntos o si aún fueseis vosotros. Y entonces dejas de mirar y ves, y quieres ser como ella, más fuerte, con ese amargo bronce que sabes que un día llegará a ser de oro.
Excelente título para una prueba olímpica que no tiene desperdicio.
Yo también quiero… escribir así.
¡Fantástico, Mel!
Un saludo
Gracias, Margarita, en esta vida hay que levantar muchos, muchos pesos pesados y algunos sí que son olímpicos. Besos
Está muy bien el relato, muy fresco, triste y original, además es del tipo que suelen gustar mucho por aquí y acaban siendo seleccionados para el libro. Abrazos, Mel, y suerte.
Todo un honor recibir tus parabienes. Ni idea de cual es el estilo ENTC, me salió así, trsiturri con visos de superación, que siempre hay que ser optimista. Besos
Vaya, un relato sobre la perdida traido con mucha originalidad dentro del tema propuesto.
Enhorabuena y abrazos.
Vaya, siempre me encanta recibir la palabra «original», es algo que en realidad busco, y me alegra haberlo conseguido. Abrazos
Hermoso texto el que nos dejas. Da para paladearlo con serenidad, empezando con el título y concluyendo, calmos, con ese apunte de esperanza. Y más apegado a actualidad no puede estar.
Precioso comentario, Jesús, gracias mil!!!
Qué buen texto, Mel; está entre mis apuestas 🙂
Un beso y suerte.
Gracias, Cris, solo con que esté entre tus apuestas ya es todo un triunfo, besos.
Me encanta. Me encanta. Me requetencanta
y a mi me requetesuperfragislisticaemociona tu comentario. Muacs, meiga.
Seguro que esta estupenda historia, acaba en letras de imprenta.
Felicidades, Mel
jajaja, bueno, de momento son letras virtuales, que no es poco. Gracias.
Muy bien. Me gustan esos vasos comunicantes.Suerte.
Todo un lujazo tenerte por aquí Ximens, gracias
María, bien contado y con fenomenal moraleja. Suerte y saludos
Bueno, Calamanda, esperanza más que moraleja. Me gusta que los cuentos tristes tengan una rayito de luz al final. Besos.
Hay mucha historia ahí detrás, apenas esbozada en tu relato y para la que yo tengo mi interpretación personal. Me gusta que pases de puntillas por los detalles de la ruptura y dejes que el sonido rellene los huecos. Tu relato me sabe a oro.
Suerte y abrazos,
Gran comentario el tuyo. Sí, paso de puntillas por la ruptura, no es lo más importante, en mi opinión, de la historia. Además no sé si queda del todo claro lo que ocurre, pero bueno, sí, me gusta o ser muy directa o muy sutil, y muchas veces me paso, en este rfelato me quedé bastante contenta, sepa a oro o no.
Besos, compi
Bueno, no pretendo dar ninguna lección, es un cuento de esperanza, podemos con mucho más de lo que nos creemos. Besos.